lunes, 9 de enero de 2012

EDITORIAL DEL DIARIO ABC DE PARAGUAY SOBRE COMISIÓN DE MERCOSUR


Comisión pro Chávez debe ir a Venezuela primero




Se equivocaron de destino quienes decidieron enviar a nuestro país una “Comisión de Alto Nivel del Mercosur” para intentar convencer a los parlamentarios paraguayos de aceptar el ingreso del gorila totalitario Hugo Chávez al proceso de integración regional. Antes deben mandarla a Caracas, para recomendarle al autócrata bolivariano que ajuste su comportamiento político a lo que en el bloque sabemos que es la democracia. Ahí es donde se encuentra el verdadero nudo gordiano que impide avanzar en la materia. Por lo tanto, aún están a tiempo de reorientar los esfuerzos diplomáticos que pretenden desperdiciar en Asunción.    

Si los señores de la Comisión que van a venir leen bien, verán que el primer artículo del Protocolo de Ushuaia sobre Compromiso Democrático en el Mercosur establece con toda claridad: “La plena vigencia de las instituciones democráticas es condición esencial para el desarrollo de los procesos de integración entre los Estados Partes”. Pero, a la luz de los hechos que cotidianamente se suceden en Venezuela, parece que a Chávez le importa un rábano lo que dispone esta cláusula. Por lo tanto, es preciso que alguien con suficientes dotes de convencimiento se lo haga leer o lo ilustre acabadamente sobre el particular. Talvez los de la Comisión, cuando vayan a Caracas.   

En la Venezuela subyugada por Chávez no existe el más mínimo respeto por las libertades individuales, ya sean políticas o civiles, que son la piedra angular sobre la que se sustenta todo régimen democrático. Allí los que sostienen opiniones distintas a las del déspota son sistemáticamente hostigados, sometidos a procesos judiciales amañados bajo caprichosas e inventadas acusaciones de “corrupción”, encarcelados o directamente forzados a exiliarse en el extranjero.   

El tirano caribeño tiene, además, totalmente sometido al Poder Judicial, que se ha convertido en el órgano ejecutor de todas sus maquinaciones y ocurrencias. Como ejemplo está el caso de nada menos que una jueza, María Lourdes Afiuni, detenida por orden de Chávez a fines de 2009 por haber dictado una sentencia que contrariaba al dictador. El pasado 27 de diciembre, tres relatores independientes de las Naciones Unidas expresaron su rechazo a la decisión de otro juez que ordenó extender por dos años más la prisión preventiva de la magistrada.   

“Como demuestra el mantenimiento en detención de la jueza Afiuni, la independencia de la judicatura está severamente comprometida en Venezuela. Los actores judiciales temen correr la misma suerte de la jueza Afiuni si osan actuar en contra de los intereses gubernamentales”, concluyó la relatora especial de la ONU sobre la independencia de los magistrados y abogados, Gabriela Knaul. Ante este atropello, ¿no deberían expedirse los países del Mercosur y su Comisión de Alto Nivel antes de venir al Paraguay?   

Si es que los que van a venir son verdaderamente demócratas, podrían decir también alguna palabra acerca de la supresión de la libertad de prensa en Venezuela, ya que en los últimos años Chávez ordenó el cierre de 34 radioemisoras, sacó del aire al canal Radio Caracas Televisión (RCTV) e impuso multas pecuniarias astronómicas a Globovisión, el último canal independiente del país.   

Los paraguayos conocemos perfectamente lo que significó la aplicación del terrorismo de Estado en nuestro país. La dictadura en Argentina duró unos 8 años, en Uruguay 12, en Brasil 21, con varios cambios sucesivos de personas en esos periodos de tiempo. Pero aquí se extendió reelección tras reelección por interminables 35 años en manos de un solo sátrapa, en los que lo único garantizado era el fiel cumplimiento de la voluntad omnímoda del tirano Stroessner. Igualito a lo que ocurre hoy día en la atribulada Venezuela: se cumple con la voluntad de Hugo Chávez.   

Muchos de quienes hoy ocupan escaños en el Congreso nacional soportaron en sus costillas y en sus propiedades los embates del autoritarismo stronista, la persecución, la confiscación de sus bienes y el exilio. ¿Cómo habrían entonces de permanecer insensibles ante las arbitrariedades semejantes que acontecen en Venezuela? Que lo diga el doctor Domingo Laíno y su familia, quienes sufrieron en carne propia lo que hoy están sufriendo muchos políticos y periodistas en la angustiada Venezuela.   

El problema de fondo en esta cuestión es que en Venezuela simplemente no existe “vigencia de las instituciones democráticas”, ni “plena”, como exige la Cláusula Democrática, ni aparente. Por lo tanto, así como señalamos al comienzo, lo único que cabe es que la mentada “Comisión de Alto Nivel del Mercosur”, si es que es intelectualmente honesta, antes de venir al Paraguay necesariamente se desplace a Caracas y se informe con los partidos de la oposición política si es que Chávez respeta los preceptos de una democracia como lo exige el primer artículo del Protocolo de Ushuaia sobre Compromiso Democrático en el Mercosur.
9 de Enero de 2012

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