CUMBRE IBEROAMERICANA: ¿EL CANTO DEL
CISNE?
Emilio Nouel V.
Deslucida, a mi juicio, quedó la reunión de la reciente
Cumbre Iberoamericana en Panamá. Y hasta un analista español habla de que en
esta oportunidad se dio “la victoria de
lo latinoamericano sobre lo iberoamericano”.
La fuerte sensación de que de parte de ciertos países no hay
mucho interés en tal foro quedó muy marcada. La ausencia de un número
importante de mandatarios, enfermos o no, ocupados o no, es solo una de las
evidencias de que puede estar transitando el camino de una irrelevancia
indetenible, y no debe descartarse que podría haber un movimiento deliberado
para quitarle el apoyo a ese foro entre albanos y algunos unasurianos.
Aparte del problema presupuestario y de que en lo sucesivo
las reuniones se convertirán en bienales, quienes sí parece que pudieron
aprovechar mejor la cita, como en otras ocasiones, fueron los empresarios
privados. Son ellos quienes, en definitiva, establecen lazos de integración más
fuertes y duraderos entre las economías. Al menos, un punto a favor.
Detrás del escenario montado, sin duda, los desencuentros y
las distintas visiones sobre el futuro de nuestra región. No es un secreto que
en el hemisferio se encaran, fundamentalmente, dos grandes tendencias, dos
enfoques sobre los asuntos económicos y políticos en estos tiempos de intensa
interdependencia global. No olvidemos tampoco, los problemas no resueltos que
se arrastran desde lejos, como los derivados de las diferencias territoriales
limítrofes y otros que han surgido recientemente.
Geopolítica y geoeconómicamente hablando, en la actualidad la
región tiene ante sí dos opciones: el Atlántico y el Pacifico, este último
convertido en el espacio más dinámico de la economía mundial. Mercosur,
atrapado en el proteccionismo y su estancamiento interno, no termina de
acordarse con una Unión Europea todavía en dificultades financieras. Y EEUU y
los países del Acuerdo del Pacifico andan volcados hacia el Asia.
En términos de políticas económicas, también dos
alternativas: proteccionismo-estatismo, más o menos exacerbado; o más mercado y
apertura inteligente al mundo.
La ideología política, obviamente, juega su papel en este
entorno. Aunque con matices, los gobernantes de Argentina, Brasil, Bolivia,
Ecuador, Nicaragua, Uruguay y Venezuela, se inscriben en una deriva inclinada
hacia distintas versiones de socialismo o populismo, y pretenden volverse
referencia determinante para el hemisferio, a través de organizaciones que se superponen,
duplican esfuerzos y hasta colisionan, como UNASUR o MERCOSUR.
Del otro lado, un modelo político-económico también con
matices, cuya orientación se ubica más bien hacia el campo de la economía
capitalista y la democracia representativa, como Chile, Colombia, Costa Rica,
México, Perú o Panamá. Opciones más ligeras
y pragmáticas, no ideologizadas.
Este contraste se hizo notorio en la reunión de Panamá, en el
alto perfil que tuvo en los medios el tema de la Alianza del Pacífico, aunque
los presidentes de Perú y Chile, integrantes de ese novedoso bloque, no
asistieron. Los ataques destemplados y paranoides que ella recibió
recientemente de parte de Evo Morales muestran cómo aquella les hace sombra. Llamó
la atención que el jefe de gobierno de España manifestara su deseo de
integrarse a la Alianza, y de hecho, es ya un observador en ella. Dice mucho
esto de cómo están viendo más allá del charco las potencialidades de ese bloque
con vistas al futuro.
Las Cumbres Iberoamericanas fueron vistas como una idea
positiva en sus inicios. No nos convence que su declive se deba a que se pretenda
reafirmar lo latinoamericano, aunque en algunos pueda haber esa motivación. Hoy, es todo el planeta el campo de juego, ni
las adyacencias geográficas son limitantes o condiciones necesarias para el
establecimiento de intercambios. Los compartimientos estancos determinados por la
lengua o la cultura están perdiendo su sentido exclusivo, y no pueden obstaculizar
el relacionamiento de las naciones.
En las actuales circunstancias y ante tantos dilemas y
opciones globales ¿es útil mantener ese foro vivo? ¿Podrá mantenerse? ¿Estamos
presenciando el canto del cisne de ese foro iberoamericano?
EMILIO NOUEL V.
@ENouelV
emilio.nouel@gmail.com
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