domingo, 17 de marzo de 2013


ENTREVISTA A HENRIQUE Capriles: Hay una oportunidad clara de ganar las elecciones





Henrique Capriles Radonski decidió participar de nuevo en una elección presidencial con la certidumbre de que enfrentará a un gigante. Ese gigante ya no es Hugo Chávez ni es Nicolás Maduro: es todo el poder del Estado, como afirma constantemente el abanderado de la oposición. 
A Maduro no le teme. Capriles lo reta una y otra vez a debatir, confiado en que un solo encuentro entre ambos bastará para que los venezolanos tomen su decisión. No lo dice con arrogancia, sino con la seguridad que le brindan casi 7 millones de votos. “A Nicolás nadie lo eligió”, señala el aspirante presidencial.
La muerte del Presidente generó la impresión de que en este momento el chavismo no es derrotable. Ante esa percepción, Capriles asumió la pelea con un discurso más fuerte del que utilizó en la campaña del 7-O. Con firmeza le aclaró al país, especialmente a los seguidores de Chávez, que quien lleva hoy las riendas del Gobierno no es el Presidente, sino parte de su entorno, “ese que tanto daño le ha hecho a Venezuela”.
El candidato pide compromiso, pide a sus seguidores que no se dejen vencer por la apatía. Capriles decidió participar de nuevo en una elección presidencial convencido de que existe una oportunidad clara de ganar la contienda. 
—¿Su candidatura es una inmolación política? 
—La verdad que no estoy de acuerdo. Nosotros no estamos yendo a inmolarnos, hay que sacarse el pesimismo. Hay una oportunidad clara de ganar las elecciones. No lo digo para llenar a la gente de ánimo. La política es como los deportes: puedes ser el mejor corredor del mundo, puedes ser Usain Bolt. Me imagino que cuando Bolt se prepara para salir intimida a los que están ahí. Entonces suena la pistola y le da un calambre, y perdió la carrera. Es como un juego: la Vinotinto le puede ganar a Brasil, ¿por qué no? El favorito, por las violaciones y el uso de los recursos apunta hacia el Gobierno. Aunque creo que en el PSUV hay mejores candidatos que Nicolás. El presidente Hugo Chávez tenía un proyecto y un liderazgo; pero, ¿cuál es el liderazgo de Nicolás? Su último cargo fue designado a dedo. Habrá la percepción de un favorito, pero aquí hay juego. Ganar no depende de Capriles, sino de la fuerza de cada venezolano. Algunos me decían: te vas a quemar. Pues si la lucha significa quemarme, nos quemaremos. No es una lucha individual. No existe un momento perfecto. Entendamos que el CNE no nos va a dar condiciones electorales, que el TSJ no nos va a dar la razón. ¿Frente a eso qué hacemos? ¿Luchamos o nos paralizamos? Yo creo que hay que luchar. Luchando es que se puede ganar el juego. Ni condiciones ni nada mata el voto. Con Nicolás Venezuela no va a tener paz, porque no reconoce a la otra mitad del país; yo sí las reconozco y las quiero unir. Las condiciones las creamos nosotros. Me preguntan qué voy a hacer ante las condiciones; quiero que se pregunten qué van a hacer ustedes por esas condiciones.

—¿Qué cambió en usted que su discurso se hizo más fuerte?
—Han pasado muchas cosas desde octubre hasta ahora. Hay gente que dice que Chávez también mentía. Sí, había manipulación, pero no era esto. Nosotros quedamos en manos de lo peor. Cuando ves el uso que se le ha dado al cuerpo del Presidente dices: las cosas no pueden llegar a tanto. Darle uso electoral a la muerte. Ante eso, yo tengo que hablar. Creo que el domingo fui el portavoz de lo que millones de personas pensaron y sintieron. Nicolás le mintió burdamente al país durante los últimos meses. No es que haya un cambio, sino que hay que poner las cosas en su lugar. Están violando la Constitución. Lo que están haciendo es indefendible, porque Nicolás no tiene liderazgo. Mantener al país durante tres meses mintiendo y mintiendo. Vi una encuesta en la que casi 90% de los seguidores del Presidente creyeron que iba a regresar al Gobierno. Yo le di el beneficio de la duda al Gobierno. Nosotros no teníamos ni calcomanías ni afiches preparados. Pero cuando ves que se muere el Presidente y horas después ves una gorra que dice Maduro Presidente. ¡Por favor! ¡Qué descaro! Eso yo no me lo puedo tragar. Tengo que decírselo al país para que abra los ojos. 

