domingo, 18 de junio de 2017

Leonardo Vera: “El país va a tener un mal final de año”

“Pdvsa debe pagar más de 3.600 millones de dólares en intereses y capital y no ha recibido un solo dólar”



El especialista cree que el Gobierno tendrá que seguir recortando las importaciones en los próximos meses, por lo que aumentará la escasez; por eso acelera la activación de la Asamblea Nacional Constituyente
El economista Leonardo Vera considera que el Banco Central de Venezuela no ha dicho si sufrió un daño patrimonial o no, en lo que atañe a la operación financiera que acaba de hacer con el banco de inversión norteamericano Goldman Sachs.
“Si ese título estaba asentado en el balance del BCV a un precio de 2.800 millones de dólares, y tuvo que venderlo a 800 millones, el patrimonio del BCV debe reflejar una pérdida; es decir, hay un daño patrimonial a la nación. Ese es un tema que debe ser investigado, pues las autoridades del BCV deberían explicar esta situación”, dice el profesor de Economía en la Universidad Central de Venezuela.
“Necesitamos reconstruir las reservas internacionales”

EL ESCÁNDALO DE GOLDMAN SACHS

El pasado mes de abril el Gobierno no se declaró en “default”; logró honrar sus compromisos de deuda en lo que se refiere al pago de los bonos de Petróleos de Venezuela, pero a última hora tuvo que recurrir a la banca de inversión Fintech para poder completar los pagos. ¿Qué nos dice ?
— En los últimos meses Venezuela ha estado sometida a una carga de compromisos por deudas que asumió años atrás, cuyos vencimientos se han acumulado justamente desde el año 2013 en adelante, y la mayor parte de esa concentración la encontramos a finales del año pasado. Entre septiembre y diciembre de 2016 se pagaron más de 5.000 millones de dólares en vencimientos de deuda de la República y de Pdvsa.
El Gobierno sabía, porque efectivamente conoce de ese cronograma de pagos —como lo conocen también las agencias financieras—, que tenía que hacer ese fuerte desembolso entre abril y mayo de este año por un monto de unos 5.000 millones de dólares, otra vez deuda de la República y deuda de Pdvsa. Conseguir el dinero para honrar esos compromisos se veía muy cuesta arriba, y de hecho los bancos de inversión volvían a acariciar la idea de un “default” en Venezuela en el primer trimestre del año.
¿Qué hizo el Gobierno?
— Esencialmente lo que ha venido haciendo desde el año 2012: reducir las importaciones. Al hacerlo puede acumular más dólares petroleros, y con esos dólares petroleros asumir todos estos compromisos con el mercado financiero internacional. En el primer trimestre del año las importaciones estuvieron en alrededor unos 300 millones de dólares.
Si tú comparas eso con cualquier mes del año 2012, en momentos en que se asignaban entre 3.500 y 4.000 millones de dólares por mes, estaríamos hablando de que esa es sólo una cuarta parte de las asignaciones que se hacían unos cuatro años atrás. Por lo tanto, el Gobierno, para poder asumir estos compromisos ha tenido que hacer un espacio enorme, reduciendo drásticamente las asignaciones de divisas. Ese es el principal vehículo a través del cual el Gobierno ha conseguido recursos.
Por otro lado sabemos que el Gobierno ha recurrido a otras operaciones de ingeniería financiera, entre las cuales la de Fintech es una más. La de Fintech consistió en un canjeo de “swap” o de recompra y en donde tú vendes un activo y después lo recompras a un precio mucho mayor. Por supuesto, quien te financia se lleva una tajada grande. En este caso fue este banco de inversión llamado Fintech. Pero esto tipo de operaciones se están viendo cada día más. Es decir, el Gobierno está recurriendo a los muy pocos activos que puede vender en dólares en el exterior con unos grandes descuentos.
“El título se le vendió a un intermediario que se lleva una comisión, que por estimaciones preliminares se cree que pudo haber estado en el 10 % de la transacción”
¿Usted alude a la operación que se viene de hacer con Goldman Sachs, que fue objeto de todo tipo comentarios?
