miércoles, 29 de diciembre de 2010

El mundo “multipolar” de Hugo Chávez en 2010
El año 2010 nos deja un balance interesante en política exterior venezolana, no sólo por el hecho de que es más notoria la desesperación interna del gobierno por llevar a cabo su proyecto personalista, sino también, por el derrumbe a nivel internacional que ha venido teniendo la imagen de Hugo Chávez y de la cual gozó en los primeros años de su gobierno.
No es secreto que Venezuela hoy día carece de un pluralismo de ideas y una política exterior (e interior) de escasas consultas entre diversos sectores del país, apartándonos del ideal de la verdadera defensa de la práctica del interés nacional, para abocarse a servir a los intereses de un solo individuo, Hugo Chávez.
Sin embargo, las posturas exageradas de la imagen y el personalismo del presidente venezolano a nivel internacional, han quedado relegadas poco a poco en este año 2010, debido a tres cosas principalmente: 1) las incertidumbres que vive la propia Venezuela han dado más de que hablar, superando en noticias y escándalos, los aproximadamente 26 viajes que realizó sólo en 2010; 2) la cada vez menos pujante PDVSA que antes suministraba lo necesario para todo el lobby internacional, y que hoy por hoy, se encuentra completamente saqueada, al igual que el Banco Central de Venezuela; y 3) los líderes naturales que han allanado el camino en la región para erigirse en nombre de sus pueblos como es el caso de Luis Ignacio Lula da Silva, Juan Manuel Santos con su política de acercamiento a Venezuela, y el talante de Sebastian Piñera frente a todas los embestidas lamentables que sufrió Chile este año.
¿Cuál es el mundo multipolar que quiere Hugo Chávez?
- ¿Unas relaciones diplomáticas con Estados Unidos en franco deterioro pero con un nivel de exportación cada vez más dependiente del país del norte?
-¿Unas relaciones con Irán, Rusia, Ucrania, Libia, Siria, China y Bielorrusia que pretendan acabar con el “imperialismo estadounidense” pero ni ellos mismo saben cómo atacar los problemas y las necesidades de sus propios pueblos, y que por otro lado contruyen, en el caso de algunos, sus propios imperialismos regionales?
-¿Crear nuevos organismos regionales que sirvan para los proyectos personalistas del club de gobiernos pro “chavistas” que están a favor de UNA democracia (vaya a saber cuál), mientras en Venezuela se viene vulnerando el ejercicio democrático desde hace años?
-¿Ser reconocido como país de cobijo para ETA, Hezbollah y FARC, reconocidos por una gran mayoría a nivel internacional, como grupos terroristas?
-¿Acabar con las relaciones diplomáticas y comerciales con países, caso Colombia en 2009-comienzos 2010, o desarticularnos de bloques comerciales naturalmente beneficiosos para Venezuela, caso CAN, por las posiciones ideológicas y políticas de sus países?
No creo que el gobierno de Venezuela esté tras la búsqueda de un mundo multipolar, más bien lo veo como un bonito nombre para tapar en resumen, una política exterior al servicio de una ideología y de un solo hombre, alejándose de un proyecto exterior venezolano que se sustentó a partir de 1958 hasta 1998, en 3 fundamentos básicos: defensa del territorio, promoción de la democracia nacional e internacional, e independencia nacional, aunado a la búsqueda de la integración regional.
De algo si debemos estar seguros, Venezuela dará de que hablar en 2011, y no será precisamente por su “estrategia multipolar” como la ha querido llamar Hugo Chávez, sino precisamente, por la constante violación interna a las prácticas democráticas mundialmente reconocidas, que de alguna u otra forma obligarán a los silentes, a hablar y a tomar posición frente a esto.
Adriana Boersner Herrera
DIPLOOS

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