lunes, 28 de noviembre de 2011


Pablo Pérez


EL PETROLEO: HERRAMIENTA QUE GARANTIZA
 SEGURIDAD SOCIAL INTEGRAL A TODOS LOS VENEZOLANOS

La dramática situación actual
Cuando analizamos la situación actual de la Industria Petrolera Nacional -IPN- llegamos a una inmediata conclusión: su estado es crítico y en continuo deterioro en lo operacional (producción, refinación e infraestructura), técnico, financiero, recursos humanos, jurídicos y comerciales, lo cual se refleja, entre otros aspectos, en la alta siniestralidad que ha registrado durante la actual administración.
Ello afecta ampliamente el desarrollo económico de toda la nación, en perjuicio de los recursos destinados a los planes sociales del Estado, ya que el petróleo es y seguirá siendo por mucho tiempo el principal motor del desarrollo y generador de nuestros ingresos.
Además, las inversiones en petróleo y gas han sido insuficientes para garantizar y transformar una extraordinaria ventaja comparativa en industria productiva. Venezuela es el país que produce menos petróleo y gas, y por lo tanto ingresos en relación con sus reservas.
De acuerdo a informes confiables, tanto de la Agencia Internacional de Energía como de la OPEP, Venezuela estaría hoy extrayendo 2.3 millones de barriles diarios (mbd), muy por debajo de la producción de 2002 (3.5 mbd), y menos aún de lo previsto en el Plan de Negocios de PDVSA que estipulaba que para esta fecha (2011) deberíamos estar produciendo 6 millones de barriles diarios.

Perdimos ingresos necesarios para la inversión
Con esta cifra quiero enfatizar la preocupación de que PDVSA por la declinación en los volúmenes de producción y mala operación de su sistema de refinación se ha visto obligada a gastar en los últimos años más de 30.000 millones de dólares anuales en compra de crudos y productos para satisfacer sus necesidades y suministro propio y a terceros.
Por el lado de los ingresos la situación es igualmente negativa. Si partimos del total de ingresos brutos reportados por PDVSA  -Informe del Ministerio de Energía y Petróleo-, durante el período 1999-2010, se obtuvieron por concepto petrolero 865.359 millones de dólares. Si se hubiese mantenido el plan de inversión y producción planificado, aun asumiendo un incremento en la producción del 70% de lo previsto, en ese mismo período (1999-2010) los ingresos petroleros hubiesen alcanzado 1 billón 300 mil millones de dólares.
Tal diferencial por concepto de ingresos petroleros pudo haberse invertido en el mejoramiento de la capacidad productiva de la propia Industria, en la diversificación económica del país y en programas sociales en las áreas de educación, salud, seguridad ciudadana, servicios básicos y planes de desarrollo y seguridad social  integral ((pasivos laborales, pensiones y jubilaciones, HCM.) perdurables en el tiempo.
Aparte de la caída de la producción y de los ingresos, es menester mencionar el efecto negativo del deterioro en el mantenimiento de toda la infraestructura sobre la cual se apoya la producción, la refinación y el transporte, así como su impacto negativo sobre la actividad comercial.
Todo ello ha perjudicado a las comunidades, empresas privadas nacionales conexas, de servicios y de proveedores, así como el consecuente daño a la generación de empleos y desarrollo industrial en todas las regiones del país.

