AP: ANÁLISIS
Las nuevas leyes aprobadas por la Asamblea Nacional venezolana le otorgan al presidente Hugo Chávez una amplia gama de poderes que le facilitarán su combate contra la oposición de cara a las próximas elecciones.
En osadas iniciativas legislativas, la Asamblea Nacional saliente, dominada por chavistas por unos días más antes de la entrada de un mayor contingente opositor, aprobó leyes para reprimir mensajes sediciosos en la internet, ampliar el control oficial sobre las universidades e impedir el financiamiento extranjero de grupos de derechos humanos. Quizás la más importante es la Ley Habilitante, que le permite a Chávez gobernar por decreto por el próximo año y medio.
Se estima que Chávez usará sus nuevos poderes para tratar de neutralizar a la oposición y fortalecerse políticamente de cara a las próximas elecciones presidenciales que tendrán lugar en menos de dos años.
La oposición ha denunciado las medidas como anticonstitucionales y como un “golpe de estado desde el estado” perpetrado poco antes de la entrada de más legisladores opositores a la Asamblea Nacional el 5 de enero.
“Lo que está haciendo la Asamblea Nacional saliente es aprovecharse de la Navidad para legislar de espaldas al pueblo. Están aprobando un conjunto de leyes que sólo buscan concentrar el poder, no instrumentos que resuelvan los problemas de la gente”, dijo Julio Borges, uno de los legisladores opositores que asumirá el mes entrante.
Teodoro Petkoff, director del diario opositor TalCual, escribió que “Chávez ha comenzado a recorrer, ahora sí, el camino de la dictadura. ¿Se lo va a calar el país?”
El jueves, miles de estudiantes marcharon para protestar una ley que amplía los poderes oficiales sobre las universidades. Los opositores también suelen protagonizar “cacerolazos” en horas de la noche para expresar su descontento con el gobierno.
El presidente, por su parte, niega categóricamente que está acaparando poderes y ha aparecido en la televisión preguntándose cuál es el problema.
Chávez gradualmente ha concentrado el poder en sus manos a medida que ha sido reelegido repetidamente.
“¿Qué dictadura, Dios mío? Vayan por las calles para que vean la plena libertad que hay en Venezuela”, expresó el gobernante el miércoles por la noche, insistiendo él no violará los derechos humanos como hizo Augusto Pinochet en Chile u otras dictaduras latinoamericanas.
Aun así, Chávez gradualmente ha concentrado el poder en sus manos a medida que ha sido reelegido repetidamente. Junto con sus aliados, ha designado jueces adeptos, ha afianzado su control sobre instituciones como el Banco Central y ha expropiado numerosas empresas privadas.
Chávez sostiene que necesita la Ley Habilitante para agilizar la construcción de viviendas y dar asistencia a las miles de personas que quedaron desamparadas por las recientes inundaciones, y también para resolver “problemas estructurales” que le impiden implantar su llamada “Revolución Bolivariana” socialista.
Para Chávez, quien suele jugar a la confrontación, la estrategia busca metas estratégicas también: reforzar la base de simpatizantes, mantener a la oposición a la defensiva y distraer la atención de problemas como la inseguridad y la inflación.
Chávez frecuentemente sale a la ofensiva, lo que le permite monopolizar el debate e imponer la agenda nacional. Así lo hizo en el 2007 cuando también se le otorgaron poderes de decreto que también fueron criticados por la oposición.
Pero a diferencia de aquella vez, ahora Chávez tiene poderes que el mes entrante no podría haber recibido, cuando la oposición contará con 67 de los 165 escaños de la legislatura y le despojará de su mayoría de dos tercios. Eso ha llevado a la oposición a denunciar la medida como anticonstitucional, y el gobierno estadounidense concuerda.
La semana pasada, la Asamblea Nacional también aprobó un reglamento interno que perjudica a la oposición ya que acorta el tiempo permitido para los debates y otorga al partido de Chávez mayor control sobre los procedimientos. Otra ley recién aprobada estipula la suspensión de todo legislador que abandone su partido en medio de su mandato — lo que busca neutralizar las deserciones como las ocurridas recientemente entre los partidarios del mandatario.
Durante años la oposición en Venezuela ha soportado grandes obstáculos, como los procesos penales y las investigaciones por corrupción que el gobierno ha iniciado contra sus miembros y que han arruinado las carreras de algunos políticos y han llevado a otros al exilio.
