HECTOR BRICEÑO
POLITIKA UCAB
Las elecciones presidenciales de abril de 2013 registraron la pérdida del apoyo al chavismo, en cuestión de 6 meses, de al menos 600 mil electores (equivalentes al 7,3% del voto de Chávez en 2012), tras pasar de 8.191.132 en octubre de 2012 a 7.587.579 en abril del siguiente año. Una perdida promedio aproximada de 100 mil electores mensuales. Sólo comparable, por cierto, con la velocidad del crecimiento de la pobreza experimentado durante ese mismo año, la cual (según el INE), creció en un promedio de 150 mil personas por mes entre diciembre de 2012 y diciembre 2013 para cerrar en 9.174.142 venezolanos en condición de pobreza.
Y al igual que la pobreza sigue creciendo durante 2014 y 2015 todas las pruebas disponibles apuntan a que el fenómeno registrado en las presidenciales 2013 también continúa profundizándose.
El estudio realizado por el Proyecto Integridad Electoral Venezuela del Centro de Estudios Políticos de la UCAB, preguntó a los entrevistados por quién votó en las elecciones presidenciales del año 2012 al igual que en las de 2013. Los resultados son sorprendentes.
En las presidenciales 2012 las respuestas obtenidas por la encuesta son: 56,5% Hugo Chávez y 43,5% Henrique Capriles, mientras que el resultado oficial del CNE fue de 55,1% a 44,3%. La pequeña diferencia entre la cifra del CNE y la del estudio se encuentra dentro del margen de error de la encuesta de +/-2%.
Sin embargo, las respuestas obtenidas por la encuesta para la elección presidencial de 2013 son completamente opuestas a las del CNE. Mientras éste último señala una ventaja de 1,49 puntos a favor de Nicolás Maduro (en un cerrado 50,6% a 49,1%), el estudio registra que un 43,1% de los entrevistados afirman haber votado por Nicolás Maduro, mientras 56,8% por Henrique Capriles. Es decir, un escenario inversa y con una diferencia de 13,7% lejana al margen de error del estudio.
No se trata de un fraude… electoral
No obstante, los resultados de la encuesta no se deben ni a un error muestral de la encuesta ni mucho menos a un fraude electoral ocurrido en 2013. El fenómeno es mucho más interesante y complejo y también lo hemos registrado en múltiples ocasiones a través de entrevistas y grupos focales, y es que hay porcentaje importante de la población que está arrepentida de haber votado por Nicolás Maduro, hasta el punto que evade, niega e incluso miente cuando se le pregunta ¿por quién votó en las elecciones presidenciales del año 2013? Así, lo que descubre la encuesta es que un 13,7% de los entrevistados afirman haber votado por la oposición cuando en realidad no lo hicieron.
Exchavistas
Cuando analizamos el 56,5% de electores que votaron por Chávez en 2012 según la forma como afirman haber votado en 2013 hay hallazgos muy interesantes. El primero, es que tan sólo 69,8% dice haber votado luego por Maduro (con y sin arrepentimiento). Luego, un 12,3% dice no haber votado y finalmente un 17,9% afirma haber votado por Henrique Capriles. A saber: no dicen haberse abstenido ni que votaron por otros candidatos. Tampoco se niegan a responder la pregunta, sino que afirman haber votado por la oposición. Ello muestra muy claramente que la migración chavista continuó luego de las elecciones presidenciales de 2013 y que se ha intensificado durante el 2014 y 2015.
Aun más; si analizamos los votantes que apoyaron a Chávez en 2012 según su intención de voto para las elecciones parlamentarias de este año el fenómeno se hace todavía más claro:
Sólo el 51,1% volvería a votar por el PSUV y sus aliados, mientras 18,9% votaría por los candidatos de la UNIDAD, 14,3% por los mejores candidatos, 6,1% por candidatos distintos a los del PSUV y de la UNIDAD; y por último, 9,6% aún están indecisos.
Perdidos y olvidados por el chavismo, este amplio grupo suma 48,9% (o 4 millones) de los electores que votaron por Chávez en 2012, pero que no quieren volver a votar por el PSUV. Ellos son los exchavistas: grupo que se diferencia de los chavistas no maduristas, pues ya cortaron su relación con el PSUV y con el chavismo completamente, y se ubican claramente en otros sectores políticos, incluso una mayoría en la oposición.
Estos dos actores políticos Chavistas no maduristas y los Exchavistas están reestructurando la distribución del electorado venezolano, pues tienen rasgos realmente distintos a los del resto. Siendo ellos nuevos perfiles de la política venezolana, es esperable que veamos a los partidos políticos también reorientar sus propuestas y oferta electoral para ajustarlas a las nuevas demandas, ¿no?
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