sábado, 12 de diciembre de 2009


EL MERCADO PERMUTA EN VENEZUELA

EL MUNDO (MADRID)

Es el negocio del siglo. Ningún mercado bursátil o producto financiero del capitalismo deja unos dividendos tan exorbitantes. La última trama de corrupción, que produjo la dimisión de un cercano aliado de Hugo Chávez y la intervención de siete bancos, se empezó a tejer con las colocaciones y bonos del Estado.

El bolívar venezolano posee dos precios: el que designa el Banco Central (2,15 bolívares por dólar), y el que marca la deuda venezolana en los mercados internacionales, también conocido como ‘permuta’ o mercado negro. Actualmente, se cotiza en (…) bolívares. Esta brecha fluctúa desde que el Gobierno introdujo en 2003 el control de cambios, que nació para evitar la fuga de divisas después de un paro petrolero que devastó la economía del quinto exportador de crudo.

Como el control de divisas es bastante estricto y la renta petrolera no puede cubrir este diferencial (de hasta un 175%), el Gobierno de Venezuela tiene que abrir válvulas de escape para reducir la demanda de dólares.

En los últimos cuatro años y durante la gestión de distintos ministros, la cartera de Finanzas desarrolló un amplio programa de colocaciones públicas, que incluyó cerca de 8.000 millones de dólares en notas estructuradas y unos 15.000 millones en bonos soberanos.

“El problema es que todas estas emisiones se hicieron a dedo. La última colocación de 3.500 millones de dólares de Petróleos de Venezuela (PDVSA) dejó unos beneficios de 400 millones de dólares entre: 44.800 personas naturales, y 10 bancos (de 60). No se publicaron nombres, ni información adicional. Tampoco se dio dinero a los importadores, que deberían ser los principales beneficiados”, explica a elmundo.es/america, Óscar García Mendoza, presidente del Banco Venezolano de Crédito (BVC).

Estos instrumentos, denominados en dólares, pero transados en bolívares, fueron manejados entre cuatro o cinco grupos de empresarios cercanos al Gobierno, que crearon casas de bolsa y bancos para realizar estas operaciones de compraventa. Por poner un ejemplo: los últimos bonos de PDVSA salieron al mercado por 2,268 bolívares. Si se añaden los impuestos y las ‘mordidas’ de los funcionarios, el bono costaba entre 2,9 y 3 bolívares, que revendido en el mercado negro dejaba unos beneficios netos del 85%. Así nacieron las grandes fortunas de la revolución socialista.

El secretario general del partido opositor Acción Democrática (AD), Henry Ramos, denunció que “una docena de boliburgueses, entre los que se encuentran Rafael Ramírez, ministro de Energía y presidente del gigante estatal Pdvsa, y Alejandro Andrade, tesorero de la Nación, ligados con empresarios se han enriquecido mucho más rápido que los narcotraficantes”.
Intervenciones de bancos

En las últimas semanas, el Gobierno venezolano ha intervenido siete pequeños bancos, que manejaban el 8% de los depósitos del sistema financiero, al detectarse supuestas irregularidades con estas colocaciones.

También emitió cerca de 30 órdenes de detención contra sus accionistas, conocidos empresarios de la ‘boliburguesía’, el término que la oposición utiliza para definir a los nuevos magnates enriquecidos durante la revolución bolivariana.

El caso más emblemático es el de Arné Chacón, hermano de un íntimo colaborador de Chávez (Jesse Chacón), que poseía entidades financieras, bancos de inversión y más de dos docenas de caballos purasangre en el hipódromo de Caracas.

“¿Cómo es posible que Arné Chacón, un ‘pata-en-el-suelo’ (expresión venezolana que identifica a quién no puede comprar ni sandalias), de pronto aparezca como dueño de un banco y caballos de carrera?”, se preguntó Chávez en su último programa de televisión Aló Presidente.

Miles de personas se aglomeraron la semana pasada a las puertas de los bancos intervenidos para pedir la devolución de sus ahorros, una situación que generó un pánico acrecentado por los rumores sobre la nacionalización del sector.

Los analistas se preguntan ahora si lo peor ha pasado. La agencia de calificación de riesgo Moody’s identificó esta semana a otras nueve entidades (además de las siete intervenidas), que estarían “peligrosamente cerca” de los niveles mínimos impuestos por la regulación venezolana, con lo que “el nivel de depósitos en peligro ascendería a un preocupante 26% del total de sistema de depósitos, desde el más modesto 8% que representaban los bancos intervenidos”.

Ricardo Sanguino, diputado del Partido Socialista (PSUV) y presidente de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional, estima que la actuación del Gobierno nacional, con apoyo de la banca y los fondos estatales, frenó una corrida bancaria y “resguardó el dinero de los ahorristas, no para favorecer a los dueños de los bancos como en el pasado, sino a los usuarios”.

Sanguino comenta que este jueves se aprobará en el Parlamento una Ley de bancos, que aumentará las garantías de los depósitos para dar mayores derechos a los consumidores.

“Pudiéramos pensar en un futuro ir a áreas de mayor control del mercado secundario”, dice sobre las colocaciones de notas estructuradas y bonos en el sector financiero. “El problema no es la falta de información; nosotros hemos solicitado estos datos y la información que tenemos es pública”, agrega.

Según Transparencia Internacional, Venezuela figura como uno de los países más corruptos del mundo, el segundo peor del continente después de Haití, ocupando el puesto 162, con una nota de 1,9 sobre 10.

Esta organización considera que el principal problema de la corrupción en Venezuela sigue siendo el acceso a la información pública. Ninguna de las 32 instituciones que firmaron acuerdos con Transparencia Venezuela muestra niveles aceptables.

“Sólo conocemos la cabecita del iceberg, esta es en una crisis muy profunda, que demuestra la tremenda corrupción del presidente y de sus íntimos colaboradores”, agrega el banquero García Mendoza.


Jaime López
El Mundo

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