miércoles, 2 de enero de 2013


DECLARACIÓN DE LA MESA DE LA UNIDAD DEMOCRÁTICA
                                     

LA RESPONSABILIDAD DE LA UNIDAD EN LA VENEZUELA DE HOY

• Venezuela comienza marcada por la incertidumbre un nuevo año que deseamos de paz y prosperidad para todos sin excepciones, sin discriminaciones, sin divisiones.
• Nadie puede negar que hemos sido respetuosos con la enfermedad del Presidente. Entendemos humanamente la situación de sus familiares, de sus amigos y de sus partidarios en todo el país, a ellos reiteramos nuestra palabra de consideración. Nuestra exigencia de que se diga la verdad es elemental, y se debe a que cuando el enfermo es un Jefe de Estado que acaba de ser reelecto para un nuevo mandato, hay implicaciones que afectan a toda la Nación.
• Ratificamos que la Constitución es el marco que da estabilidad y seguridad a todos los venezolanos. Cualquier situación que se presente debe resolverse en el marco de la Constitución.
• Reiteramos nuestra exigencia de que el actual gobierno explique objetiva y fehacientemente la situación de salud del Presidente, su estado actual y su pronóstico médico. En entrevista concedida a Telesur, el Vicepresidente Ejecutivo ha prometido decir “la verdad, sea la que sea”. Pues debe empezar por decir exactamente cuál es la situación actual, precisa. La información sigue siendo insuficiente, pues omite datos fundamentales. Decir la verdad a todo el país es un deber de respeto a los venezolanos y de transparencia democrática. El secretismo es la fuente de los rumores que incrementan la incertidumbre y causan angustia. Es obvio el contraste entre el interés en mantener el tema en la opinión pública en los días previos a la elección de gobernadores, con el silencio de ahora.
• A los voceros del gobierno hemos exigido respeto a todos los venezolanos. Que estén a la altura de su delicada función. Que recuerden que no se trata de un asunto entre ellos porque el país no se agota en un pequeño círculo. Que pongan por delante el interés nacional. Que recuerden que deben ser el gobierno de todos los venezolanos.
• El 10 de enero culmina el actual período presidencial y comienza otro. En consecuencia, no existe continuación del actual gobierno, porque la Constitución establece un período constitucional presidencial de seis años con posibilidad de ser reelegido, y no una presidencia por tiempo indefinido.
• En caso de que el Presidente Electo no pueda acudir para la juramentación por razones relacionadas con su enfermedad, se debe asumir lo establecido en la Constitución con respecto a las faltas temporales. Hacer creer al país que el Presidente está gobernando es una falta de seriedad que alcanza niveles de irresponsabilidad. Se abusa de su persona, de su nombre, así como de todos los venezolanos.
• Dado que a partir del 10 de enero se está en el inicio de un nuevo período constitucional, debe encargarse temporalmente de la Presidencia de la República el Presidente de la Asamblea Nacional, a quien corresponde constitucionalmente.
• Lo anterior, pone de relieve la importancia de la elección que habrá de hacer la Asamblea al instalarse el próximo día 5, dentro de tres días. No sólo por el papel crucial que de manera transitoria tocará al Presidente del parlamento, sino por el que en consecuencia derivará para sus compañeros de directiva, esa escogencia debería estar signada por la capacidad de diálogo, de respeto a todos los venezolanos, de espíritu afirmativo y constructivo. La pugnacidad, la confrontación, todo cuanto fomente el odio y la división entre venezolanos son exactamente lo que sobra en la Venezuela de hoy. Las diferencias nunca pueden ser excusa para encerrarse. El diálogo debe ser entre los sectores políticos, pero no solo entre ellos. Lo lógico es que el gobierno y el liderazgo escuchen y expongan sus razones al país entero: a los empresarios y los trabajadores, a las iglesias, a las universidades. A todos.
• La Asamblea Nacional, adquiere así un papel de reforzada importancia en las actuales circunstancias. En los primeros diez días siguientes a la instalación de la Asamblea, que en este caso es en cuatro días porque el 10 empieza un período nuevo, el Presidente debe informar “de los aspectos políticos, económicos, sociales y administrativos de su gestión durante el año inmediatamente anterior”, de acuerdo al Art. 237 constitucional. Como, dado lo conocido, no puede hacerlo personalmente, debe comparecer el Vicepresidente Ejecutivo a informar a la Asamblea y el país. La situación nacional ofrece múltiples motivos para la preocupación: el auge de la violencia, el aumento del costo de la vida que afecta especialmente a los sectores más pobres, la escasez de productos y la parálisis en la creación de empleo. El gobierno debe explicar cómo ve todo ese cuadro, qué hace, qué piensa hacer, y convocar a todos los venezolanos a ver qué podemos hacer entre todos para afrontar esas duras realidades. Antes y en la sesión de instalación de la Asamblea Nacional, nuestros diputados precisarán nuestra visión sobre lo que el país tiene derecho a esperar de su representación.
• Los venezolanos necesitan tener la certeza de que no tienen un Estado paralizado, que su gobierno no es impotente o incapaz, que sus representantes saben lo que está pasando. Porque Venezuela no es una sola persona, ni un grupo, ni una parte. Venezuela somos todos.
• La Mesa de la Unidad es un punto de encuentro de venezolanos demócratas, patriotas y responsables. Por eso sabemos que el país es más grande que nosotros y está primero que nosotros. Unidos hemos seguido y analizado los acontecimientos. Unidos hablamos al país y unidos actuamos. Unidos haremos frente a cualquier desafío. Unidos, sí, y perfectamente conscientes de que nuestro compromiso es con la Unidad Nacional. Estas palabras las pronunciamos sinceramente, desde la responsabilidad que tenemos con toda Venezuela. Una responsabilidad que asumimos y que cumpliremos.
• En el año que comienza, nuestro mensaje a la familia venezolana es de paz, solidaridad y progreso. Es nuestro deseo en cada barrio y cada urbanización, en cada pueblo y cada campo. A los pobres, a la clase media y a quienes más tienen; a los jóvenes y a los viejos; a quienes creen en el proceso y a quienes se sienten opositores; a los civiles y a los militares. Porque Venezuela somos todos.
Mesa de la Unidad Democrática 
Caracas, 2 de enero de 2013.

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