La oposición además sostiene que hubiera ganado aun más escaños en la Asamblea Nacional en septiembre si no fuera por una ley aprobada por los oficialistas que redistribuye la proporción electoral de algunos distritos a fin de dar más peso a las zonas rurales; el voto popular estuvo dividido prácticamente por la mitad.
La popularidad de Chávez ha venido cayendo en los últimos dos años a medida que se ha agudizado la crisis económica y al hacerse evidentes los problemas producidos por una ineficiente gestión de gobierno. Muchos opinan que el presidente está tratando de compensar mostrando agresividad legislativa.
La Ley Habilitante “le permite avanzar más rápido y eso es lo que yo creo que él está tratando de hacer”, expresó Steve Ellner, profesor de ciencias políticas de la Universidad de Oriente. “Hay descontento entre las filas oficialistas y esta es una manera de animar a las filas, convencer a la gente de que el proceso avanza a pesar de las dificultades”.
Chávez también ha aprovechado la oportunidad para impulsar una ley que ha pedido durante años: la restricción de fondos extranjeros para organizaciones no gubernamentales. La ley, temen algunos, podría restringir drásticamente a los grupos de derechos humanos que dependen de donaciones extranjeras, y establece multas para cualquier agrupación cuyos invitados públicamente “ofendan las instituciones del estado” o funcionarios de alto rango.
Chávez ha tenido una mayoría casi absoluta de la Asamblea Nacional desde el 2005, cuando la oposición boicoteó las elecciones.
Ante la inminente pérdida de su mayoría de dos tercios, los legisladores chavistas hace unas semanas nombraron nueve miembros adicionales a la Corte Suprema, reforzando la mayoría de jueces que son ampliamente considerados partidarios del oficialismo.
Desde el 17 de diciembre, la Asamblea Nacional ha estado sosteniendo sesiones nocturnas — una se extendió hasta casi las 3 de la mañana — aprobando leyes que la oposición tilda de “paquete cubano” con la intención de agilizar la transición hacia un modelo socialista.
La primera fue una ley que declara al sector bancario como “de utilidad pública” y que busca agilizar el proceso de nacionalización de otros bancos. En la actualidad, el gobierno controla aproximadamente un 30% del sector bancario y el resto está en manos privadas.
Luego la Asamblea Nacional aprobó la Ley Habilitante que le permite a Chávez gobernar por decreto en nueve ámbitos incluyendo atención a víctimas de las inundaciones, infraestructura, transporte y servicios públicos; vivienda; reordenación territorial, desarrollo integral y uso de la tierra urbana y rural; financiero y tributario; seguridad ciudadana y jurídica; seguridad y defensa integral de la nación; cooperación internacional, y sistema socioeconómico.
Una nueva ley de telecomunicaciones le facilita al gobierno la revocación de licencias de canales de televisión y radio, lo que podría llevar al cierre de Globovisión
Chávez no ha divulgado mucho sobre qué específicamente piensa hacer con esa ley a excepción de decir que aumentará algunos impuestos y agilizará la construcción de viviendas.
Se mantiene también la incertidumbre sobre qué piensa hacer Chávez con otras leyes, como la nueva ley que regula las comunicaciones por internet para prohibir que se “emitan opiniones que ofendan las instituciones del Estado, sus altos funcionarios o atenten contra el ejercicio de la soberanía”.
Una nueva ley de telecomunicaciones le facilita al gobierno la revocación de licencias de canales de televisión y radio, lo que podría llevar al cierre de Globovisión, el único canal crítico al gobierno que no ha sido cerrado.
Tales medidas parecen haber sido calibradas para mantener a la oposición en la zozobra sobre cuáles son las intenciones de Chávez, y le dan a él una herramienta para dirigir la atención público en los próximos meses.
El sitio de internet satírico El Chigüire Bipolar bromeó sobre la situación difundiendo el titular: “Poderes Habilitantes permitirán a Chávez leer los pensamientos de sus enemigos”, junto con una foto trucada del gobernante disparando rayos desde los ojos.
Para algunos venezolanos, esa broma les recuerda temores reales.
“Esto va hacia lo que todos vemos y sabemos: una dictadura, el mismo camino como de Cuba. No sabemos hasta dónde vamos a aguantar. Los venezolanos tenemos que despertar”, declaró Cruz Herrera, una niñera de 46 años de edad.
Aun así, Chávez sigue siendo muy popular y muchos partidarios le siguen siendo fiel.
“El presidente lo que está haciendo es para ayudar a la gente, buscar soluciones, si fuera una dictadura, el país no estaría tan libre como se ve. La gente se expresa”, dijo César Palacio, un guardia de seguridad de 43 años de edad.
