jueves, 15 de agosto de 2013

Los explosivistas de la Unidad


Carlos Fernández Cuesta

Entre los colocadores de minas dentro de la oposición para las elecciones del 8D al lanzarse fuera de la Unidad, figura una que otra bisagra, pero considerando que sólo en 9 municipios de 337 se han presentado desavenencias y hablamos de la disputa de 2.792 cargos, con propiedad podemos concluir que la MUD presenta una fortaleza indiscutible y con ello exhibe lo acertado de ir todos juntos y la convicción casi unánime de que sólo así podremos derrotar la autocracia.
Lo del MAS es lamentable, pero no deja de ser una mesa de dominó con Mujica ahorcándose con la cochina.
Lo que sí es preocupante es la reaparición de los sectores abstencionistas que han revivido posteriormente a la magnífica victoria política del 14 de abril. Son los mismos que han venido acribillando a la oposición acusándola alegremente de electorera,mostrando con ello la estrechez de su visión.
Esta desfachatez analfabeta de los apurados al impulso de la irritación de sus hígados, olvida siempre que han sido la participación electoral y la política de masas que llevan de suyo estos eventos, lo que le ha rebanado a la autocracia usurpadora el copete hasta los límites de hacerlos sufrir hoy de una severa alopecia. No es verdad que sea el gusto al cambur lo que centra la lucha opositora en la participación en contiendas electorales. El instrumento del sufragio para medirse a la camarilla que ha secuestrado a Venezuela ha dado unos sólidos resultados de crecimiento, de convencimiento, de movilización, de surgimiento de liderazgos, de planes alternativos en políticas públicas y de programas y respuestas de soluciones puntuales a todo el abismo de problemas que nos vienen dejando 14 años de devastación y barbarie. Lo electoral ha sido el espacio medular, no puede ser de otra manera, lo otro es fantasear con carnicerías de una acción bélica de ejércitos inexistentes.
Esta línea va en concordancia con las máximas éticas de la disidencia opositora, es decir, el terreno pacífico, democrático, constitucional.
Es notable palpar la eficiencia de la lucha electoral, aunque todavía no hayamos alcanzado a desplazarlos del poder. Se puede ver en su histérica desesperación, que corre desde el uso de sucios artilugios para despojar de su inmunidad a Mardo, pasando por la represión policial y judicial a funcionarios públicos de gobernaciones opositoras, hasta el nombramiento por los dedos gangrenados de Maduro y Cabello del elenco de Sábado Sensacional para ser candidatos en algunos municipios urbanos para el 8D. Dedos que hoy las bases del chavismo muerden con furiosa indignación.
Ese mismo CNE envenenado, no se encuentra en buen momento. Contó apenas 200.000 votos de ventaja, no pudieron abultarla y fue más por el esfuerzo que hicieron por fuera antes, durante y luego de la votación los chantajistas enchufados y el resto del séquito de sus pandillas tarifadas con el fin de torcer la voluntad popular. Todo indica que se reduce su capacidad de maniobra, cuestionado por los electores de los 2 bandos a causa de su descrédito. Su actuación será más observada que nunca dentro y fuera del país y aunque no se detendrá en su parcialización, tratará tímidamente, intuimos, de enjuagarse la mugre de su rostro. Pero sin contar con esto, la única forma que tenemos de llevarlos al precipicio de su infamia, es acudiendo a votar en masa el 8 de diciembre.
No ha habido otra fórmula que les haga tanto daño.


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