domingo, 11 de agosto de 2013

CONSTITUYENTE I y II

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Alberto Quirós Corradi



Toma fuerza la alternativa política y constitucional de convocar a una Asamblea Constituyente para sustituir todos los poderes públicos nacionales y regionales. Para ello debe redactarse una nueva carta magna. Más breve y más realista. Que no ofrezca lo que es incumplible. Con un sentido de dirección que favorezca a los más necesitados. Los detalles deben dejarse a las leyes que deben ser promulgadas en el momento que puedan aplicarse. Como toda Constitución que se respete debe redactarse primero la exposición de motivos y tener una sola versión del documento final. 

Igualmente, hay que cuidar el estilo para evitar la cursilería y el populismo barato que reflejan muchos de los artículos vigentes. 

Modificar la estructura de las empresas del Estado y eliminar el arcaico y negativo concepto de empresas básicas. No deben existir monopolios estatales ni de los recursos del subsuelo ni de los servicios públicos. Reglamentación y auditoría para la participación privada sí. 

Es de un tercermundismo ineficiente y corrupto que los venezolanos estén excluidos de participar en la explotación de los recursos que en justicia le pertenecen. La causa es la confusión que tienen algunos sobre la definición de Estado (la representación pública y jurídica de la nación) y la nación (el conjunto de ciudadanos que comparten un espacio geográfico, una historia y una cultura común). 

Cuando estos conceptos se confunden y se construyen Estados artificiales, como la mayoría de los del Medio Oriente y en Europa las antiguas Yugoslavia (cinco naciones y un Estado) y Checoslovaquia (dos naciones y un Estado) por lo general se presentan conflictos entre las "naciones" y el "Estado". 

Nosotros somos una sola nación cuya estructura política ha sido destruida por el Estado representado por un régimen maula responsable de: La destrucción del sistema democrático. El ventajismo impúdico del sistema electoral. La confiscación ilegal de numerosas empresas y propiedades privadas. 

La politización de la Fuerza Armada. La sumisión de los poderes públicos al Ejecutivo. La inseguridad. La corrupción. La mentira como política comunicacional. 

Las amenazas y la censura impuesta a los medios de comunicación. La obscena violación de la Constitución al tratar de imponer un socialismo del siglo XXI que no está respaldado por ningún artículo de la carta magna. 

Ya hemos dicho que este régimen no se va a caer sólo. 

Las opciones para reemplazarlo son: elecciones presidenciales (Muy lejos en el tiempo). Golpe de Estado (Por principio estamos en desacuerdo y por pragmatismo pensamos que el remedio puede ser peor que la enfermedad). Renuncia, enfermedad grave o muerte del Presidente ("El cartero no llama dos veces"). Referendo revocatorio (También muy lejos). Insistimos, mientras más esperemos, el régimen, por razones demográficas, se fortalecerá (Más y más venezolanos no conocerán la democracia). Queda pues convocar a una Asamblea Nacional Constituyente. Para ello serán muy importantes los resultados de las próximas elecciones municipales donde la MUD debe sacar más votos que el PSUV. 

Los artículos 347, 348, 349 de la Constitución permiten una convocatoria popular a una Asamblea Nacional Constituyente si se recoge 15% de las firmas de los inscritos en el registro electoral. 

Habrá que evaluar la posibilidad de perder, lo cual le abriría la puerta al régimen para "legalizar" su ideología trasnochada. 

¡Yo me la jugaría, si sacamos más votos en las elecciones municipales que las del régimen! Evaluemos seriamente esta opción. 



En una noticia, no muy destacada, la prensa reportó que Maduro estaba pensando en la posibilidad de convocar una Asamblea Constituyente. Algunos de la oposición hemos asomado esa posibilidad (El Nacional, 26-6-13), no necesariamente para modificar la Constitución, aunque algunos cambios no le vendrían mal, sino para remozar las instituciones del Poder Público, sin lo cual no habrá gobernabilidad posible.


Si el régimen y la oposición se acogen a una convocatoria, el oficialismo tiene el beneficio de que el Presidente pueda realizarla en el momento que estime que pueda tener ventaja. Por su parte, la oposición requiere 15% de la firma de los electores registrados en el CNE.



Anteriormente sugerí que convocáramos la Constituyente después de conocer los resultados de los comicios de diciembre 2013, para no correr el riesgo de perder.



Me retracto. Este régimen ya no tiene apoyo popular.



La inseguridad, la inflación, el desabastecimiento, la corrupción y la constante violación de la Constitución han hecho despertar a la mayoría de los venezolanos de un sueño que se convirtió en pesadilla.



El gran golpe a la carta magna se lo dio Chávez cuando perdió el referendo para modificarla y después, sin el menor pudor, aprovechó una mayoría en la Asamblea Nacional para imponer, vía leyes habilitantes, lo que el pueblo había rechazado.



Maduro pretende seguir el camino fracasado y, como no tiene respuestas de estadista para el desastre heredado, sigue tercamente el camino del líder fallecido, pero ahora manipulando falsas acusaciones a diputados de la oposición para revocarles el mandato y así tener control sobre las 2/3 partes de la Asamblea y poder, igual que su antecesor, "gobernar" vía leyes habilitantes. ¿Quién garantizará entonces que se celebrarán elecciones municipales si el oficialismo se siente perdido? Como esa estrategia impúdica está clara y la economía se derrumba día a día, lo que le queda al régimen es actuar bajo el impulso de la desesperación. Las víctimas de este baile sin ritmo, en que se ha convertido el régimen, somos todos.



La falta de creatividad y conocimiento necesario para salvar al país nos condenará a todos, si continuamos sin ejercer, de inmediato, opciones democráticas a un futuro muy peligroso. Por eso hay que actuar ya. No hay tiempo para vacilaciones.



Si seguimos esperando por los resultados de las municipales, después de haber "perdido" la Presidencia de la República y la mayoría de las gobernaciones no tendremos otras opciones, porque aun ganando, "eso" no cambiará mucho por no decir nada. No esperemos que el desencanto se apodere de los ciudadanos y sea el régimen el que nos cambie y viole a diario las reglas del juego. El caso Mardo no debe dejar lugar a dudas. Lo que viene es peor de lo que Chávez dejó porque no hay director de orquesta ¿Qué podemos perder si, de inmediato, empezamos a recoger firmas para convocar una Constituyente? ¿Qué nos cambien la Constitución si perdemos? Si ya, de hecho, la cambiaron. Si el régimen ha dado señales inequívocas de que no respetan las leyes y mucho menos a los ciudadanos. Creo que no podemos contemplar con indiferencia las claras señales que nos dan. Ante la infinidad de problemas que nos acosan, las respuestas son insultos y violaciones obscenas de las leyes ¿Estamos tan ciegos que no entendemos que este régimen tiene tanto que perder en lo material y en lo moral, que cuando se publiquen todas sus trapisondas, la huida será masiva? Señores de la MUD convoquen de inmediato una Constituyente.

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