¡Esta es la calle que nos interesa!
No es este el tiempo de las grandes concentraciones, ni de las barricadas voluntaristas: Este es el tiempo de las movilizaciones en variado formato (medianas, pequeñas y aun muy pequeñas) que sean capaces de llegar hasta el último rancho del ultimo barrio, hasta el último caserío del último municipio rural
El 26 de agosto (es decir, después de la salida de Ramón Guillermo Aveledo de la Secretaria Ejecutiva de la Mesa de la Unidad Democrática y antes de la designación de Jesús Torrealba en esa misma responsabilidad), los partidos que integran la alianza opositora aprobaron POR UNANIMIDAD un documento que define el objetivo de la alianza opositora y la estrategia para alcanzarla.
El objetivo
De acuerdo a este documento, el objetivo de la MUD es lograr en Venezuela “un cambio político urgente, no sólo de gobierno sino de modelo”. La palabra “urgente” en esta definición no fue incluida para complacer impaciencias o voluntarismos, sino para establecer sintonía con el sentido de urgencia de la ciudadanía para la que la prolongación de la crisis implica poner en riesgo su puesto de trabajo, su salud y hasta su vida.
Cómo hacerlo
La estrategia de la MUD (también aprobada POR UNANIMIDAD) para alcanzar ese objetivo es definida como “democrática, constitucional, electoral y pacífica”, y se concreta en la unión de pueblo con pueblo para construir una nueva mayoría, muy amplia, producto de la sumatoria del pueblo que siempre ha estado en contra del proyecto autoritario con los crecientes sectores del chavismo descontento.
Para el logro de ese objetivo, para la ejecución de esa estrategia, la alianza democrática enfrenta el reto de reinventarse. No es lo mismo hablarle al que piensa igual que uno que hablarle al que hasta hace muy poco pensaba distinto, y que todavía por cierto no coincide con nosotros, aunque si está en abierto desacuerdo con el gobierno. Redefinir el discurso opositor es, entonces, esencial.
Para poner un ejemplo claro, el ciudadano opositor que ante la protesta de unos ciudadanos humildes, simpatizantes oficialistas, en vez de solidarizarse con ellos les suelte la conocida frase: “Quien los manda, sigan votando rojo…”, no está en la estrategia de la Unidad. La estrategia unitaria busca sumar al chavista descontento. Y eso no se logra mostrando indiferencia (y menos aún, hostilidad) a quien deberíamos atraer e incorporar.
Para el logro de ese objetivo, para la ejecución de esa estrategia, la alianza democrática enfrenta el reto de reinventarse. No es lo mismo hablarle al que piensa igual que uno que hablarle al que hasta hace muy poco pensaba distinto, y que todavía por cierto no coincide con nosotros, aunque si está en abierto desacuerdo con el gobierno. Redefinir el discurso opositor es, entonces, esencial.
Para poner un ejemplo claro, el ciudadano opositor que ante la protesta de unos ciudadanos humildes, simpatizantes oficialistas, en vez de solidarizarse con ellos les suelte la conocida frase: “Quien los manda, sigan votando rojo…”, no está en la estrategia de la Unidad. La estrategia unitaria busca sumar al chavista descontento. Y eso no se logra mostrando indiferencia (y menos aún, hostilidad) a quien deberíamos atraer e incorporar.
Movilización es calle
Pero no es el área del discurso, del mensaje, la única que debe ser reinventada por la militancia y la ciudadanía opositora: Además debemos modificar urgentemente los mecanismos para hacer que ese mensaje llegue adonde nos interesa que llegue. En efecto, descartada la “política mediática” como forma de ejercicio político, no sólo porque se haya cobrado conciencia de que eso es una perversión, sino porque sencillamente no hay medios para ese tipo de práctica debido a la hegemonía comunicacional oficialista y la autocensura, el único mecanismo que queda para la transmisión del mensaje es la MOVILIZACIÓN. Y movilización implica “calle”. Hay que definir entonces QUE TIPO DE CALLE NOS INTERESA, para avanzar en la implementación de nuestra estrategia en procura del objetivo aprobado.