— Esa fue una operación muy oscura, porque se hace con unos títulos que cuando salieron en el 2014 mucha gente los vio con escepticismo, porque no salieron al mercado primario. Simplemente fueron unos títulos en dólares que emitió Pdvsa. Se supone que se los cedió al Banco Central de Venezuela (BCV) como parte del pago de una deuda enorme que tiene Pdvsa con el BCV.
Me explico: Pdvsa se está financiando día a día con bolívares que emite el BCV. Esta es una situación que viene pasando desde hace unos tres o cuatro años. El monto de esa deuda con el BCV es millonaria. El BCV ha venido acumulando esos papeles que tiene registrados en sus balances. Se trata de un papel que no tiene precio en el mercado secundario. De pronto es vendido a través de un intermediario, quien inmediatamente lo revende a Goldman Sachs.
La sorpresa de esta negociación es el descuento con el cual el BCV vende este título. Lo vende con un descuento enorme de 70 %, lo que implica, para un título que vence en el año 2022 que paga una tasa de interés de 6 %, un rendimiento para este banco de inversión de 45 %. No hay ningún título en los mercados emergentes que tenga un rendimiento de ese nivel. Entonces, eso ha llamado mucho la atención.
Lo otro que llama la atención es que si el título no se negoció en el mercado secundario, ¿por qué no se le vendió directamente a Goldman Sachs? Se le vendió a un intermediario que se lleva una comisión, que por estimaciones preliminares se cree que pudo haber estado en el 10 % de la transacción, lo cual, de ser cierto, sería un escándalo. De modo que hay mucha oscuridad alrededor de esta transacción.
Por otro lado está el tema de que el BCV no ha dicho si sufrió un daño patrimonial o no, porque si ese título estaba asentado en el balance del BCV a un precio de 2. 800 millones de dólares, y tuvo que venderlo a 800 millones, el patrimonio del BCV debe reflejar una pérdida; es decir, hay un daño patrimonial a la nación. Ese es un tema que debe ser investigado, pues las autoridades del BCV deberían explicar esta situación.
Asimismo, está el tema de cómo queda Pdvsa en todo esto, y la respuesta es que Pdvsa queda con una deuda de 2.800 millones de dólares con Goldman Sachs, que antes sólo tenía con el BCV, y que podía saldarla tarde o temprano, incluso, en bolívares, ya que se trataba de una deuda entre dos entes de la República.
Ahora la deuda se convirtió, irreversiblemente, en deuda externa, y hay que pagarla en dólares durante los años 2020, 2021 y 2022, más los intereses, lo cual quiere decir que Pdvsa debe pagar más de 3.600 millones de dólares en intereses y capital y no ha recibido un solo dólar. Porque los 800 millones de dólares no fueron sino al BCV, a los fines de honrar algún tipo de compromiso, por ejemplo, con el Dicom, como suponen algunos. También se ha dicho que son para pagarle unas ciertas armas que se deben a Rusia, como lo anunció el presidente Nicolás Maduro.
“Frente a un escenario de muy mal cierre de año por los inmensos compromisos que hay que pagar entre octubre y noviembre, más de 3.200 millones de dólares”
¿Cómo se prepara el Estado para honrar el otro tramo de bonos de la deuda externa que se pagan en el mes de noviembre?
— Esa es una buena pregunta, porque tiene que ver con el hecho de que el Gobierno está acelerando, desde el punto de vista político, la celebración de la Asamblea Nacional Constituyente, y está poniendo como fecha julio, porque, supongo yo, el Gobierno sabe que a partir de agosto y septiembre va a tener que acumular recursos otra vez para poder hacerle frente a los compromisos que tiene en octubre y noviembre.
Es decir, el Gobierno sabe que el país va a tener un mal final de año, porque eso significa volver a recortar importaciones, volver a incrementar la escasez, seguir paralizando la economía por falta de insumos, repuestos, partes automotrices, materia prima. De modo que frente a un escenario de muy mal cierre de año por los inmensos compromisos que hay que pagar entre octubre y noviembre, creo que son más de 3.200 millones de dólares, el Gobierno trata de buscar una salida política con esta propuesta de la ANC.