—¿Y ese discurso, en un momento de duelo, no puede ser contraproducente?
—No me estoy metiendo con Chávez. Esa es la manipulación. Nicolás se está escondiendo detrás de esa situación. Nicolás no quiere debatir. Cometió un error, dijo que si yo me excusaba, él aceptaba el debate. Lo que falta es que me ponga en la autopista con un cartel que diga: yo pido excusas. Yo pedí excusas, a pesar de que no ofendí a nadie. Nicolás es el que mintió. Él y otros voceros, como Ernesto Villegas. Hicimos las excusas porque lo cortés no quita lo valiente. Él cometió ese error, pero él no quiere debatir. 

—¿Por qué tanta insistencia en ese debate?
—Porque yo creo que ahí quedaría claro para un lado y para otro qué le conviene más al país. Yo creo que de ese debate dirán qué les conviene más. 

—El presidente encargado dijo que debatiría con el pueblo, y con la derecha, si es respetuosa. 
—Está bien, una cosa no quita la otra. El debate por supuesto que es en las calles. Más que el debate, el diálogo, el intercambio de propuestas. Creo que eso es una excusa, pero ojo, yo voy a seguir insistiendo en el debate, porque los venezolanos lo merecen. El pueblo chavista lo merece. 

—¿Los votos de ese pueblo chavista se endosan automáticamente a Maduro?
—No lo creo. Es importante recordar al pueblo seguidor del Presidente que el entorno tan criticado, corrupto y nefasto es el que quiere gobernar el país. 

—¿Ese mensaje será una estrategia de su campaña?
—Las estrategias no se develan, si no dejarían de serlo. Pero creo que eso es un mensaje muy importante. Nicolás lleva ya 100 días gobernando. Estos han sido los peores 100 días de los 14 años de gobierno. Vamos a ver en cuanto cierra la inflación. Las cosas en el tema económico están cada día peor. Y el desabastecimiento va a continuar.

—¿Qué diferencias hay entre Nicolás Maduro y Hugo Chávez?
—Siento que el Presidente tenía su proyecto. Nicolás es una mala imitación del Presidente. No creo que Nicolás tenga idea de dónde quiere llevar al país. Nicolás, cuando dice que va a continuar, es de la boca para afuera. No tiene ni idea de para dónde quiere llevar al país. La diferencia está a la vista. No creo que a nadie le cueste. 

—Pero la conexión emocional sigue existiendo…
—Con Chávez. Y es lógico que sea así. A mí me ha dado sentimiento. Chávez fue mi adversario, pero yo no soy de tener enemigos. A mí Danilo Anderson, cuando lo asesinaron, a mí me pegó, y era el fiscal que me perseguía. Esa es mi condición humana. A mí no me contenta la muerte de nadie.

—¿Eso influirá en los votos?
—Yo más que eso veo el poder del Estado, más que el sentimiento por el Presidente. 

—¿Por qué tantos ataques al ministro de la Defensa, Diego Molero Bellavia?
—Yo no he hecho ataques. Yo lo que dije es una gran verdad. Las declaraciones del ministro diciendo que le va a dar en la madre a quienes están en desacuerdo con el proyecto, diciendo que la FAN tiene que trabajar para que Nicolás sea presidente son inaceptables. Son unas declaraciones que violan la Constitución y no recogen el sentimiento de la FAN, porque la colocan en el tema partidista. Sus declaraciones son vergonzosas. 

—¿Por qué se escogió a Henri Falcón para dirigir la campaña? ¿Porque viene del chavismo y puede generar una conexión?
—No… Henri y yo somos muy cercanos en nuestra forma de pensar. En nuestra visión del país y en nuestra gestión como gobernadores hay muchas coincidencias, con el foco en lo social. A Henri le gusta mucho la calle. No es un jefe de campaña de oficina. Y creo que una campaña tan corta requiere de una persona que tenga esa energía, y Henri la tiene. Ha sido un gobernador exitoso. Con eso mandamos un mensaje de que detrás de este proyecto hay personas con gestiones exitosas, que hemos sido alcaldes y gobernadores. Eso es una fortaleza que no tiene Nicolás ni los que están ahí. Henri no está sólo, también está Carlos Ocariz. 

