ANTONIO DE LA CRUZ
Director Ejecutivo
Interamerican trends
La caída de los precios del crudo en los mercados internacionales durante los últimos cuatro meses generaría un impacto en los ingresos de divisas a la economía venezolana y un desequilibrio fiscal en las cuentas del Gobierno de Nicolás Maduro del cuarto trimestre de este año y en el próximo 2015.
Los precios del crudo marcador mundial Brent y de los Estados Unidos, West Texas Intermediate (WTI), cerraron en $83,32 y $80.74 el barril en las transacciones de ayer en Londres y New York.
El precio más bajo desde el 2012. Si el mercado continúa a la baja (bear market) el WTI podría alcanzar un valor por debajo de los $75 en el último trimestre del 2015, de acuerdo al análisis de confianza de crudo a futuros NYMEX.
La demanda mundial de crudos y productos ha venido desacelerando fundamentalmente por el "mediocre crecimiento económico global" (Christine Lagarde). "La economía mundial es hoy más débil que hace seis meses y el panorama no parece alentador", afirmó la directora del Fondo Monetario Internacional(FMI) en la reunión anual del FMI y Banco Mundial (BM) que finalizó el pasado domingo. La Agencia Internacional de Energía (AIE) con sede en París, antier, redujo su pronóstico de crecimiento de la demanda petrolera para este año en 22%. Ahora proyecta que la demanda en el 2014 subirá apenas 700 mil barriles por día (kbd), 200 kbd por debajo de lo previsto inicialmente.
En cuanto a la oferta, el crecimiento de la producción
mundial de petróleo es liderada por los Estados Unidos. La extracción de petróleo de esquisto alcanza 4 millones de barriles diarios (mbd) desde el 2010. Y, la producción de crudo promedio total incrementa 1,1 millones barriles día adicionales al 2013, para ubicarse en 8,54 millones barriles día este año.
Cabe resaltar que después de una década, el pasado 27 de septiembre ConocoPhillips envío el primer cargamento de crudo a Corea del Sur desde Alaska.En los países integrantes de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), la producción alcanzó en septiembre su punto más alto en más de un año: 30,474 millones barriles día. En el que Irak agregó 134 mil barriles día y Libia 250 mil barriles día. Asimismo, Arabia Saudita ha incrementado su producción promedio este año en 107 mil barriles día para un total de 9,7 millones barriles día. Adicionalmente, Libia está bombeando actualmente 925 mil barriles día, la producción más alta en los últimos 14 meses.
Por lo tanto, hoy en el mercado existe un excedente alrededor de 700 mil barriles día.
Una situación (equilibrio de la oferta-demanda) que la OPEP ha manejado primordialmente a través del recorte de producción de Arabia Saudita.
Sin embargo, en la nueva geopolítica de la energía los países árabes del golfo pérsico han decidido asegurar los mercados del lejano oriente e India. Y, demostrar que dominan el negocio petrolero a través de mejores precio por los crudos livianos y medianos arábigos, desatando una guerra de precios.
Arabia Saudita (Saudi Aramco) la semana antepasada disminuyó en $1 el precio de su barril de petróleo para los asiáticos y 40 centavos de dólar al mercado americano. Lo que obligó a la compañía nacional de petróleo iraní a igualar el precio saudita, que anteriormente Irán ya había rebajado para los compradores orientales. Asimismo, los kuwaitíes ofrecerían descuentos en contratos de 10 años con la empresa china Sinopec y amarrarían ventas para el 2015 con la refinería filipina Petron. Iraq, también, rebajó por debajo del precio del mediano árabe su crudo el basra liviano para sus clientes asiáticos ante el riesgo de suministros por el conflicto con los insurgentes del Estado Islámico (ISIS). Pareciera que en estos momentos los orientales tienen las ofertas de fin de verano.
Por ello, las declaraciones del ministro de petróleo kuwaití Ali al-Omair que el mercado sabría vivir con precios de $80 el barril, y que podrían estabilizarse entre $76-77, el costo de producción de un barril en Estados Unidos y Rusia. La señal fue muy clara.
Lo que ha venido ocurriendo es que la revolución de los hidrocarburos de esquisto ha desplazado en los mercados parte de la producción de petróleo convencional, por lo que los países del golfo ven una gran amenaza.
Un ejemplo es los Estados Unidos, el suministro de crudo de Arabia Saudita ha caído en un promedio año 369 mil barriles día (2014), llegando a colocar 947 mil barriles día la semana del 3 de octubre.
Sin embargo, el resultado en esta guerra de precios para asegurar los mercados de China, Japón, Corea del Sur e India crea desequilibrios en las finanzas de las economías de los países miembros de la OPEP.
El Wall Street Journal publicó la semana pasada un estudio que indicaba el precio del barril del crudo de cada país para balancear los presupuestos respectivos.
De allí, que el pasado 11 de octubre Venezuela hiciera una llamada urgente a los países miembros de la OPEP a una reunión adelantada a la pautada el 27 de noviembre para tratar la crisis de los precios. Lo que no tuvo acogida.
Los grandes actores del mundo petrolero se enfrentan a los insurgentes -productores de esquisto y arenas bituminosas- para asegurar los mercados que antes consideraban seguros. El precio es el arma que utilizan para detenerlos. Podrían lograrlo, sin embargo como en toda guerra habrá bajas y ojalá no sean los países que dependen más de los ingresos petroleros como Irán y Venezuela. Sin descartar a Rusia que la crisis de precios de 1985 contribuyó al colapso de la Unión Soviética.
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