viernes, 25 de octubre de 2013

ANTONIO ECARRI

Freddy Núñez

Hace poco tuve la oportunidad de ver algunas mediciones sobre las posibilidades de los diversos candidatos a la Alcaldía de Libertador. La última de ellas data de algo más de veinte días, y contiene dos detalles resaltantes.  El primero es que la ventaja inicial del discípulo de Chirinos sobre Ismael García, se había reducido prácticamente a lo que universalmente se considera error muestral. Y el segundo, es que aparece Antonio Ecarri, en una con cinco puntos, y en otra, con siete. Parece evidente que las posibilidades de que la alternativa democrática  conquiste Libertador, que en el sentir popular es conquistar Caracas, el centro de los poderes públicos, pasa por la renuncia de Ecarri a una aspiración que carece de sentido, que no tiene ninguna posibilidad de éxito, y se sume con toda la conciencia que el momento histórico exige, a luchar por el triunfo de García. La Mesa de la Unidad Democrática, convocó a  elecciones primarias para escoger, entre otros, a los candidatos a Alcaldes y Concejales de la oposición. En esa contienda resulto electo candidato aspirante a la Alcaldía de Libertador, Ismael García. Ecarri objeto los resultados, y la MUD, designo una comisión que reviso todo el proceso, ratificando que quien había sido electo en buena lid, era García. Tampoco eso satisfizo a Ecarri, quien en una actitud que afecta a la alternativa democrática y beneficia al régimen, se ha embarcado en una campaña por dicha alcaldía. Desde este modesto espacio, me permito hacerle a este joven político algunas consideraciones. Jorge Rodríguez ha llevado a la ciudad al borde de la ingobernabilidad.  Su ineficacia y demagogia, la han convertido en un asco, en un espacio peligroso donde impera la anarquía, en un degredo que produce vergüenza y tristeza. Asumir esa alcaldía, no es un asunto baladí, es fundamental para intentar producir un nuevo modelo de gobierno que privilegie la generación de ciudadanía, la prestación eficiente de servicios, la seguridad de personas y bienes, una gestión con probidad administrativa, y todo ello con estricto cumplimiento de la constitución y leyes de la república. Hay momentos en la vida de los pueblos que ponen a prueba a sus dirigentes, este es uno de ellos. La historia nos enseña que es la unidad el verdadero camino de los pueblos para rescatar la democracia y el régimen de libertades que le son inherentes. Aquí no caben medias tintas, o  interpretaciones peregrinas. En este momento o se está con la alternativa democrática o se está con el régimen. Hay quien afirma que la vanidad de Antonio es más fuerte que su conciencia política. No creo que Ecarri desconozca que la vanidad es una manifestación concreta de la estupidez. Otros dicen que el gobierno está detrás de su candidatura. Que lo intente, es natural,  han demostrado hasta la saciedad lo torcidos, turbios y corruptos que son. Yo prefiero imaginar que Antonio Ecarri sabe perfectamente la inmensa tragedia que han significado 15 años de destrucción económica, institucional y moral. Lo necesitamos al lado de quienes pueden iniciar a partir del 8 de diciembre, la reconstrucción nacional. Los habitantes de Libertador esperamos no tener que cargar con la tragedia adicional de saber que no conquistamos Caracas, por la irresponsabilidad de alguien que nunca más podría volver a llamarse “dirigente”.

Freddy Núñez.

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