martes, 22 de octubre de 2013

CUMBRE IBEROAMERICANA: ¿EL CANTO DEL CISNE?


Emilio Nouel V.

Deslucida, a mi juicio, quedó la reunión de la reciente Cumbre Iberoamericana en Panamá. Y hasta un analista español habla de que en esta oportunidad se dio “la victoria de lo latinoamericano sobre lo iberoamericano”. 
La fuerte sensación de que de parte de ciertos países no hay mucho interés en tal foro quedó muy marcada. La ausencia de un número importante de mandatarios, enfermos o no, ocupados o no, es solo una de las evidencias de que puede estar transitando el camino de una irrelevancia indetenible, y no debe descartarse que podría haber un movimiento deliberado para quitarle el apoyo a ese foro entre albanos y algunos unasurianos.
Aparte del problema presupuestario y de que en lo sucesivo las reuniones se convertirán en bienales, quienes sí parece que pudieron aprovechar mejor la cita, como en otras ocasiones, fueron los empresarios privados. Son ellos quienes, en definitiva, establecen lazos de integración más fuertes y duraderos entre las economías. Al menos, un punto a favor.
Detrás del escenario montado, sin duda, los desencuentros y las distintas visiones sobre el futuro de nuestra región. No es un secreto que en el hemisferio se encaran, fundamentalmente, dos grandes tendencias, dos enfoques sobre los asuntos económicos y políticos en estos tiempos de intensa interdependencia global. No olvidemos tampoco, los problemas no resueltos que se arrastran desde lejos, como los derivados de las diferencias territoriales limítrofes y otros que han surgido recientemente.
Geopolítica y geoeconómicamente hablando, en la actualidad la región tiene ante sí dos opciones: el Atlántico y el Pacifico, este último convertido en el espacio más dinámico de la economía mundial. Mercosur, atrapado en el proteccionismo y su estancamiento interno, no termina de acordarse con una Unión Europea todavía en dificultades financieras. Y EEUU y los países del Acuerdo del Pacifico andan volcados hacia el Asia.
En términos de políticas económicas, también dos alternativas: proteccionismo-estatismo, más o menos exacerbado; o más mercado y apertura inteligente al mundo.
La ideología política, obviamente, juega su papel en este entorno. Aunque con matices, los gobernantes de Argentina, Brasil, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Uruguay y Venezuela, se inscriben en una deriva inclinada hacia distintas versiones de socialismo o populismo, y pretenden volverse referencia determinante para el hemisferio, a través de organizaciones que se superponen, duplican esfuerzos y hasta colisionan, como UNASUR o MERCOSUR.  
Del otro lado, un modelo político-económico también con matices, cuya orientación se ubica más bien hacia el campo de la economía capitalista y la democracia representativa, como Chile, Colombia, Costa Rica, México, Perú o Panamá.  Opciones más ligeras y pragmáticas, no ideologizadas.
Este contraste se hizo notorio en la reunión de Panamá, en el alto perfil que tuvo en los medios el tema de la Alianza del Pacífico, aunque los presidentes de Perú y Chile, integrantes de ese novedoso bloque, no asistieron. Los ataques destemplados y paranoides que ella recibió recientemente de parte de Evo Morales muestran cómo aquella les hace sombra. Llamó la atención que el jefe de gobierno de España manifestara su deseo de integrarse a la Alianza, y de hecho, es ya un observador en ella. Dice mucho esto de cómo están viendo más allá del charco las potencialidades de ese bloque con vistas al futuro.
Las Cumbres Iberoamericanas fueron vistas como una idea positiva en sus inicios. No nos convence que su declive se deba a que se pretenda reafirmar lo latinoamericano, aunque en algunos pueda haber esa motivación.  Hoy, es todo el planeta el campo de juego, ni las adyacencias geográficas son limitantes o condiciones necesarias para el establecimiento de intercambios. Los compartimientos estancos determinados por la lengua o la cultura están perdiendo su sentido exclusivo, y no pueden obstaculizar el relacionamiento de las naciones.
En las actuales circunstancias y ante tantos dilemas y opciones globales ¿es útil mantener ese foro vivo? ¿Podrá mantenerse? ¿Estamos presenciando el canto del cisne de ese foro iberoamericano?

EMILIO NOUEL V.
@ENouelV
emilio.nouel@gmail.com






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