RAMÓN GUILLERMO AVELEDO: “Hay que nacionalizar la política exterior de Venezuela”
Desde la librería Kalathos en los Galpones de los Chorros, en Caracas se presentó el libro “Democracia, Paz y Desarrollo: temas de política exterior”, del Grupo Ávila con la firma del integrante de la comisión de enlace internacional de la Unidad, Edmundo González.
González agradeció a los presentes y explicó que este texto constituye un esfuerzo colectivo de especialistas de la materia, que con el apoyo de la Fundación Konrad Adenauer y al Grupo Ávila, el cual está conformado por: Milos Alcalay, Milagros Betancourt, Carlos Bivero, Adriana Boersner, Jocely Henriquez, Guillermina da Silva, Sadio Garavini, Fernando Gerbasi, Beatriz Gerbasi, Tomas Hernandez, Emilio Nouel, Rosario Orellana, Alexandra Paris, Norman Pino, Adolfo Salguerio, José Ramón Sanchez, María Teresa Romero, Maruja Tarre y Adolfo Thaylhardat; quienes preocupados por el acontecer nacional trabajaron en un foco de análisis de 22 artículos, para que se logre la meta de un mundo donde todos puedan en armonía, vivir y progresar en paz.
El evento también contó con la participación de Ramón Guillermo Aveledo, secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática, quien además de elogiar el trabajo presentado, agregó que Venezuela tiene una política exterior alternativa, y consideró que es necesario nacionalizar la política exterior, pues –a su juicio– un pequeño grupo de personas se apropio de esta, aupados por la privatización que el gobierno nacional ha hecho de ella, obviando además los intereses de la nación, inclusive los de aquellos que son cónsonos con su visión de país. “La política exterior debe atender la idea que la sociedad tiene de sí misma”, dijo.
“Esta es una obra del trabajo, la responsabilidad y la seriedad, y como es obra de esas tres virtudes se me ocurre compartir con ustedes menciones de Max Weber, quien asegura que son condiciones existenciales de la labor política la pasión, el sentido de la responsabilidad y la mesura. La pasión para ser usada como fuerza constructiva; la responsabilidad de hacer lo posible para que las cosas pasen y estar pendiente de sus efectos y consecuencias; y la mesura, que conectado con Sorin, resaltan la virtud de la eubolia, que significa hablar convenientemente, ser discreto con la lengua. Uno es dueño de lo que calla y esclavo de lo que dice. Esto parece ser difícil de aplicar, en tiempos de twitter, de urgencia, de campanillas rápidas que registran los periódicos, pero las decisiones mesuradas las registran los libros de historia”, sentenció
Por esto, Aveledo agradeció en retrospectiva el trabajo del grupo Ávila y la Fundación Adenauer, comprometiéndolos para que en lo sucesivo continúen con su labor de aportar, sin ánimos de ser los protagonistas de la política, las bases de una política exterior alternativa. “Un mundo que se parezca a la Venezuela que queremos. Un mundo de democracia, desarrollo y paz”, finalizó.
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