viernes, 20 de mayo de 2016

La crisis social II

EDUARDO FERNANDEZ


El viernes pasado comenté acerca de la grave crisis social que atraviesa el país. Insistí en que solo a través de la educación, de más y mejor educación y de un programa de educación de calidad y educación para el trabajo para todos los ciudadanos, pero, especialmente, para los más pobres, podremos superar la tragedia de la pobreza y de la marginalidad.

Hoy quiero comentar acerca de otros puntos importantes. Uno de ellos es la familia. La institución familiar está en crisis en Venezuela. Una sociedad responsable y un gobierno con sentido de trascendencia debían abordar políticas dirigidas a la atención de la familia como núcleo social fundamental. Sin familia no hay progreso. Hay que entender esa sencilla realidad y actuar en consecuencia.

Regresando al tema de la educación hay que elevar la calidad y la extensión de la educación pre-escolar, de la educación primaria y secundaria y de la educación superior, con especial énfasis en la ciencia, la tecnología, la informática y la educación para el trabajo. Eso implica acondicionar físicamente los espacios y mejorar la capacitación, la formación y la remuneración de los maestros.

Tarea importante es procurar el acceso de todos los niños al pre-escolar. Todos los estudios especializados indican que un niño que no recibe los beneficios de una estimulación intelectual temprana en sus primeros años de existencia, no logrará desarrollar destrezas vitales para su proceso de crecimiento emocional e intelectual.

Colocar la educación a tono con las exigencias de los procesos productivos, científicos y tecnológicos, asegurando la formación de un capital humano y social capaz de impulsar la competitividad.

Se requiere un plan ambicioso de educación para el trabajo, en alianza con el sector productivo, que permita la incorporación de millones de jóvenes que han desertado de la educación formal y que forman parte del ejército potencial de la delincuencia y de la miseria.

Por supuesto, resolver el problema social venezolano supone una política económica acertada. La mejor política social es una política económica que genere oportunidades de empleo de calidad, que mejore el poder adquisitivo de las familias y ser capaz de producir bienes y servicios suficientes para abastecer las necesidades de la población. Acabar con el desabastecimiento, con las colas y con el bachaqueo.

Además, se requiere una política social integral. Un programa de seguridad social sobre base contributiva, solidaria y tripartita. Asegurarle al trabajador las previsiones de cesantía, recreación, vivienda, salud, crecimiento profesional y disfrute de una pensión digna y suficiente.

Este sistema debe incorporar a trabajadores informarles y por cuenta propia desprovistos actualmente de toda cobertura.

Seguiremos conversando.

Eduardo Fernández

@efernandezve

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