Vía AP
En osadas iniciativas legislativas, la Asamblea Nacional saliente, dominada por chavistas por unos días más antes de la entrada de un mayor contingente opositor, aprobó leyes para reprimir mensajes sediciosos en la internet, ampliar el control oficial sobre las universidades e impedir el financiamiento extranjero de grupos de derechos humanos. Quizás la más importante es la Ley Habilitante, que le permite a Chávez gobernar por decreto por el próximo año y medio.
Se estima que Chávez usará sus nuevos poderes para tratar de neutralizar a la oposición y fortalecerse políticamente de cara a las próximas elecciones presidenciales que tendrán lugar en menos de dos años.
La oposición ha denunciado las medidas como anticonstitucionales y como un “golpe de estado desde el estado” perpetrado poco antes de la entrada de más legisladores opositores a la Asamblea Nacional el 5 de enero.
“Lo que está haciendo la Asamblea Nacional saliente es aprovecharse de la Navidad para legislar de espaldas al pueblo. Están aprobando un conjunto de leyes que sólo buscan concentrar el poder, no instrumentos que resuelvan los problemas de la gente”, dijo Julio Borges, uno de los legisladores opositores que asumirá el mes entrante.
Teodoro Petkoff, director del diario opositor TalCual, escribió que “Chávez ha comenzado a recorrer, ahora sí, el camino de la dictadura. ¿Se lo va a calar el país?”
El jueves, miles de estudiantes marcharon para protestar una ley que amplía los poderes oficiales sobre las universidades. Los opositores también suelen protagonizar “cacerolazos” en horas de la noche para expresar su descontento con el gobierno.
El presidente, por su parte, niega categóricamente que está acaparando poderes y ha aparecido en la televisión preguntándose cuál es el problema.
Chávez gradualmente ha concentrado el poder en sus manos a medida que ha sido reelegido repetidamente.
“¿Qué dictadura, Dios mío? Vayan por las calles para que vean la plena libertad que hay en Venezuela”, expresó el gobernante el miércoles por la noche, insistiendo él no violará los derechos humanos como hizo Augusto Pinochet en Chile u otras dictaduras latinoamericanas.
Aun así, Chávez gradualmente ha concentrado el poder en sus manos a medida que ha sido reelegido repetidamente. Junto con sus aliados, ha designado jueces adeptos, ha afianzado su control sobre instituciones como el Banco Central y ha expropiado numerosas empresas privadas.
Chávez sostiene que necesita la Ley Habilitante para agilizar la construcción de viviendas y dar asistencia a las miles de personas que quedaron desamparadas por las recientes inundaciones, y también para resolver “problemas estructurales” que le impiden implantar su llamada “Revolución Bolivariana” socialista.
Para Chávez, quien suele jugar a la confrontación, la estrategia busca metas estratégicas también: reforzar la base de simpatizantes, mantener a la oposición a la defensiva y distraer la atención de problemas como la inseguridad y la inflación.
Chávez frecuentemente sale a la ofensiva, lo que le permite monopolizar el debate e imponer la agenda nacional. Así lo hizo en el 2007 cuando también se le otorgaron poderes de decreto que también fueron criticados por la oposición.
Pero a diferencia de aquella vez, ahora Chávez tiene poderes que el mes entrante no podría haber recibido, cuando la oposición contará con 67 de los 165 escaños de la legislatura y le despojará de su mayoría de dos tercios. Eso ha llevado a la oposición a denunciar la medida como anticonstitucional, y el gobierno estadounidense concuerda.
La semana pasada, la Asamblea Nacional también aprobó un reglamento interno que perjudica a la oposición ya que acorta el tiempo permitido para los debates y otorga al partido de Chávez mayor control sobre los procedimientos. Otra ley recién aprobada estipula la suspensión de todo legislador que abandone su partido en medio de su mandato — lo que busca neutralizar las deserciones como las ocurridas recientemente entre los partidarios del mandatario.
Durante años la oposición en Venezuela ha soportado grandes obstáculos, como los procesos penales y las investigaciones por corrupción que el gobierno ha iniciado contra sus miembros y que han arruinado las carreras de algunos políticos y han llevado a otros al exilio.
La oposición además sostiene que hubiera ganado aun más escaños en la Asamblea Nacional en septiembre si no fuera por una ley aprobada por los oficialistas que redistribuye la proporción electoral de algunos distritos a fin de dar más peso a las zonas rurales; el voto popular estuvo dividido prácticamente por la mitad.
