viernes, 14 de agosto de 2015

Soluciones (III)

Eduardo Fernández

Además de la crisis política y de la crisis económica a las cuales me he referido en mis dos últimos artículos en este mismo espacio, Venezuela está atravesando una crisis social muy grave
Además de la crisis política y de la crisis económica a las cuales me he referido en mis dos últimos artículos en este mismo espacio, Venezuela está atravesando una crisis social muy grave.

La crisis social la caracterizo en términos muy simples: hay demasiada gente pobre entre nosotros. Demasiadas familias que no cuentan con lo indispensable para sostener una vida digna. Demasiados compatriotas que no cuentan con lo indispensable para sobrevivir decorosamente. Demasiados jóvenes que no tienen oportunidades ni esperanzas.

Eso no es justo. Además, es indignante, sobre todo si tomamos en cuenta la inmensa riqueza que nos ha proporcionado el petróleo.

“El pueblo está bravo”, dije yo el 5 de julio de 1987 en el Congreso Nacional. Una de las razones por las que el pueblo estaba bravo era precisamente por la injusta distribución de la riqueza y de las oportunidades.

Hoy, después de un proceso llamado revolucionario que se supone que tuvo como propósito central resolver esa situación de injusticia en la distribución del ingreso y de las oportunidades, la situación de pobreza vuelve a afectar a más de la mitad del pueblo venezolano.

¿Cuál es la solución? La solución es una combinación de educación con crecimiento económico.

Para que haya crecimiento económico tiene que haber inversiones. Las inversiones van a generar oportunidades de trabajo. Empleos modernos, bien remunerados, productivos, estables. Lo que la Organización Internacional del Trabajo llama empleos decentes. Pero para poder acceder a esos trabajos decentes hay que tener una capacitación adecuada.

Por eso es que la lucha para superar la pobreza debe tener como instrumento fundamental un esfuerzo que lleve educación de calidad a todos los sectores de la población, especialmente a los sectores más pobres.

La pobreza no se resuelve regalándoles dinero a los pobres. La pobreza se resuelve enseñándoles a los pobres a dejar de serlo y capacitando a los jóvenes para que puedan asumir esos empleos que deben generar las inversiones que tienen que hacerse para estimular el crecimiento económico.

Hacer de la educación la prioridad nacional. Caer en cuenta de que la educación es más importante que el petróleo.

Garantizar escuelas excelentes a todos nuestros niños. Asegurar maestros bien pagados, bien preparados y bien actualizados es lo que tenemos que hacer si queremos construir un país moderno y con igualdad de oportunidades para todos.

Seguiremos conversando.

Eduardo Fernández
@efernandezve

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