Este 25 de agosto se cumple un año de la tragedia de la Refinería de Amuay, el mayor accidente de la historia petrolera venezolana, el cual dejó lamentables secuelas: Más de 40 vidas humanas perdidas, más de 100 heridos y millonarias pérdidas en equipos e instalaciones que aún no han vuelto a la normalidad.
Ahora se conoce a través de The Insurance Insider, una revista especializada en seguros con sede en Londres, que PDVSA aún no ha introducido la solicitud de compensación ante sus aseguradoras, por los daños ocasionados por ese incendio. En la industria, se estima que éstos representan unos $320 millones, el triple de la prima anual de seguro que eroga PDVSA.
De esta falta de “interés” de la estatal pudiera inferirse que es una auto admisión de lo que es vox polpuli: La culpa por la explosión y subsiguiente incendio recae en su mala gerencia, que ha ignorado la importancia del mantenimiento, la trascendencia de la capacitación y entrenamiento del personal, y que ha sido incapaz de dar continuidad a la seguridad industrial y los planes de contingencia, que fueron eje vital de la PDVSA de la segunda mitad del siglo XX.
Y si esto no fuera suficiente, The Insurance Insider también revela que PDVSA habría quedado desde hace dos meses sin cobertura de seguro. Explica que la razón de ello es que Cooper Gay, el corredor de seguros de PDVSA de los últimos 13 años, fue despedido sin miramiento alguno y en su sustitución fueron contratados, sin licitación por medio, una empresa rusa (Swiss Brokers), una francesa (France Assurance Consultants) y una libanesa (Etoile Propieties Assurance) cuyas trayectorias son poco conocidas y cuyos representantes no pudieron ser contactados por la revista.
Las alarmas habrían sonado cuando a RK Harrison, un respetado operador de Londres, rechazó una invitación para asumir parte de la cobertura de PDVSA, debido a las dudas sobre las credenciales, propiedad y relaciones mercantiles de las empresas rusa, francesa y libanesa con las que estaba supuesto a manejar en conjunto los planes de seguros de la estatal.
Ahora resulta que según The Insurance Insider, el trío de intermediarios franco-ruso-libanés no ha logrado contratar las pólizas requeridas por PDVSA, lo que dejaría a la estatal petrolera en un limbo y al descubierto ante sus ya usuales contingencias.
Otra raya más para este tigre raquítico y desahuciado en el que una década de mala praxis ha transformado a PDVSA.
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