viernes, 8 de mayo de 2020

REPORTE ESPECIAL: RENDÓN, GOUDREAU Y EL RETRATO DE UNA CHAPUZA QUE ENLODA A TODOS


Pedro García Otero

Si todo lo que se dice de ella es cierto, la "invasión de Macuto" debe haber sido la operación militar más anunciada y disparatada de la Historia. Una "operación" de la que, desde este miércoles en la noche, conocemos más detalles gracias a CNN y a Juan José Rendón.
Cada vez es más extraño lo ocurrido con Jordan Goudreau, Cliver Alcalá Cordones, JJ Rendón y las decenas de personas detenidas. Todo es tan extraño como el testimonio de Luke Denman, el supuesto mercenario que, con entrenamiento como boina verde, iba a tomar el aeropuerto de Maiquetía para darle a Nicolás Maduro un viaje de solo ida a Estados Unidos.
Si acometer la tarea de invadir un país y secuestrar a su jefe de Estado entre solo 30 hombres no era lo suficientemente disparatado por tan solo proponérselo (y por lo tanto, trabajo de hombres duros, exboinas verdes, con formación en guerra, los mejores soldados del mundo; todo el cliché hollywoodense), que luego esos mismos hombres se entregaran sin disparar un solo tiro y "soltaran la sopa" con toda facilidad ante las cámaras, es sencillamente delirante.

Cada vez más confuso

La invasión en peñeros comenzó a anunciarse el 27 de marzo, es decir, hace más de un mes, cuando Cliver Alcalá Cordones, horas antes de entregarse a Estados Unidos, a la DEA, afirmó que había un contrato para "invadir a Venezuela" y que ese contrato estaba firmado por Juan Guaidó y JJ Rendón.
El asesor electoral residente en Miami, miembro del Consejo Estratégico de la presidencia interina, pensó cuando lo rubricó, en noviembre, que "todas las opciones son todas las opciones" (así lo dijo en CNN) y esa incluía la de contratar mercenarios.
Rendón avala la existencia del contrato y su firma en él, aunque lo califica de "exploratorio" y dice que sus 42 páginas de addenda fueron inejecutables, porque rápidamente se dieron cuenta de que el exboina verde no tenía ninguna manera de hacer cumplir sus promesas, y por eso el contrato se suspendió muy pronto, en diciembre, pero que Goudreau no lo entendió así (?).
Además, agregó que Goudreau le solicitó 1,5 millones de dólares, pero solo recibió $50 mil del propio Rendón.
Si hasta aquí la historia suena confusa, pues prepárese, porque empeora.
Aparentemente, según el Washington Post, que también entrevistó a Rendón y llevaba siguiendo el rastro de Goudreau desde que Alcalá anunció la supuesta firma del contrato, el asesor electoral mostró al mercenario una foto de una ruma de dólares, supuestamente también, ubicada en Caracas, la cual, si era "rescatada" por los mercenarios, daría a Goudreau derecho a 14%.
Y resulta que este mercenario, un tipo duro, un soldado de fortuna, pues decidió probar de todos modos idem tomando "el aeropuerto de Caracas" y asegurando el avión para llevarse a Maduro, y de paso, quedarse con 14% de la ruma de dólares de las muchas que, según la leyenda urbana, hay en la capital. Un movimiento suicida en el que él, por supuesto, no se involucró, porque sigue en Florida.
La única explicación posible a tanto despropósito es que sea una táctica de distracción. ¿De qué o de quién? Esa es la pregunta que no tiene respuesta.

Daño reputacional severo

Claramente, la llamada Operación Gedeón, como señala el exministro de la Defensa, Fernando Ochoa Antich, no resiste el menor análisis militar. Sus efectos políticos, sin embargo, son demoledores para la oposición venezolana, a lo interno y sobre todo a lo exterior.
El prestigio de la oposición ha sufrido un severo impacto, así como el de la oposición venezolana, sobre todo a lo internacional. No solo por su supuesta reunión con mercenarios, sino por la imagen de desorden, de chapuza y, más allá, la sombra de "relaciones peligrosas" que deja.
Guaidó se ha desmarcado totalmente de los hechos, pero queda la supuesta grabación, hecha por Goudreau y presentada en el programa de Patricia Poleo, de una reunión entre Sergio Vergara y el mercenario, en la que se escucha una conversación telefónica con Guaidó y el boina verde, sobre la que Rendón negó tener información.
Una grabación suele ser un elemento bastante carente de credibilidad, pero funciona el calumnia que algo queda; además, el presidente interino se encuentra amenazado y reaccionó con un comunicado a la opinión pública internacional denunciando la supuesta persecución de Maduro y Diosdado Cabello.
El régimen, en tanto, anunció que denunciará ante la Corte Penal Internacional (donde tiene 49 acusaciones en contra) y la ONU por la supuesta agresión de EEUU y Colombia contra Venezuela.
Pero su problema de credibilidad no mejora haciendo menos creíbles a los demás. Su reputación está arruinada en el mundo entero, y solo Rusia la apoya, pero con un gesto totalmente mecánico y como tal inconvincente. Y tampoco parece que se sintiera más firme en el poder luego de lo que denomina "Operación Negro Primero".
¿Qué pasará en Venezuela en los próximos días? ¿Es una amenaza real militar la que enfrenta el régimen de Maduro? ¿Y cuánto daño se le ha hecho a la posibilidad de transición democrática en Venezuela con una acción de este tipo, más luego de la confesión de Rendón, quien, por cierto, dijo que habló con Goudreau de "no estar hablando de esto por los medios"?
Por ahora, todos van perdiendo.






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