El chavismo estrangula a uno de los últimos diarios independientes
La Nación
CARACAS.- "Aquí estamos otra vez. Creyeron que nos iban a callar." El primer editorial deTeodoro Petkoff, en el lanzamiento de su diario Tal Cual, parecería escrito ayer mismo. Pasaron 14 años y la principal noticia de aquel día ("La cosa está que arde") también resume la Venezuela de hoy. La gran diferencia es el histórico "Hola Hugo", con el que el intelectual progresista saludaba al ahora "comandante supremo". Es el único cambio.
Tal Cual sigue hoy en pie de guerra informativa, como todos los días de su vida. Pero esta vez lo hace al borde de la "terapia intensiva", como cuentan en su redacción. El maquiavelismo económico del chavismo lo estranguló de tal manera que al diario sólo le restan seis días de papel, aunque negociaciones de última hora podrían estirar su agonía por lo menos unos cuantos días más.
"Estoy con las mismas ganas de seguir en la calle", dijo Petkoff a LA NACION, pese a sus 83 años, una salud débil y la persecución sin contemplaciones de la revolución. Así fue desde el primer día, cuando el Movimiento al Socialismo (MAS), partido creado por el ex guerrillero comunista, decidió apoyar a Hugo Chávez al final del siglo pasado, lo que provocó su renuncia. Fue el principio de muchos desencuentros, algunas negociaciones secretas y la toma de postura de los más cercanos. Como Gabriel García Márquez, el gran amigo colombiano de Petkoff, que jamás congenió con Chávez, pese a su cercanía con Fidel Castro. "Gabo le creyó a Teodoro, no a Chávez", resume Xabier Coscojuela, jefe de redacción de Tal Cual y hombre de confianza del editor.
Diosdado Cabello, jefe militar del chavismo, tomó el relevo luego de convencer a una jueza para que castigara a Tal Cual por un artículo de opinión. Petkoff se debe presentar todas las semanas al juzgado, pese a su precario estado de salud. Incluso fue amenazado por el tribunal con meterlo preso por irrespetuoso.
"Tal Cual ha sido víctima de una política de acorralamiento. Cuando golpean a un diario o a un periodista, golpean al conjunto de la sociedad venezolana", se quejó ayer Carlos Correa, director de Espacio Público, que se solidarizó con la redacción.
"Lamentamos que la única respuesta del gobierno ante las solicitudes de los medios impresos haya sido crear la Corporación Maneiro para monopolizar la importación y distribución del papel y actuar discrecionalmente al decidir a quién se le da y a quién no", denunció Marco Ruiz, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa.
En su búsqueda de la hegemonía comunicacional, el chavismo usa diversas tácticas, entre ellas estrangular a los diarios impidiendo la importación del papel. Tal y como describe Ruiz, el gobierno decide a quién le da papel.
De hecho, los diarios públicos inundan las calles todos los días. En esta semana, el último artículo de Fidel Castro y voluminosos especiales sobre Evo Morales ocupaban tanto espacio como un número de Tal Cual, que sólo puede publicar 12 páginas de lunes a sábados.
La asfixia económica se prolonga con la no inclusión de publicidad institucional, la más fuerte en Venezuela, y con amenazas veladas contra los anunciantes privados.
Desde el año pasado, con Maduro en el poder, el oficialismo usó a empresarios enriquecidos durante la revolución para comprar diarios tan importantes como Últimas Noticias (el más leído), El Universal (el de mayor cantidad de seguidores en Twitter en América latina) y el económico El Mundo. Ya no quedan canales independientes y las radios languidecen. El chavismo también compró el sitio web más popular y estira sus tentáculos en las redes sociales.
"Tal Cual nos permite expresar la realidad, las historias de un país que se ha ido deteriorando", explica Emily Plasencia (23), una de sus periodistas. "Las realidades que ya muchos medios no pueden contar", añade Melani Delgado (23).
El diario de Petkoff, con fama de ser cantera de buenos periodistas, está en pie de lucha con sus palabras. "Pase lo que pase, yo voy a estar aquí haciendo mi trabajo", adelanta Génesis Hernández (22). De acabarse el papel, la dirección del diario se plantea seguir únicamente en Internet.
Los ataques del gobierno y la crisis económica golpean de lleno a sus trabajadores. Muchos sólo cobran el salario mínimo en una redacción reducida al mínimo indispensable para seguir saliendo. "Esto no se aguanta", se queja Yosselyn Torres (34), periodista política y delegada sindical. "Seguimos adelante con la esperanza de que cambie la situación y se recuperen los espacios", concluye Lorena Marcano (39)
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