viernes, 19 de junio de 2015

Unidad Democrática rechazó el hostigamiento a senadores brasileños que constatarían situación de presos políticos

“Los venezolanos fuimos testigos, una vez más, de las muestras de intolerancia de un Gobierno que no acepta que parlamentarios de un país amigo viniesen a Caracas a constatar el estado de los Derechos Humanos, a tratar de visitar a uno de los presos políticos detenidos en la cárcel de Ramo Verde y fueron recibidos por grupos violentos que los atacaron a palos, botellazos, piedras y toda clase de insultos, y les impidieron en dos oportunidades subir a la capital para cumplir su cometido”.
Así lo señaló el internacionalista Edmundo González Urrutia, miembro del equipo internacional de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) al referirse a los hechos ocurridos la tarde de este jueves, cuando un grupo de supuestos simpatizantes del oficialismo arremetió violentamente contra la unidad de transporte en la cual serían trasladados a la capital del país un grupo de senadores brasileños, quienes tuvieron que volver a la nación amazónica, debido a que el entorno hostil les impidió sortear la autopista desde el litoral central, en medio de trancas y supuestas labores de mantenimiento vial.
“De estos hechos violentos responsabilizamos al Gobierno Nacional, que es el que puede ordenar a estas bandas a que hagan estos desafueros. Fueron recibidos a piedras y no pudieron subir a Caracas. Les trancaron el túnel que estaba supuestamente siendo objeto de algunas reparaciones para impedir que pudieran viajar. Es una señal más de la intolerancia política que vive Venezuela y por eso es que estamos sometidos a toda la vigilancia internacional y todas las muestras de repudio que se dan a diario, ya sea desde el Parlamento Europeo, ya sea en la Cámara de Diputados del Uruguay, por citar las dos más recientes manifestaciones que han ocurrido”, indicó el internacionalista.
“Estas acciones también dañan la imagen del país, dañan la credibilidad internacional de Venezuela y colocan al Gobierno como lo que es, un régimen intolerante que no respeta los Derechos Humanos y que impide a un parlamentario extranjero visitar a los presos políticos. Los senadores brasileños venían a constatar el estado de los Derechos Humanos en Venezuela y lo que vieron y pudieron sentir es que su propia vida estuvo en riesgo”, destacó.
Venían de un país con democracia viva
Edmundo González Urrutia indicó que los senadores habían sido tratados con respeto por parte del Poder Ejecutivo de Brasil. “Esto era una representación de un Gobierno democrático en donde se practica la vida democrática. Vinieron parlamentarios de muchas fuerzas políticas, muchas de ellas de oposición, pero vinieron en un avión oficial del Gobierno brasileño y eso es una señal de una democracia viva”, dijo.
“Ellos tomaron contacto con su embajador en Caracas y el embajador hizo gestiones ante la Cancillería de Venezuela, para que se permitiera la entrada a la ciudad de estos parlamentarios. Pero ya también el Parlamento, en Brasilia, está tomando medidas. Hay un decreto de la Cámara de Diputados que exige el llamado a Brasilia del embajador de Brasil en Venezuela y se le está pidiendo a la presidenta Dilma Roussef que haga una protesta formal ante el Gobierno de Venezuela por estas agresiones”, señaló el miembro del equipo internacional de la Mesa de la Unidad Democrática.

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