VENEZUELA REGRESA A LA EDAD MEDIA EN MATERIA
ECONÓMICA
THE ECONOMIST
Ocho años despuésde que el gobierno socialista de Hugo Chávez impuso un estricto control de precios en los productos básicos, Venezuela tiene la mayor tasa mundial de inflación. A mediados de 2011, los precios de los alimentos en Caracas, fueron casi nueve veces mayor que cuando se introdujeron los controle. De acuerdo con el Banco Central, los salarios han aumentado 40% menos. En el último año, los precios al consumidor aumentaron en un 27%, en comparación con el promedio en América Latina del 6%. Con una elección presidencial el próximo año, algo que había que hacer. Así que el presidente Chávez ha utilizado los poderes legislativos que le concedió el Parlamento para decretar una Ley de Precios Justos, que en efecto hace que la inflación sea ilegal.
Según el preámbulo del decreto, es el “flagrante abuso de poder de los monopolios en muchos sectores de la economía” que han llevado al “aumento de los precios constantes por ninguna otra razón que la explotación … de la gente”. Así que ahora el Estado establecerá “precios justos” en toda la economía mediante la determinación de la estructura de costos de cada tipo de negocio. El gobierno dice que la burocracia necesaria para hacer esta tarea estará lista en noviembre. Las empresas considera que si muestran precios “injustos” serán multados o sancionados con cierre temporal.
El sector privado, ya cercado por muchos controles, está enojado. Sin embargo, hay críticos de la izquierdaque tampoco concuerdan con la medida. Heinz Dieterich, un académico mexicano-alemán, que hasta hace poco era un destacado partidario de Chávez, calificó a la ley como “una alucinación”. La noción medieval del “precio justo” (asociada con Santo Tomás de Aquino) es una “proyección fantasmagórica como Dios o el Espíritu Santo”, según Dieterich.
Los venezolanos han pasado por esto antes. Un esquema similar se aplicó durante el gobierno de Jaime Lusinchi. Durante sus primeros tres años de funcionamiento, la inflación anual aumentó de 16% a 40%, superando finalmente al 100% después de que los controles se levantaron.
Al igual que en la década de 1980, el efecto principal de los controles de precios ha sido el de reducir la disponibilidad de productos de primera necesidad. En los últimos meses, los índices de escasez preparados por el Banco Central y las organizaciones privadashan revelado una vez más que las diferencias se acentúan en los estante de los supermercados.
Lo más difícil de encontrar es el aceite de cocina, pero el pollo, la leche en polvo y algunas variedades de queso, junto con el azúcar y la carne, también escasean. Aunque las cosas no están tan mal como a principios de 2008, la tendencia es negativa, y la nueva ley parece destinada a empeorar la situación. Los minoristas más afectados por problemas de suministro son las cadenas de gobierno establecidas para proporcionar una fuente confiable de alimentos baratos.
En 2008 el gobierno superó la escasez gastando más de $ 7,5 mil millones en importaciones de alimentos. Sin embargo, gracias a la incompetencia y la corrupción, la mayoría de los envíos de comida se pudrió antes de llegar a las tiendas. Con los precios de las exportaciones de petróleo de Venezuela, el gobierno elevará de nuevo las importaciones antes de que se les convierta en una carga electoral. Ni Chávez ni nadie ha podido ponerle “un precio justo” al petróleo, después de todo.
The Economist. Traducción: LaPatilla.com
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