jueves, 23 de diciembre de 2010

ENTREVISTA A BLOGUERA CUBANA YOANI SÁNCHEZ

En la Internet encontró la libertad personal que no tiene en su país y de la que quiere “disfrutar algún día”. En Cuba vive y “sobrevive”. Es seguida, investigada y atacada por el Gobierno de Raúl Castro. Se hastió de que le quieran controlar hasta la manera de caminar y en 2007, se abrió una ventana al mundo. Su blog “Generación Y” está en la red desde el 9 de abril de hace tres años, pero está bloqueado en los servidores cubanos desde 2008. Crítica y luchadora, esta mujer apunta que es perseguida “por pensar diferente”.Entrevista de Sheyla G. Urdaneta de La Verdad
Yoani Sánchez juega con fuego, pero no teme quemarse. Desafió la censura de su país y eso le ha costado tener lesiones en espaldas y rodillas porque ha sido golpeada por protestar contra el régimen que mantiene Fidel Castro, así este “hombre del siglo pasado” haya delegado en su hermano el Gobierno.La defensa por las libertades le ha hecho merecedora de reconocimientos internacionales. El Gobierno de su país le tiene prohibido salir de la Isla para recibirlos personalmente. No se rinde. Cada vez que llega un premio pide permisos, pero la respuesta siempre es “No”.Está informada. Sabe que los venezolanos están sentados en pólvora. Que en la Asamblea Nacional se están discutiendo leyes que restringen libertades. La recomendación de Sánchez es mantener la defensa contra la censura y protestarla. “Es peligroso, pero la recomendación es que los venezolanos disfruten sus libertades y las defiendan”.Las declaraciones de Sánchez, son como un espejo para los venezolanos. En su país se violan Derechos Humanos, hay presos de conciencia, se penaliza la protesta y se controlan libertades. Recalca que en la Isla la gente está ensimismada en sus casas. “En Cuba hay demasiada parálisis y mucha gente opta por resolver su pequeño problema personal antes de pensar resolver el problema nacional”.
-¿Por dónde se comienza a restringir a los ciudadanos en un Gobierno como el de Hugo Chávez que sigue directrices de Fidel Castro?
-Creo que el terreno principal en donde empieza a recortarse libertades es el de la expresión, la información, el acceso a las noticias. Son regímenes basados en el silencio, basados precisamente en el control del flujo informativo, la distorsión de lo que ocurre y precisamente por allí comienza.
-¿Cómo avizoras el futuro de los medios de comunicación en Venezuela de llegar a aprobarse las leyes que se discuten y que penalizan libertades?-
Creo que no es el momento histórico para lograr el control absoluto del Estado, pero si siguen los pasos de Cuba entonces llegará la grisura, en donde hay castigo para el creativo, hay castigo para el que piensa diferente. Llegarán al éxodo masivo de personas talentosas que preferirán emigrar y crear fuera de su país que hacerlo en su propia nación. Es un escenario bastante triste, probablemente la larga noche del quinquenio gris caiga sobre ustedes con la penalización a intelectuales, con los actos de repudio público. Pero de veras soy optimista, no creo que lleguen a ese punto.
-¿Cómo Venezuela debe enfrentar la censura que se quiere imponer?
-La mejor manera para defenderse de la censura que quieren imponer al Internet es buscando solidaridad con otros internautas en el mundo. Por ejemplo cuando se escriben los problemas que podrían venir después de esta leyes, cuando se convoca por ejemplo a través de Twitter a la solidaridad ciudadana en todas partes. Sin violencia, porque yo soy enemiga de todos exabruptos violentos y de los actos denigrantes y del insulto por el insulto. Yo creo que con argumentos, con palabras con denuncias coherentes, con el uso de las propias tecnologías se puede lograr impedir que el telón caiga sobre los internautas venezolanos.
-¿Consideras que hay responsabilidad de Ramiro Valdés con respecto al tema de control de medios y de censura en Venezuela?-
Sin caer en el plano de las especulaciones podría decirte que no presagia nada bueno para las comunicaciones venezolanas la presencia de Ramiro Valdés. Es una figura bastante polémica en nuestra historia nacional. Se ha ganado una fama de hombre despiadado, de hombre vengativo, y sobre todo fue una sorpresa cuando lo nombraron ministro de informática y comunicaciones puesto que por su edad, también por su proyección, sabemos que no tiene conocimientos para enfrentar esa rama tan importante en un país como son las comunicaciones, sino más por su tendencia a la censura, por su tendencia al control y por su tendencia a irradiar el miedo en la esferas donde lo han ubicado.
-¿Cómo han hecho los cubanos para romper los cercos informativos que les ha impuesto el Gobierno?.
-El hecho de poder publicar en Internet, de poder usar una herramienta tan maravillosa como el Twitter lo hemos logrado gracias también a nuestro ingenio y la creatividad que los cubanos hemos aprendido a desarrollar en estos 50 años. Ahora estamos inventando la Internet sin Internet. Eso quiere decir que estamos buscando caminos paralelos como puede ser el sms en los teléfonos móviles o con el correo electrónico mantenemos vivos nuestros espacios virtuales en Internet. En el caso del Twitter lo hacemos a ciegas, puesto que lo hacemos a través del sms, porque nuestros teléfonos celulares no tienen acceso a internet. De manera que puedo emitir pero no puedo leer lo que otros escriben, ni mucho menos responder a las preguntas, comentarios o palabras de ánimo que me hacen otros twitteros.
