JEAN MANINAT
La MUD ha tomado la decisión más fácil, la que complacía a todas las fuerzas políticas allí representadas, pero la que será más difícil de implementar, y, sobre todo, explicar a la ciudadanía. ¿Por qué se asumen cuatro mecanismos y no se concentran los esfuerzos en uno solo, el más viable? Es la pregunta que le tendrá a flor de labio el más desprevenido de los taxistas. La renuncia, la enmienda, el revocatorio y el proceso constituyente, todos caminando parejo, los cuatro voceados al mismo tiempo y en la misma esquina. ¿Tiene la MUD la capacidad organizativa para tamaño reto? ¿Tiene la oposición democrática el vigor para escindirse entre las cuatro opciones del menú y resurgir unida en una sola, la que haya logrado mayor consenso? ¿No habrá fisuras? ¿O en el mismo kiosco se ofrecerán todas las modalidades de sorteo como en la lotería, con la misma sonrisa para cada oferta?
Ahora bien, la decisión está tomada, la hoja de ruta está en marcha, mañana sábado comenzarán las actividades de calle que animarán el ambiente político, se medirá si la conflictividad social que vive el país se puede transformar en marchas políticas robustas, potentes para enviar un mensaje de ¡basta ya! a quienes han desguasado al país durante 17 años; o serán las concentraciones de los mismos convencidos de siempre, los mismos vendedores de helado -si es que quedan, porque de agua... nones- mientras el país real se apresta a sobrevivir un día más y a realizar las protestas sociales que le son propias y que explotan sin aviso previo. Con todo el fervor del mundo, uno desea que sea lo primero y que así como con el 6D nuestros dirigentes democráticos le tomaran el pulso electoral a la sociedad correctamente y se obtuvo una contundente victoria, esta vez le hayan tomado la temperatura social adecuadamente y sea el inicio del cambio.
Caben también otras preguntas: ¿qué pasa con las elecciones para gobernadores pautadas para fin de año? ¿No hacen parte de la necesaria acumulación de fuerzas para sustentar el cambio? ¿O para resguardarlas, se ha decidido no meterlas en la misma cesta, por el miedo atávico a tropezarse y romper todos los huevos al mismo tiempo? Al menos en lo reseñado en los medios de comunicación sobre la hoja de ruta no aparece mención alguna. Cualquiera sea el mecanismo que predomine: la renuncia, la enmienda, el revocatorio o el proceso constituyente -o puede no prevalecer ninguno- no se debería postergar la reflexión y preparación para enfrentar con éxito una confrontación electoral que será determinante para el proceso de recuperación democrática.
Ojalá las elecciones regionales estén en la letra chiquita que suele acompañar los contratos y que todos deberíamos leer pero no hacemos. De ser así, uno podría fantasear que -mientras los cuatro mecanismos siguen su curso- un equipo de la Unidad estaría ya establecido para preparar discretamente, pero con certeza, la estrategia triunfadora para las elecciones regionales.
¡En la MUD confiamos!
@jeanmaninat
Ahora bien, la decisión está tomada, la hoja de ruta está en marcha, mañana sábado comenzarán las actividades de calle que animarán el ambiente político, se medirá si la conflictividad social que vive el país se puede transformar en marchas políticas robustas, potentes para enviar un mensaje de ¡basta ya! a quienes han desguasado al país durante 17 años; o serán las concentraciones de los mismos convencidos de siempre, los mismos vendedores de helado -si es que quedan, porque de agua... nones- mientras el país real se apresta a sobrevivir un día más y a realizar las protestas sociales que le son propias y que explotan sin aviso previo. Con todo el fervor del mundo, uno desea que sea lo primero y que así como con el 6D nuestros dirigentes democráticos le tomaran el pulso electoral a la sociedad correctamente y se obtuvo una contundente victoria, esta vez le hayan tomado la temperatura social adecuadamente y sea el inicio del cambio.
Caben también otras preguntas: ¿qué pasa con las elecciones para gobernadores pautadas para fin de año? ¿No hacen parte de la necesaria acumulación de fuerzas para sustentar el cambio? ¿O para resguardarlas, se ha decidido no meterlas en la misma cesta, por el miedo atávico a tropezarse y romper todos los huevos al mismo tiempo? Al menos en lo reseñado en los medios de comunicación sobre la hoja de ruta no aparece mención alguna. Cualquiera sea el mecanismo que predomine: la renuncia, la enmienda, el revocatorio o el proceso constituyente -o puede no prevalecer ninguno- no se debería postergar la reflexión y preparación para enfrentar con éxito una confrontación electoral que será determinante para el proceso de recuperación democrática.
Ojalá las elecciones regionales estén en la letra chiquita que suele acompañar los contratos y que todos deberíamos leer pero no hacemos. De ser así, uno podría fantasear que -mientras los cuatro mecanismos siguen su curso- un equipo de la Unidad estaría ya establecido para preparar discretamente, pero con certeza, la estrategia triunfadora para las elecciones regionales.
¡En la MUD confiamos!
@jeanmaninat
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