Qué haremos en nuestro Gobierno de unidad
Primera decisión: Cumpliré lo dispuesto en el artículo 303 de nuestra Constitución Nacional: el Estado conservará la totalidad de las acciones de Petróleos de Venezuela, S.A.
Segunda Decisión: Aseguraré la continuidad operacional y optimizaré la cartera comercial de la IPN, con el propósito de evitar interrupciones y restablecer la confianza en la Empresa, el país y el estado de derecho.
Tercera decisión: Ordenaré auditorías técnicas y financieras para establecer con precisión el estado operacional comercial, financiero y jurídico de la Empresa. Se hará necesario revisar los esquemas legales vigentes que guían la industria; todo con el propósito de re-estructurar la industria y otorgarle la flexibilización de arreglos institucionales, sacarla de la minusvalía en que se encuentra y recuperar su credibilidad  en beneficio del país.  
Estas auditorías harán especial énfasis en:
A.          Evaluación de los convenios existentes y los nuevos proyectos en la Faja del Orinoco, gas y costa afuera.
B.          Evaluación de los convenios y precios en el mercado interno, y eliminación del contrabando de extracción
C.         Revisión y optimización de la cartera comercial de exportación, así como los convenios de compra de crudo y productos a terceros destinados a complementar el déficit existente en nuestros suministros, con especial atención para los convenios geopolíticos e ideológicos con el propósito de recuperar mercados más rentables.

  
Estas auditorías conllevarán a la realización de mesas de trabajo sobre productividad, sinergias con distintas compañías especializadas, organizaciones empresariales y de trabajadores, colegios profesionales, universidades y centros de investigación y personal ex -PDVSA.
Cuarta decisión: Daré instrucciones para de inmediato recuperar e incrementar el nivel de producción, con esfuerzos directos propios así como con el concurso de terceros en las áreas tradicionales existentes. Las necesidades de la industria petrolera superan la capacidad de ejecución de cualquier operadora individual.  
Esto se hará sin paralizar las operaciones de los proyectos de la Faja, en los cuales procederemos a una jerarquización de activos con mayor rentabilidad, a una ampliación de tratamientos con mejoradores de crudo mediante convenios, a la disposición del coque petrolero para su uso interno y exportación a la industria eléctrica, y a considerar el retomar la producción y venta de Orimulsión.
Es precisamente en la Faja donde existe el gran potencial de crecimiento de producción, pero a la vez el mayor reto en lo que respecta a inversión y tecnologías necesarias para su explotación y comercialización.
Para el 2008 existían en Venezuela 17 mil 637 pozos petroleros cerrados pero capaces de producir. Probablemente hoy lleguen a más de 20 mil pozos inactivos. Si asumimos que un porcentaje importante de estos pozos (50%), puede ser reactivado, calculando un promedio de 150/200 barriles diarios por pozo y optimizando los convenios a los estrictamente rentables, será factible alcanzar, de manera gradual y sostenida, un incremento de la producción petrolera nacional  en cerca de 2 millones de barriles diarios al mediano plazo. 
Es  menester que en este programa de aumento de la producción y, sobre todo, de optimización de ingresos petroleros, se evalúen los alcances del precio de los combustibles en el mercado interno, de los convenios, condiciones y precios de venta de crudo a Cuba, Petrocaribe, Acuerdo de Caracas, Convenios de Cooperación  con China. Se estima que por estos mecanismos Venezuela deja de cobrar en efectivo y/o no ingresan al flujo de caja de la empresa estatal lo equivalente a 1.2 millones de barriles diarios.  Es también preocupante la deuda actual de PDVSA de más de 30.000 millones de dólares, lo cual comprometen el futuro financiero de la industria.
Lo anterior requerirá, por una parte, solventar aspectos legales que garanticen las inversiones privadas y, por la otra la simplificación de muchos procesos, especialmente los de importación y contratación de equipos con nuevas tecnologías.
Nuestros planes y proyectos de aumento de la producción y defensa de los precios petroleros los haremos dentro del marco de entendimiento y cooperación con nuestros socios de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, OPEP.
En mi gobierno pondremos énfasis a las acciones tendentes a captar recursos financieros para cubrir las inversiones requeridas (propias y de terceros), para adquirir las tecnologías de punta con empresas venezolanas en asociación con empresas de otros países y a promover el capital humano de carrera, el que salió de la industria y del país, así como el proveniente de la propia PDVSA, gremios, universidades, escuelas técnicas y sindicatos. Todos, sumando esfuerzos sin distingos de ninguna índole.
La reactivación de la producción, las actividades de recuperación y construcción de nuevas infraestructuras de producción, refinación, terminales de embarque, oleoductos, gasoductos y transporte, la utilización de las reservas de gas, el rediseño del parque refinador y la promoción de la petroquímica, en el marco de la preservación del medio ambiente, conllevarán, todos en conjunto, a una importante generación de empleos dentro de la propia industria.
Igual capacidad de oferta de nuevos empleos ocurrirá en las actividades colaterales de la industria, tales como talleres, hoteles, comercio, restaurantes, banca, entre otros, en los 170 municipios petroleros y gasíferos del país. 
Quinta decisión: En la importante área de capacitación y captación de recursos humanos, daré instrucción para la inmediata reactivación del  Centro Internacional de Educación y Desarrollo -CIED-, con un nuevo enfoque de calidad global, competitivo a favor de las nuevas generaciones de profesionales venezolanos.  
También ordenaré la revisión y adecuación del Instituto de Tecnología Venezolana Petrolera -INTEVEP- a las necesidades tecnológicas de PDVSA y a la implementación de acuerdos de cooperación con universidades e institutos tecnológicos del país y del extranjero.
Sexta decisión: Acometida la tarea de recuperación productiva de los pozos inactivos, tendremos un ingreso anual adicional por concepto de regalías, impuesto sobre la renta y dividendos de aproximadamente 17 mil 500 millones de dólares (2 mbd x 80$/b x 30% x 365 días).
Esto, sin contar los ingresos al sincerar con objetividad y equidad el mercado interno, eliminar el contrabando de extracción, mejorar el plantel de refinación, el ahorro por aumento de la eficiencia operacional en la industria, la revisión del paquete de exportación con criterios de rentabilidad y al promover el crecimiento en la Faja del Orinoco.



