OPOSICIÓN POTABLE Y UNIDAD
TRINO MARQUEZ
Ahora se ve con claridad cuál es
la estrategia del régimen para permanecer en el poder más allá del 10 de enero
de 2019, cuando constitucionalmente tendría que asumir un nuevo Presidente de
la República: ilegalizar la tarjeta de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD),
el partido más grande y reconocido del
país, ilegalizar algunos de los mayores
partidos que integran esa alianza, e inhabilitar, o encarcelar, a dirigentes
opositores fundamentales.
En este último
caso, ya comenzaron por Enzo Scarano, dirigente clave de Carabobo, quien había
manifestado su intención de optar a la gobernación de ese estado. Henrique
Capriles, adelantándose a los acontecimientos, ha dicho en repetidas
oportunidades que él podría ser una de las próximas víctimas. Con Leopoldo
López preso, y Capriles inhabilitado o detenido, a la oposición se le
amputarían sus dos líderes más populares. Al general Isaías Baduel le aplicaron
la receta. El día anterior a que le correspondía salir en libertad, luego de casi
ocho años encarcelado, le inventaron un nuevo delito: estar incurso en acciones
contra la "integridad,
independencia e integridad de la nación". ¿Cómo? ¡Pero, si estaba tras las
rejas! Las calumnias extravagantes son del gusto de los maduristas y de los
cubanos que lo asesoran.
Las
piezas de ese ajedrez son el Concejo Nacional Electoral, la Contraloría General de la Republica y el
Tribunal Supremo de Justicia. Los tres apéndices de Miraflores se articularon
para tratar de asegurarle a Nicolás Maduro el triunfo en cualesquiera comicios.
Ya lo dijo el mandatario en una de sus
numerosas y latosas intervenciones: “Cuando volvamos al campo electoral,
sea cuando el CNE lo decida, debemos tener asegurada la victoria.” El mensaje
fue copiado y obedecido por los tres obedientes poderes. El CNE, en teoría
promotor de los procesos electorales y defensor de las organizaciones
políticas, elaboró un reglamento concebido para fulminar los partidos incómodos
al gobierno y entregarle a la nomenclatura una versión actualizada de la Lista
Tascón; de otra manera no puede entenderse para qué se le piden tantos datos a
un ciudadano en un acto de manifestación de voluntad, cuyo único propósito es
apoyar con su firma a un partido político. La Contraloría -que debería ocuparse
de la corrupción desatada por Odebrecht, de los negocios millonarios que se
realizan en la quebrada Pdvsa y con las bolsas de los Clap- está dedicada a
perseguir y anular líderes opositores. El TSJ tiene en sus manos la posibilidad
de ilegalizar la tarjeta de la MUD por las supuestas irregularidades cometidas
en 2016 durante el proceso de recolección de firmas para el referendo
revocatorio; la patraña del fraude fue urdida por Diosdado Cabello e
inmediatamente procesada por el máximo Tribunal. Aún falta la sentencia en
firme. Deben de estar esperando el resultado de la legitimación de los partidos
para decidir hacia donde apuntan el arma.
El
régimen busca contar con una oposición potable, modosita y, sobre todo, cómoda.
No pueden negarse a convocar elecciones en
un futuro cercano. Hay que mantener las apariencias democráticas porque se
exponen a un boicot internacional, como el activado contra la Sudáfrica del apartheid. Maduro dice que no le importa
la aplicación de la Carta Democrática Interamericana. ¡Mentira! Con el petróleo
a los precios actuales y la producción decayendo, le preocupa, y mucho. Sería
el paso inicial para aplicarle sanciones más severas, como el aislamiento.
Considero
que los partidos de la MUD debieron haber asumido la defensa irrestricta de la
tarjeta unitaria de la MUD y negarse a ir al ilegal proceso de validación
impuesto por el CNE. La MUD es la plataforma reconocida nacional e
internacionalmente como la fuerza opositora más importante y el interlocutor con
mayor autoridad frente al régimen y ante
la comunidad internacional. Lamentablemente, no se logró la unanimidad
requerida e indispensable en la defensa
del partido MUD. Algunas organizaciones
optaron por relegitimarse ante el CNE, asumiendo todos los riesgos que ese
proceso entraña para su supervivencia, por la actitud parcializada y la
obediencia perruna de las rectoras de ese cuerpo frente las órdenes
provenientes del PSUV.
Este
lamentable error fue subsanado en parte por el acuerdo unitario unánime adoptado
el pasado 6 de marzo: la Unidad se preserva, aunque no sea legalizada la
tarjeta de la MUD. Los partidos que logren salir ilesos al pasar por las horcas
caudinas del CNE, servirán de portaviones a los candidatos que se elijan en
primarias o por consenso para las elecciones de gobernadores y alcaldes. ¡Viva
la Unidad!
@trinomarquezc
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