-¿Qué tantas similitudes en materia de restricción de libertades ves entre Venezuela y Cuba?
-Aunque haga el intento de emparejar la situación de censura entre ambos países yo creo que ustedes están mucho más adelante en el disfrute todavía de ciertas libertades. Sobretodo porque Venezuela es un país que sigue teniendo una infraestructura económica, material, empresarial paralela al Gobierno. Eso en Cuba es imposible y claro está, la autonomía material trae autonomía política e ideológica. De manera que ustedes pueden gozar de espacios de libertad que nosotros ni soñamos tener.
-Has dicho que el miedo tiene paralizado a los cubanos. ¿Les puede pasar esto a los venezolanos?
-Es posible. Hay muchas maneras de meter el miedo a una sociedad. Hay veces que la parálisis no solamente llega por el terror a la rendición, también puede llegar por el oportunismo y por la estimulación y eso ha sido un componente importante en la inmovilidad del pueblo cubano. Creo que los venezolanos tienen un bagage histórico, una trayectoria nacional quizá más rica en acontecimientos, con una experiencia de vida democrática imperfecta como son todas las democracias, pero tienen una experiencia en este campo que los cubanos lamentablemente apenas pudimos tocar. Yo creo que sí, que va a ser mucho más difícil que la autocracia se instale en un país como Venezuela.
-¿Hugo Chávez es un Fidel en menor grado?
-Yo creo que trata de imitarlo, pero hay muchísimas diferencias. Yo creo no está ante el mismo contexto histórico. Fidel Castro es una figura del siglo pasado con métodos sinonómicos también muy cercanos a esa figura del caudillo prácticamente literario. A Hugo Chávez le han tocado otros tiempos. No puede hacer y desahacer con el mismo grado de impunidad con el que lo hizo Fidel Castro en este país la segunda mitad del siglo XX.
-¿En Cuba las cárceles están llenas de disidentes?
-Cuba tiene una de las poblaciones penales más grandes de este hemisferio no solamente de presos políticos, sino de presos comunes. En Cuba hay muchas cosas prohibidas. Las personas que matan una vaca pueden ir 15 años a prisión porque el delito de sacrificio de ganado vacuno es muy penalizado por la falta de carne de res en el mercado. También hay presos por delitos de opinión y delitos políticos. En este momento estamos en medio un proceso de excarcelación que ha logrado sacar del país a una buena parte de esos presos. Se estipula que quedan 11 de ellos todavía en prisión aunque la cifra no es exacta. Lo más preocupante no es el número de los que quedan, sino que en el Código Penal cubano se mantienen todavía las figuras delictivas de asociación ilícita, de propaganda enemiga para castigar y penalizar la libre asociación y la posibilidad que alguien imprima un periódico, distribuya un documento político y sobretodo se mantiene en pie la conocida Ley 88 o Ley Mordaza, que sin lugar a dudas es uno de los principales ataques a la libertad política y a la libertad de expresión que hay en el país.
-¿Por qué Guillermo Fariñas y tu que se cuelan sin miedo en defensa de las libertades no quieren dejar su país?
-Hay muchas razones. Especialmente cuando explico ese tema digo: Es que mi país no es el fuego de una ideología, de un partido en el poder, nisiquiera de un hombre. Mi país es mucho más, es la gente que quiero, la poesía que me gusta leer, es Martí que no pertenece a nadie, pertenece a sí mismo y mi país es mucho más que eso. Hay una falsa impresión de querer identificar la nación con la ideología imperante.
-Dónde comienzan y dónde terminan los Derechos Humanos en Cuba?
-Esa combinación de palabras es prácticamente una frase prohibida en Cuba. Cuando alguien escucha hablar que otro está implicado en un tema de Derechos Humanos, o participando en un grupo de defensa de éstos o algo así, las personas entran en pánico, se paralizan y entonces envían a grupos que señalan a los que no están conformes, a los disidentes. Las hordas organizadas han llegado a gritar “Abajo los Derechos Humanos”. Te puedes imaginar entonces la magnitud del daño social, del daño antropológico que ha ocurrido en este país en un tema cívico como ese. Estamos en pañales en materia de Derechos Humanos, hasta el punto de que mucha gente nisiquiera sabe los derechos que le faltan. Así que empiezan y terminan…en el mismo punto, en el punto de la sumisión ciudadana al poder del Estado que tiene una ideología bien marcada. Creo que algún día tendrá que instaurarse una asignatura obligatoria en todas las escuelas cubanas para que la gente aprenda cuáles son los derechos que le falta y como defenderlos.
-¿Hasta dónde se aguanta una dictadura?
-Se aguanta hasta que la gente vea dañado su pequeño pedacito personal. En el caso cubano, mucha gente está escudada en el interior de su casa y cree que nunca le va a tocar la represión, que nunca le va a tocar la injusticia. Pero un buen día su hijo es expulsado de la universidad, a su madre no la dejan entrar al país o con algún otro tipo de control e inmediatamente empiezan a darse cuenta de todos los derechos que le faltan. Yo creo que ese es el punto donde cada ciudadano se sienta tocado de alguna manera por el absurdo que los gobierna y tienen que actuar. Por los momentos, lamentablemente, en Cuba hay demasiada parálisis y mucha gente opta por resolver su pequeño problema personal antes de pensar resolver el problema nacional.

No hay comentarios:

Publicar un comentario