                    “Petróleo para la Seguridad Social Integral”

Procederíamos de la siguiente manera:
A.- Toda contribución al Estado por la explotación y comercialización petrolera (regalía, impuesto sobre la renta, dividendos), ingresará al Fisco Nacional a través del Banco Central de Venezuela, de manera de preservar la transparencia y la Unidad del Tesoro.
B.- Para calcular la contribución anual del petróleo al fisco nacional se tomara como referencia la tendencia de los precios de los últimos años, las estimaciones del Ministerio de Energía y Petróleo, en conjunto con PDVSA, el BCV, la OPEP, y la Agencia Internacional de Energía, así como también, el volumen exportado en ese mismo período.
C.- Del total del ingreso fiscal de la República, la Asamblea Nacional considerará la aprobación en la ley Anual del Presupuesto de la Nación lo correspondiente  al  financiamiento del “Fondo Único de Estabilización y Desarrollo Económico y Social”,  el cual, a su vez, permitirá atender la volatilidad cíclica de los ingresos petroleros. Al mismo tiempo, la Asamblea Nacional considerará la aprobación del “Programa Petróleo para la Seguridad Social Integral”.
D.- De esta manera Venezuela tendrá, en mi gobierno de Unidad Nacional, total transparencia en los ingresos y aportes petroleros al fisco nacional, así como también en el gasto público destinado a superar con eficiencia el deterioro actual de la producción y el empleo nacional, y elevar la calidad de vida de los venezolanos.
F.- El Programa Petróleo para la Seguridad Social Integral de los Venezolanos, si bien tendrá en el mediano y largo plazo una cobertura amplia en planes de salud, educación, becas, capacitación para el empleo, vivienda, alimentación, entre otros, de inmediato y en una primera etapa se ocupará primordialmente de atender el grave problema de las pensiones y jubilaciones.
E.- El Programa Petróleo para la Seguridad Social Integral de los Venezolanos  se nutrirá adicionalmente con las cotizaciones obligatorias de la seguridad social por parte de los aportes de los empleadores y los trabajadores.
Por todo ello proponemos la creación, dentro del Presupuesto de la Nación y fuera del ámbito operacional y comercial de PDVSA, del Programa “Petróleo para la Seguridad Social Integral”, con el propósito de eliminar la incertidumbre y la discrecionalidad fiscal en la redistribución del ingreso nacional, y atender la deuda social de la Nación con sus ciudadanos.


