jueves, 25 de agosto de 2011

El nuevo nivel de la Unidad

La aparición de la candidatura de Pablo Pérez fortalece la ya fuerte compactación de la Unidad

DIEGO BAUTISTA URBANEJA | EL UNIVERSAL
jueves 25 de agosto de 2011 12:00 AM

El lanzamiento de la candidatura de Pablo Pérez para las primarias de febrero por parte de Un Nuevo Tiempo enriquece el cuadro preelectoral de la Unidad Democrática de forma cualitativa.

No es necesario pronunciarse a favor de esa candidatura, ni por cierto de ninguna otra, para hacer esa constatación. La competencia de cara a esas primarias recibe un gran impulso, al "cuadrar en el aparato" -y me perdona el Gobernador esa imagen hípica- un ejemplar de mucha fuerza personal y que ocupa en el espectro ideológico una posición que hacía falta ver representada en el ya de por sí notable elenco de aspirantes cuyos nombres ya estaban en la palestra. Es cierto que posiblemente no van a ser afinidades ideológicas las que van a determinar las alianzas electorales que se van a tejer en torno a las candidaturas, pero es importante que los candidatos como individualidades cubran la mayor variedad posible de posturas y hasta ahora la mayoría de ellas estaba, digamos, escorada hacia un lado de la gama de las ideologías. Pablo Pérez viene a encarnar una posición socialdemócrata o de democracia social, esta última una forma actualizada de la primera.

Es llamativo el hecho de que al aumentar la variedad de postulantes aumenta la unidad y la cohesión de la oposición democrática. Mientras más candidaturas de peso haya, más densamente se entreteje la madeja que mantiene unida a un conjunto tan variopinto como el que se reúne en la Mesa de la Unidad Democrática. La aparición de la candidatura de Pablo Pérez no fragmenta, sino al contrario fortalece la ya fuerte compactación de la Unidad. Mala noticia para quienes en el Gobierno contaban con la implosión de esa alianza.

Se había dicho con mucha frecuencia que el factor unificador de la oposición democrática era el simple deseo de "salir" de Hugo Chávez. Nadie va a negar que la presencia de una amenaza de esa monta para el futuro del país juega un papel, sobre todo en los inicios. Como demuestra el caso argentino, si el Gobierno no es visto como un peligro serio para la democracia y el progreso, se alejan las perspectivas de la unidad en la oposición. Pero los hechos están demostrando que, más allá de ese elemento, la Unidad Democrática venezolana ha llegado a un nivel donde la Unidad se nutre de sí misma, y del estímulo y el aporte que recibe de la sociedad toda. Con Chávez o sin Chávez, la Unidad Democrática va a toda vela.

Vale la pena subrayar el contraste que a este respecto hay con el lado oficialista. Mientras que la Unidad Democrática, como decíamos, se alimenta de la variedad y se fortalece con ella, en el sector oficial, lo que tenga de unidad depende de la presencia de un vértice unificador, el individuo Hugo Chávez. Resquebrajado este, por razones que todos conocemos, se agrieta todo lo que de él recibía su precaria cohesión.

Si sumamos a estos hechos, los que paralelamente se vienen produciendo por parte de la Unidad Democrática, obtenemos un panorama muy positivo. Las posturas de la Mesa, de los partidos que la conforman, del Grupo Parlamentario en la Asamblea Nacional, han ido adquiriendo ritmo y firmeza. Las posiciones de la Mesa de la Unidad en torno a, por ejemplo, el tema de la Fuerza Armada se han caracterizado por su regularidad, su oportunidad y su seriedad. La reciente actuación del Grupo Parlamentario, con Julio Montoya esta vez como protagonista más notorio, con ocasión del traslado de las reservas que el Gobierno pensaba hacer a la callada abona lo que decimos. La Comisión Electoral de las Primarias trabaja con celeridad y efectividad, superando toda clase de dificultades. Los grupos de trabajo sobre el Compromiso de Gobierno y los programas de gobierno avanzan a gran ritmo. El conjunto adquiere una dinámica de bola de nieve, lo que llaman momentum, que luce indetenible. Se trata entonces para todos de apercibirse para añadirse a ese impulso, para darle aun más fuerza y más peso.

Estamos a la espera de la sentencia de la Corte Interamericana sobre el caso Leopoldo López. Jurídicamente no parece posible una sentencia desfavorable a López y a otros muchos inhabilitados ilegalmente. Asumiendo que el Estado acate la decisión, eso abre la opción de nuevas postulaciones de significación. Pero corresponde por el momento celebrar la aparición de la candidatura de Pablo Pérez, que lleva la competencia por la candidatura de la Unidad Democrática a nuevos niveles de interés y vigor.

dburbaneja@gmail.com

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