Convencer al pueblo
Como esa estrategia consiste en ir al encuentro del descontento social, de poco nos sirve esa versión de “la calle” que se expresa en las grandes concentraciones opositoras, que terminan siendo grandes “reuniones familiares”, concentraciones de los ya convencidos. Tampoco nos sirve la otra versión de la calle, la calle violenta, esa que el gobierno aprovecha para hacer uso y abuso de la violencia legal e ilegal. Esa calle no nos sirve porque en esa versión de la calle no hay pueblo. En la calle violenta lo que hay es vanguardias, policías, guardias nacionales, infiltrados y paramilitares oficialistas mal llamados “colectivos”, y esos actores no nos interesan. A nosotros nos interesa la calle con pueblo, y sobre todo CON PUEBLO POR CONVENCER.
Construir empatía
Teniendo claro ya cual es la calle que nos interesa, queda claro también entonces cual es el tipo de movilización que debemos realizar. No es este el tiempo de las grandes concentraciones, ni de las barricadas voluntaristas: Este es el tiempo de las movilizaciones en variado formato (medianas, pequeñas y aun muy pequeñas) que sean capaces de llegar hasta el último rancho del ultimo barrio, hasta el último caserío del último municipio rural. Y debemos llegar allí, donde pocos llegan, donde muchos viven, con una palabra de solidaridad, con un mensaje de esperanza, con un oído presto a escuchar y aprender. No se trata de movilizaciones para “impactar con simpatía” sino para CONSTRUIR EMPATÍA.
A la calle
convocamos
en paz
convocamos
en paz
El nuevo tipo de movilización de la Alternativa Democrática es nuevo no solo en su forma, sino en su naturaleza y propósito: Esta movilización no es solo vehículo propagandístico, sino también herramienta para la construcción de tejido social, de organización popular. Esta movilización es para organizar tejido social. Responde no solo a la necesidad electoral de la oposición, sino a la necesidad social del pueblo de ponerse en condiciones para enfrentar con mas eficiencia la crisis económica, la coflictividad social y el deslave político, inherentes al Diosdado-Madurismo…
En eso estamos. Ese es el momento actual de nuestra lucha. A esa calle convocamos. En paz.
Para la paz. Para construir entre todos u país que de verdad sea de todos.
¡Palante!
En eso estamos. Ese es el momento actual de nuestra lucha. A esa calle convocamos. En paz.
Para la paz. Para construir entre todos u país que de verdad sea de todos.
¡Palante!
CRÓNICAS UNITARIAS
**** EN CUMANÁ: Nos reunimos con más de doscientos dirigente de la MUD regional y de las MUD municipales. EN CARIACO: Asistimos al Encuentro Nacional de Luchadores Sociales. EN RÍO CARIBE: Acompañamos al lanzamiento de la Karla Andreina Malave, viuda de nuestro asesinado alcalde Enrique Francesqui, como candidata a la alcaldía del Municipio Arismendi del Estado Sucre. EN PORLAMAR: Juramentamos al nuevo Secretario Ejecutivo de la Mesa de Unidad Democrática de Nueva Esparta, el compatriota Manuel Antonio Narvaez. EN NAGUANAGUA: Conocimos la experiencia de las Casas de la Alegría, centros de organización y educación popular. EN EL SUR DE VALENCIA: Asistimos a una reunión de 400 dirigentes populares en la Parroquia Miguel Peña. EN EL NORTE DE VALENCIA: Asistimos a una nutrida y combativa Asamblea de Ciudadanos en La Trigaleña. EN CARACAS: Asistimos a la Caminata por la Paz y a la Asamblea Popular Contra la Violencia, el 18/O
#LaMudPaLaCalleConElPueblo!
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