ANÁLISIS DE JUAN CARLOS ZAPATA: LA ENFERMEDAD Y JOSÉ VICENTE RANGEL....
Diversas son las visiones. Pero en el fondo, lo que hay es la manera acertada o equivocada de opinar y observar el problema de la enfermedad presidencial y su impacto político y electoral. Ojo que esto está en pleno desarrollo. Veamos.
1-José Vicente Rangel recomendó al Gobierno saltar con la verdad adelante. Según Rangel, “la derecha mediática” tomó la ofensiva mientras al chavismo se le vio errático, negando, desmintiendo, informando mal, hasta que Chávez admitió el cáncer. Rangel señala que ello fue un error, de modo que procede quitarle la ofensiva a la derecha. La reaparición de Chávez apunta en ese sentido. Despeja la incertidumbre en el pueblo chavista que, confundido, se informaba por lo más cercano a un “parte médico”: los artículos de Nelson Bocaranda. Ahora el chavista sabe lo que tiene su líder. Y confía en el retorno. La esperanza evita la dispersión. Y favorece la unión.
2-Jesse Chacón ha observado otra realidad. Ella apunta a algunos sectores en la oposición que no se creen la enfermedad. Y afirman que se trata de otro show de Chávez. ¿A quién cabe diseñar una estrategia político-electoral con el cáncer como bandera?, apunta el ex-ministro, ahora encuestador. La crítica de Chacón va dirigida fundamentalmente a quien hoy aparece como el precandidato mejor ubicado dentro de la oposición, el gobernador Henrique Capriles Radonsky.
3-Las declaraciones de Capriles Radonsky poniendo en duda la enfermedad dejan ver un problema mayor: la falta de análisis en esos centros de poder. Y la falta de análisis por falta de información. Se entiende que Chávez y los Castro en Cuba administren la gravedad del asunto. Pero no se entiende que cierta dirigencia política no haga un esfuerzo por averiguar, investigar, informarse, y, más aún, trazar una línea política. Si no hay estrategia, cualquier declaración puede ser contraproducente. Entonces es mejor ignorar el tema.
4-Como ha sido el caso de María Corina Machado. Está lista para lanzar su precandidatura presidencial. Y cuando le preguntan sobre la enfermedad, afirma que no va especular en torno a eso, y nadie la saca de su discurso, de su plan, de su estrategia. Se aparece en el desfile del 5 de julio en Los Próceres y causa un revuelo.
5-O el caso de Leopoldo López, quien, sí, le desea pronta recuperación al Presidente, pero sin distraerse se empeña en su plan: la construcción de un partido (que este domingo va a elecciones internas) y la denuncia de los problemas fundamentales del país. En carta reciente a Chávez –publicada en El País de Madrid- López fue enfático. La enfermedad no es el debate. El debate es el país que se cae a pedazos.
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