—¿Por qué Ocariz?
—Porque está en sintonía con eso. Ha sido un alcalde exitoso. También volcado al tema social. Carlos es un tipo muy organizado, operativo. Creo que tenemos dos grandes ejecutores, no sólo político sino que hay gestión. También está Ramón Guillermo Aveledo, que es otro tipo de liderazgo y refleja la unidad de los partidos. Hay que incorporar a todo el mundo. 

—¿Cuál será la prioridad de esa campaña en tan poco tiempo?
—Hay que motivar al país y asumir que arrancamos con casi 7 millones de personas, y contrastar: Nicolás y sus mentiras, y la verdad. 

-—¿Cómo será esa campaña en los estados en los que la oposición perdió las gobernaciones?
—Ya están montados los equipos. Creo que eso ayuda en términos de la operatividad, pero nuestro voto no depende de si tenemos gobernadores o alcaldes. Nuestro voto nunca ha sido sobre la base del chantaje, de la presión o del miedo. En Mérida no teníamos gobernador, y ganamos. Mérida se ganó porque se movilizó y votó por nosotros. Nosotros hicimos actos multitudinarios en ciudades donde los alcaldes no eran nuestros. Tener el gobernador no determina, aunque sí facilita en lo operativo. Pero nuestro voto es mucho más espontáneo que otra cosa. Este 14 de abril vamos a mejorar nuestra movilización. El 7 dejamos mucho a la espontaneidad. 

—Una de las prioridades para el 7-O era ir a los sitios en los que domina el oficialismo. ¿Esta vez será igual?
—No hay tiempo. Voy a darle, si tengo chance, vuelta y media al país. Ya continuaré con mi pueblo a pueblo como presidente. Eso a mí me gusta demasiado. 

—¿Esta vuelta y media es con actos masivos? ¿Descarta los casa por casa?
—No hay oportunidad de hacer casa por casa. Imposible. El casa por casa es maravilloso porque escuchas a la gente. Los 10 días de campaña voy a hacer 2 estados por día y, de aquí al 1° de abril, probablemente haga 10 o 12 estados. 

—¿Será una campaña más mediática?
—Claro; no es porque no estemos esforzándonos, sino que los medios nos permiten llegar a más personas en menos tiempo. Estaré en programas especiales y en los estados visitaré programas regionales. No hay tiempo, esa es la realidad. 

—¿Qué exigir al CNE y cómo mejorar en la defensa del voto?
—Ahí está encargada Liliana Hernández y Carlos Vecchio, que serán los enlaces con el CNE. Sabemos lo que hay que hacer. Por eso es tan importante que la gente se incorpore. La defensa del voto no se hace sólo con los partidos políticos, sino que necesita que todo el que quiera un cambio se ofrezca como voluntario. 

—¿No es riesgoso centrar la estrategia en que la gente se anime a ir?
—No, nosotros nos estamos montando. Tú puedes tener 5.000, pero es mejor tener 10.000. En las elecciones del 16 D estuve llamando, yo a coordinador por coordinador. No te imaginas el impacto que eso genera al coordinador. Les decía: hermano, cuento contigo mañana; no me falles. Eso hay que hacerlo. Eso no se hizo el 7 de octubre. Yo admito que hubo fallas. Las dudas que existen con respecto al CNE no generarán abstención. La gente está clara que vamos contra todo el poder. Hubo un punto de quiebre, que se entienda que no es una lucha por ganar o perder, es que tenemos que luchar. La gente dio un paso hacia adelante y entendió que es una lucha. Si se logra lo que quiero que se logre, independientemente del resultado, el efecto será muy distinto al del 7 de octubre. Lo que quiero es que el 15 de abril, independientemente del resultado, estemos de pie. 

—¿La gente creerá que otro gobierno garantizará esa tranquilidad? La inseguridad siempre ha existido. 
—Pero está peor que nunca. No digo que sea culpa de una persona, pero es responsabilidad del Gobierno. Si se le pregunta a la gente de quién es la responsabilidad, te dice que es del Gobierno, no del Presidente. Y volvemos a lo mismo: Nicolás es el entorno. Usted es el responsable. Ellos tienen 14 años en el Gobierno y forman parte del fracaso. Yo estoy planteando un cambio en el país, creo que estamos en un momento histórico para lograrlo. Hay que hacer muchas cosas: es el trabajo de la policía, la Fiscalía, la recuperación de los tribunales, de los espacios públicos, el cambio de leyes. Hay mucho que hacer, o lo hacemos o no lo hacemos. Mi apuesta es hacerlo. Los países llegan a puntos de quiebre: o vamos por aquí o seguimos por aquí.

