viernes, 9 de junio de 2017

LA FISCALA

ENRIQUE VILORIA V.

En su afán por poseer una identidad propia y diferenciarse de los demás, el ser humano – por decisión propia o impuesta por la autoridad civil – ha adoptado apellidos de diferente naturaleza y origen, propiciando además el surgimiento de los estudios heráldicos.
A estos efectos, el hombre porta apellidos que pueden ser patronímicos: Fernández, Gómez, Álvarez; toponímicos de naturaleza rural: Ríos, Otero, Valle, Pino, Collado, o bien de naturaleza urbana: Plaza, Puente, Iglesias, Calleja.
Por supuesto, que los oficios también han servido igualmente para identificar al hombre y a su familia: Escribano, Zapatero, Carretero, Alcalde, Herrero. La obligada conversión de los judíos marranos al catolicismo obligó al converso a tomar apellidos de colores: Dorado, Plata, Rosado, Blanco o Rojo; así como otros provenientes de virtudes teologales: Amor, Morales, Caridad o de santos: Santana, Santamaría, Sampedro.

Los animales también han prestado su concurso para ser usados como apellidos: Conejo, Vaca, Garzón, Cordero, León o Toro. Según el DRAE – que casi todo lo sabe en lo concerniente a la lengua española -, Ortega es un ave del orden de las columbiformes, muy parecida a la ganga. Y los ornitólogos, por su parte, precisan que la Ortega o Churra o Cortega o Corteza es un ave muy común en España y corre más que vuela.

Pero resulta y ocurre que en la bolivariana patria tenemos una Ortega que antes corría – obediente – para cumplir pronta y eficientemente las órdenes e instrucciones recibidas de parte del Comandante Supremo y Eterno, pero como reza el dicho popular: muerto el perro, muerte la sarna; ahora nuestra Ortega quiere volar -  libertaria y protestona- aunque sea bajito para denunciar los desmanes, las insensateces, las locuras, los desvaríos, del ignaro Designado.

Ya están previstos los perdigones que nuestra Gloriosa Guardia Nacional Bolivariana disparará contra la antigua paloma roja – rojita, tachada hoy por sus anteriores camaradas y compatriotas de traidora, renegada, perjura, insidiosa, ingrata e intrigante, así como de loca, chiflada, desequilibrada, trastornada, perturbada. Todo por su sobrevenido deseo de hacer cumplir la Constitución y las leyes de la República, y sus denuncias sobre la brutal represión que sufren los opositores venezolanos que se oponen a la convocatoria de una Asamblea Constituyente sectaria y amañada. ¡Entendemos que para eso fue designada!

Mucho cuidado Fiscala en su vuelo orteguiano, guillo con eso, mosca, ojo avizor y pelao, recuerde que, si no dispara la Guardia o la Policía Nacional Bolivariana, siempre están los otros sicarios del régimen prestos a defender – a tiro limpio - lo indefendible, pregonando en pintas y grafitis que:

¡A toda Fiscala le llega su colectivo bolivariano!

   



   

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