EL “NUEVO” MERCADO CAMBIARIO

¿Por qué, a su juicio, el Gobierno no recurre al Fondo Monetario Internacional para un financiamiento?
— Bueno, hay varias razones para esto. La primera es que para la estructura de pensamiento de la izquierda tradicional, acudir al FMI se trata de una cosa no concebible, es claudicar frente a la máxima expresión del capitalismo financiero internacional, del imperialismo. Así que hay unos frenos ideológicos por esta vía.
Por otro lado, creo que el Gobierno si tiene un programa con el FMI terminaría reconociendo que su política económica es un fracaso. Porque realmente es así: cuando un país recurre al FMI es porque fue sometido a una situación externa que hizo inmanejable su economía, o que hizo un manejo de la política económica muy malo y, por lo tanto, se quedó sin recursos en dólares y necesita una línea de crédito.
Es evidente que Venezuela necesita financiamiento internacional y el único organismo que está en capacidad de dar esa línea de crédito para Venezuela hoy en día, en términos de abundantes recursos, es el Fondo Monetario. El FMI le puede dar a Venezuela un acuerdo de facilidad extendida por tres años, a razón de 8.000 millones de dólares cada año, de acuerdo a las cuotas, que tiene Venezuela, y a las cuales puede acceder.
Pero, obviamente, va a exigir un programa de reconstrucción económica, un programa de estabilización en unas direcciones muy diferentes a las decisiones que ha venido tomando el chavismo-madurismo con respecto a la política económica en los últimos tiempos. Entonces, ahí hay una gran tensión. Creo que es muy difícil que podamos contar con ese recurso mientras tengamos encima un gobierno de este tipo.
“el Gobierno trata de buscar una salida política con esta propuesta de la ANC”
¿Cómo ve usted el comportamiento del nuevo Dicom?
— Desde el año 2010 el régimen cambiario venezolano ha venido mutando. Hay que recordar que hasta ese entonces teníamos un solo tipo de cambio oficial, que era a 4,30, y ese año el presidente Chávez decidió ir a un tipo de cambio múltiple. Bueno, desde ese momento nuestro tipo de cambio ha venido cambiando no menos de diez veces.
Este es un cambio más. Yo diría que bastante cosmético, porque el Dicom ya existía. Todo el mundo lo llamaba Simadi. Pero este tipo de subasta ya existía. Ahora se está tratando de que sean un poco más operativas, un poco más transparentes. Pero la gran pregunta alrededor del Dicom es si el Gobierno tiene los recursos para inyectarle a ese mecanismo los dólares que la economía necesita, y venimos diciendo que el Gobierno recorta cada vez más las asignaciones en dólares que le está dando al sector privado.
Tampoco el Gobierno ha dicho de dónde va a sacar los recursos, cuál va a ser el fondo de esos recursos líquidos en divisas que va a alimentar al Dicom, y muchas de estas innovaciones que han venido surgiendo a lo largo del año están como entrabadas. Mira lo de las casas de bolsa: ¿qué está pasando ahí? Iban a vender dólares al detal. Bueno, comenzaron a trabajar, y están paradas otra vez. De manera que me temo que el nuevo Dicom sea una experiencia más de ese tipo.
Además parece que el Gobierno prefiere alimentar más al Dipro…
— Sobre el Dipro se puede escribir toda una historia, porque pareciera que este tipo de cambio quedaría para las importaciones públicas y la gran pregunta que uno se hace es quiénes son esos importadores, quiénes son esos que reciben a diez bolívares por dólar. Ese es un negocio redondo y el Dipro se trata de un mecanismo que permanece vivo.
Lo que uno supone es que el Dipro va a quedar como el mecanismo de asignación de dólares para hacer las importaciones que distribuye el sector público. Óigase bien: las importaciones que muchos importadores privados hacen para vendérselas al sector público, y que éste a su vez las distribuye a través de sus cadenas.
“La gran pregunta alrededor del Dicom es si el Gobierno tiene los recursos para inyectarle a ese mecanismo los dólares que la economía necesita”
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ECONOMÍA DE TRANSICIÓN

¿Qué se debe hacer para el caso de un Gobierno de transición en lo que atañe a la política cambiaria?
— El gran reto económico de un gobierno de transición es levantar la tremenda restricción de recursos en divisas que tiene Venezuela. Así que un nuevo régimen cambiario debe comenzar por la búsqueda de financiamiento para incrementar el colchón, el fondo de divisas, que constituyen las reservas internacionales del país, pues con el nivel de reserva que tiene el país hoy en día no puede ir a otro régimen cambiario que no sea el que tiene en este instante. Entonces, necesitamos reconstruir las reservas internacionales y para eso necesitamos una línea de crédito.
Una vez que tengamos ese fondo líquido de divisas, entonces sí podemos ir a un nuevo régimen cambiario. Por ejemplo, pudiéramos ir a un régimen cambiario libre, con una tasa flotante, en donde el BCV intervenga para ir a un tipo de cambio que los economistas llamamos competitivo, pero que, además, sea estable. Es decir, que no se dispare. Se disparará en un principio, pero después se debería estabilizar.
Ahora, para estabilizarlo habría que vender, y para poder vender se necesitan divisas. De modo que la constitución del fondo de recursos líquidos en divisas es muy importante mientras se va estimulando la economía y se va reviviendo, para generar divisas diferentes a las petroleras.

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