domingo, 20 de noviembre de 2011


El debate

GUSTAVO LINARES BENZO |  EL UNIVERSAL
domingo 20 de noviembre de 2011  
El contraste no pudo ser mayor. Una cadena inmediatamente anterior al debate permitió a los venezolanos comparar a Chávez con los candidatos de oposición, casi como si el Presidente estuviera en el careo. Juventud versus ¿vejez?, el pasado comparado con el porvenir. Se entiende el sentimiento cada vez más generalizado que registran todas las encuestas; basta de Chávez, aunque me parezca que lo está haciendo muy bien: 60% de popularidad, 45% de intención de voto. 

El debate en sí mismo fue un éxito, sobre todo su formato: no fue un debate. Una presentación de visiones y estrategia. Las preguntas no fueron lo incisivas que han debido ser, pero se entiende que era parte de la estructura; se dejaron temas esenciales, como el petrolero y el militar, pero parece que era también parte del paquete. Que no fuera un debate, se insiste, fue la gran virtud del encuentro, porque el debate es con Chávez. 

Al Gobierno le encantaría un cachacascán entre los candidatos de oposición, tierra fértil para el ataque y la guerra sucia, sobre todo para atacar la unidad. En otras circunstancias, es decir, con un demócrata del otro lado que se prestara también para el debate, muy bien. Pero cuando el adversario es un sumo pontífice, un ungido del que emana toda idea y el estándar con que se miden, un debate virulento a estas alturas sólo daría armas al contrario. 

Además, hay temas que no pueden airearse en este momento de la campaña, que corresponde enunciar y desarrollar al candidato presidencial. Así, Diego Arria, que tan bien estuvo, está en una posición que le permite mayor libertad: "Venezuela va hacia convertirse en un Afganistán con petróleo", la mejor frase de todo el debate. Pero los demás, con mucho tino, tuvieron un discurso de unidad, dirigido a todos, inclusive a los chavistas que ya no quieren más a Chávez en la presidencia o que pueden ser convencidos de ello.

Por supuesto, los temas esenciales deben debatirse internamente, y en eso se está. El discurso fresco, atractivo, no debe ser ingenuo. ¿Cómo se va a gobernar con la Asamblea y el Tribunal Supremo (un órgano político a toda vela) en contra? El tema militar y la cada vez mayor concentración de poder en Fuerte Tiuna como preparativo para la derrota (Pinochet como maestro del chavismo), otro punto decisivo. Pero para que todos estos planes tengan sentido, primero hay que ganar. 

glinares@cjlegal.net


¿Quién ganó el debate?

LUIS VICENTE LEÓN |  EL UNIVERSAL
domingo 20 de noviembre de 2011  
Para responder esta pregunta primero debemos tener claro cuál era el objetivo de este encuentro entre los precandidatos opositores y luego medir cuantitativamente el impacto sobre las variables duras que miden el propósito del debate. 

Las interpretaciones subjetivas adelantadas por analistas, y algunos espontáneos, sobre cuál candidato ganó pueden ser muy interesantes pero se quedarán en el aire mientras no contemos con mediciones concretas. Hasta ahora, solo disponemos de la opinión de personas (incluyéndome) que evaluarán en función de su propia expectativa. El problema está en que las expectativas pueden ser muy distintas entre los electores de primarias y presidenciales. 

Por ejemplo, para quienes consideran que el candidato debe ser amplio y capaz de enamorar independientes, los mejores debatientes fueron quienes, en actitud moderada, prefirieron exponer sus propias propuestas y no atacar frontalmente a Chávez. Los candidatos favoritos, previsiblemente, tomaron esta ruta. Considerando que numéricamente tienen una posibilidad concreta de ganar la candidatura presidencial, necesitan evitar cortocircuitos que los alejen del triunfo en la pelea posterior, la estelar, la presidencial. Ninguno de los precandidatos con opción tomó la ruta del enfrentamiento. Creo que hicieron bien. 

Sin embargo, no es menos cierto que en una elección primaria la participación mayoritaria será de personas comprometidas con la oposición. No se espera en esta elección a los independientes y chavistas light. Ellos estarán en las gradas, mirando qué pasa sin involucrarse en los comicios. En ese caso, un precandidato(a) que no ha sido favorecido(a) por la preferencia de sus grupos naturales estará más dispuesto(a) a asumir riesgos en un debate, a expresar posiciones más duras contra Chávez y, en la medida en que se acerque la elección, también contra sus adversarios internos. Tiene que golpear la lámpara. Tiene que hablarle a los más radicales, que son propensos a votar. Predeciblemnte los precandidatos con menos soporte numérico caminaron cerca de esta ruta y creo que lo hicieron bien, explotando sentimientos antichavistas de una buena parte de quienes podrían votar en esas elecciones.

Pero entonces, ¿quién ganó? 

Si el objetivo del debate era llamar la atención de los independientes sobre la nueva oferta opositora, el análisis cualitativo indica que pudo haber sido muy positivo para la oposición en su conjunto, que mandó un mensaje claro: se acabó la época en que la oposición era visualizada como un grupo sin oferta de líderes. Los tiene y de diferentes tipos, edades, género y posiciones políticas. No obstante, eso solo será relevante si la disposición de votos por la oposición aumenta significativamente en las próximas mediciones. Para eso, habrá que esperar. 

Si el objetivo era provocar migraciones internas entre los dispuestos a votar en primarias por un precandidato en particular que ganara el debate, el cualitativo parece indicar que no habrá grandes cambios, ya que, más allá de algunos análisis de preferencias de "discurso", la verdad es que no se dio un debate como tal, sino una presentación de posiciones y propuestas sin contrastarse explícitamente entre ellos, por lo que difícilmente habrán cambios dramáticos en las opiniones, como para mover, de manera importante, preferencias de un candidato hacia otro. En ese sentido, el resultado es favorable al favorito, haya sido o no el mejor en el evento. Pero como les dije al principio, eso es lo teórico. En la práctica, habrá que esperar las próximas encuestas para medir si la población, segura de votar en primarias, se movió en preferencias, considerando además que hay muchas otras noticias pasando que también moverán al electorado. 

Amanecerá y veremos. 

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