sábado, 20 de junio de 2015

VOCES OPOSITORAS PIDEN A LOPEZ QUE DEJE EL AYUNO

EL PAÍS

Se cumplen ya 27 días desde que el líder opositor venezolano, Leopoldo López, empezó una huelga de hambre para exigir la liberación de los presos políticos. Su esposa, Lilian Tintori, dijo el viernes que se encontraba en un delicado estado de salud y pidió al Gobierno que le permitieran a su médico de confianza revisarlo, pero el doctor no pudo entrar en a prisión.
"Leopoldo podría estar presentando complicaciones en el corazón, hígado y riñones, lo cual solo puede ser diagnosticado por su médico de confianza", dijo Tintori tras sostener una reunión con la Fiscal General, Luisa Ortega Díaz. Según la mujer, la fiscal autorizó la visita del médico personal de López, pero al llegar a la prisión de Ramo Verde, donde se encuentra recluido, solo permitieron entrar a los dos médicos enviados por el Ministerio Público. López se negó a ser revisado por ellos.
El líder opositor cumple más de un año tras las rejas, mientras se desarrolla su juicio en el que ha sido acusado de ser el responsable de la violencia que se desató en las protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro el año pasado, y que dejó un saldo de 43 muertos. Además de López, hay otros 77 presos por las protestas violentas, entre ellos, Daniel Ceballos, alcalde de la ciudad de San Cristóbal. Ceballos inició junto con López la huelga de hambre, pero la abandonó después de su traslado a una cárcel ordinaria de Caracas al ver que su salud estaba en riesgo. López decidió continuar y a él se han ido sumando otros militantes y estudiantes simpatizantes de su partido, Voluntad Popular. Dicen que son ya más de 80 los que han adoptado este mecanismo de protesta.
Algunos de ellos acudieron, con tapabocas y en sillas de ruedas, a una concentración a mediodía de este sábado en la plaza Martí de Caracas, lugar donde López se entregó a las autoridades en febrero de 2014. Ese día salieron miles de personas a la calle a apoyarlo, pero este sábado fueron muchos menos. La poca asistencia y la utilidad de la huelga de hambre como mecanismo de presión eran algunos de los comentarios que circulaban entre quienes estaban presentes. "Es algo de demasiada altura para el régimen. Hay que pasar a otros medios", dijo la ex magistrada del Tribunal Supremo de Justicia, Blanca Rosa Mármol de León.
Ana Armas, una corredora inmobiliaria que sostenía una bandera gigante recordó lo que le pasó a Franklin Brito, un venezolano que se enfrentó al gobierno por un conflicto de tierras, y después de seis huelgas de hambre, murió en 2010 sin lograr su cometido. "Entiendo que es un asunto de dignidad y lo respeto, pero la huelga de hambre no es algo que va a cambiar nada con este gobierno", dijo.
Voceros del gobierno, pero también líderes de oposición, entre ellos el alcalde metropolitano, Antonio Ledezma, que se encuentra bajo arresto domiciliario, le han pedido a López que levante la huelga de hambre. Pero Tintori, que lleva la voz de su esposo, respondió en su nombre a través de un micrófono durante la concentración: "Si quieren que la huelga por la libertad se levante, liberen a los presos políticos y den fecha de elecciones". Además, dijo que responsabilizaba al gobierno por cualquier cosa que pudiera pasarle a su esposo y a los demás que insisten en la protesta.

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