Los tres pilares del mensaje

El discurso de Henrique Capriles Radonski en la campaña presidencial será directo y sencillo, debido a que se trata de una campaña muy corta. Para demostrar por qué deben votar por él, el mensaje del candidato se apoyará en tres pilares. 
“Primero, que puedas dormir tranquilo, eso significa seguridad, que si tus hijos están en la calle tú puedas acostarte a dormir tranquilo en tu casa, que no habrá una balacera en el barrio. Que cuando salgas del trabajo, a las once de la noche, puedas ir a caminar, a pasear por ahí”, explicó. 

El segundo punto es “poder comer”, que las personas tengan sus alimentos, que los consigan a buen precio, y en que en los abastos o los automercados puedan comprar todo lo que quieran, sin que haya desabastecimiento. Para lograrlo, indicó Capriles, hay que reactivar el campo, que cuenta con más de 30 millones de hectáreas productivas. Aseguró que también es necesario detener las expropiaciones que, opinó, destruyeron el campo. “No conozco un caso de una expropiación exitosa”, dijo.
“Lo tercero, que tengas recursos en el bolsillo, platica para que puedas vivir como quieras vivir. Si el país se pone a producir, eso significa que los venezolanos vamos a estar mejor. Tenemos una bonanza petrolera que podemos aprovechar. Tenemos que empezar a invertir. En Brasil, 30 millones de personas salieron de la pobreza. Dejaron de ser pobres y hoy son compradores de bienes y servicios. Eso ocurrió porque se generaron 16 millones de empleos”, agregó el aspirante presidencial. 

Hacia la economía social

Henrique Capriles Radonski opina que Venezuela debe tener un modelo económico tipo Brasil, no como el de Cuba. Aseguró que si gana las elecciones, se generarán condiciones favorables para ese cambio de modelo. 
“Yo creo en una economía orientada a lo social. Cuando hablamos de economía debemos tener la pobreza como eje para tomar las decisiones, porque el problema más grave es la pobreza”, expresó.

Explicó cómo lograrlo: al asumir la Presidencia suspenderá los regalos al exterior, que rondan –dijo– los 7 millardos de dólares al año. 
“También hay un problema con las importaciones ficticias, como 15.000 millones de dólares. No era necesario devaluar, la devaluación le genera como 14.000 millones de dólares adicionales al Gobierno. Metiéndole la lupa a las importaciones resolvías el problema de la devaluación. El año pasado fue el de mayor gasto público y de importaciones en la historia del país. Ahí tienes 2 medidas que generan caja”, agregó.

El candidato dijo que, además, acabaría con las expropiaciones. Anunció que revisará, caso por caso, cuáles empresas expropiadas funcionan. Propuso entregarlas a los trabajadores: “Puede haber una suerte de empresa mixta en la que los trabajadores sean los accionistas y el Estado tenga un tipo de conducción hasta que la empresa se normalice”. 
Aseguró que su gobierno no podrá levantar ni el control de cambio ni el de precios en productos de la cesta básica hasta que genere confianza. 
“¿Qué hace China? Los subsidios son al productor. No fija control de precios, sino que pone a competir a los productores. Si el productor más grande vende un producto a dos y el pequeño a cuatro, los chinos se lo compran al pequeño a cuatro y los vende a dos. Nunca hay desabastecimiento porque nadie produce a pérdida. Aquí producen a pérdida y el Gobierno termina importando todo”, añadió.

Capriles dijo que también se debe aumentar la producción petrolera a 3,5 millones de barriles diarios, ya que en la actualidad no llega a 3 millones. “Por eso quiero debatir. ¿Quién duda que puede venir otra devaluación? Nicolás fue el que metió el paquetazo. Yo no me creo que el Presidente, convaleciente, haya aprobado el paquetazo. Defiendo a Chávez en eso. Los que conocimos al Presidente, sabemos que no hacía eso”, señaló. 

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