La popularidad de Chávez ha venido cayendo en los últimos dos años a medida que se ha agudizado la crisis económica y al hacerse evidentes los problemas producidos por una ineficiente gestión de gobierno. Muchos opinan que el presidente está tratando de compensar mostrando agresividad legislativa.
La Ley Habilitante “le permite avanzar más rápido y eso es lo que yo creo que él está tratando de hacer”, expresó Steve Ellner, profesor de ciencias políticas de la Universidad de Oriente. “Hay descontento entre las filas oficialistas y esta es una manera de animar a las filas, convencer a la gente de que el proceso avanza a pesar de las dificultades”.
Chávez también ha aprovechado la oportunidad para impulsar una ley que ha pedido durante años: la restricción de fondos extranjeros para organizaciones no gubernamentales. La ley, temen algunos, podría restringir drásticamente a los grupos de derechos humanos que dependen de donaciones extranjeras, y establece multas para cualquier agrupación cuyos invitados públicamente “ofendan las instituciones del estado” o funcionarios de alto rango.
Chávez ha tenido una mayoría casi absoluta de la Asamblea Nacional desde el 2005, cuando la oposición boicoteó las elecciones.
Ante la inminente pérdida de su mayoría de dos tercios, los legisladores chavistas hace unas semanas nombraron nueve miembros adicionales a la Corte Suprema, reforzando la mayoría de jueces que son ampliamente considerados partidarios del oficialismo.
Desde el 17 de diciembre, la Asamblea Nacional ha estado sosteniendo sesiones nocturnas — una se extendió hasta casi las 3 de la mañana — aprobando leyes que la oposición tilda de “paquete cubano” con la intención de agilizar la transición hacia un modelo socialista.
La primera fue una ley que declara al sector bancario como “de utilidad pública” y que busca agilizar el proceso de nacionalización de otros bancos. En la actualidad, el gobierno controla aproximadamente un 30% del sector bancario y el resto está en manos privadas.
Luego la Asamblea Nacional aprobó la Ley Habilitante que le permite a Chávez gobernar por decreto en nueve ámbitos incluyendo atención a víctimas de las inundaciones, infraestructura, transporte y servicios públicos; vivienda; reordenación territorial, desarrollo integral y uso de la tierra urbana y rural; financiero y tributario; seguridad ciudadana y jurídica; seguridad y defensa integral de la nación; cooperación internacional, y sistema socioeconómico.
Una nueva ley de telecomunicaciones le facilita al gobierno la revocación de licencias de canales de televisión y radio, lo que podría llevar al cierre de Globovisión
Chávez no ha divulgado mucho sobre qué específicamente piensa hacer con esa ley a excepción de decir que aumentará algunos impuestos y agilizará la construcción de viviendas.
Se mantiene también la incertidumbre sobre qué piensa hacer Chávez con otras leyes, como la nueva ley que regula las comunicaciones por internet para prohibir que se “emitan opiniones que ofendan las instituciones del Estado, sus altos funcionarios o atenten contra el ejercicio de la soberanía”.
Una nueva ley de telecomunicaciones le facilita al gobierno la revocación de licencias de canales de televisión y radio, lo que podría llevar al cierre de Globovisión, el único canal crítico al gobierno que no ha sido cerrado.
Tales medidas parecen haber sido calibradas para mantener a la oposición en la zozobra sobre cuáles son las intenciones de Chávez, y le dan a él una herramienta para dirigir la atención público en los próximos meses.
El sitio de internet satírico El Chigüire Bipolar bromeó sobre la situación difundiendo el titular: “Poderes Habilitantes permitirán a Chávez leer los pensamientos de sus enemigos”, junto con una foto trucada del gobernante disparando rayos desde los ojos.
Para algunos venezolanos, esa broma les recuerda temores reales.
“Esto va hacia lo que todos vemos y sabemos: una dictadura, el mismo camino como de Cuba. No sabemos hasta dónde vamos a aguantar. Los venezolanos tenemos que despertar”, declaró Cruz Herrera, una niñera de 46 años de edad.
Aun así, Chávez sigue siendo muy popular y muchos partidarios le siguen siendo fiel.
“El presidente lo que está haciendo es para ayudar a la gente, buscar soluciones, si fuera una dictadura, el país no estaría tan libre como se ve. La gente se expresa”, dijo César Palacio, un guardia de seguridad de 43 años de edad.
Vía AP
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