Dueños de nuestra riqueza petrolera
Con estas  medidas mi gobierno hará realidad y de manera simultánea la definitiva recuperación de nuestra industria petrolera nacional y el disfrute de manera directa y tangible por parte de todos los venezolanos de un recurso que les es suyo: el petróleo y el gas.

¿Y qué mejor inversión de la riqueza petrolera que a través del mecanismo de garantizarle a todos, sin distingos sociales, económicos o políticos, una Seguridad Social Integral, oportuna y de alta calidad?
Tanto en la Constitución de 1999 como en la Ley Orgánica de Hidrocarburos del 2006, se contempla que los ingresos que reciba la Nación propenderán a financiar la salud, educación, formación de fondos de estabilización macroeconómica y la inversión productiva.

Estoy invitando a los especialistas en petróleo, finanzas públicas, seguridad social integral, trabajadores, empresarios y legisladores a participar en la toma y ejecución de estas decisiones de justicia social, para que ellas gocen del mayor consenso nacional.


¿Por qué Pablo Pérez?
Pablo Pérez es un capacitado joven político venezolano de origen humilde, representante de las nuevas generaciones. En su vida pública siempre ha superado las dificultades, siempre cercano a la gente y trabajando de la mano del pueblo.
Es un líder con fuerza, que trabaja sin descanso para ofrecernos un mejor presente y un futuro seguro. Su ascenso a la Presidencia de la Republica significará nuevas oportunidades para todos: tiene como propósitos centrales atacar la inseguridad personal y el desempleo, así como luchar contra la pobreza, impulsando la descentralización y la reactivación económica en un ambiente de paz y armonía.
Llegó a la Gobernación del Zulia después de haber dirigido los programas sociales y ambientales del estado y ejercer la Secretaría General de Gobierno. Como Gobernador ha formulado y ejecutado políticas de alto contenido social con visión nacional, otorgando más de 80.000 becas a estudiantes universitarios sin exclusión, sin distingo ideológicos, sin preguntar por militancia política alguna. Ha construido en el estado Zulia más de 4.000 nuevas viviendas y 71 modernas y bien dotadas escuelas, en apenas dos años. Igualmente, ha impuesto la modernización de la lucha contra la inseguridad personal, a pesar de no contar con recursos y apoyo del Gobierno Nacional.
Pablo representa el cambio seguro que Venezuela necesita, pues su prioridad siempre ha sido y será solucionar los problemas de la gente, cumplir su compromiso con la juventud venezolana y con las madres de familia que hoy se sacrifican por el porvenir de sus hijos, así como desarrollar  un moderno y eficiente esquema de seguridad social para todos los venezolanos.
Pablo es un gran trabajador, está preparado para gobernar y la gente le reconoce su gran capacidad de oír la opinión de los demás, la de los que difieren de él y, sobre todo, la de los que menos tienen. Es ejemplo de cómo gobernar sin excluir y en diálogo con todos los sectores. Pablo es un líder de equipo que sabe decidir, está centrado en que las cosas ocurran, que los compromisos se cumplan y se hagan. Representa la fuerza de la unidad..!
Con una visión integral de las realidades políticas y de los problemas de toda Venezuela, el liderazgo de Pablo fue decisivo para el triunfo a nivel nacional en las pasadas elecciones parlamentarias, al lograr que 13 diputados del Zulia fueran electos a la Asamblea en representación de la Alternativa Democrática.
Pablo tiene muy claro los objetivos de su lucha, por eso con su firme y fuerte liderazgo siempre repite: “Mis enemigos son la pobreza, la inseguridad, el desempleo, la corrupción y la impunidad y, para derrotarlos, tengo un Plan, tengo soluciones concretas y un equipo muy bien preparado.”

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