Los primeros 100 días
MAXIM ROSS |
EL UNIVERSAL
1 de agosto de 2013
Mucho se ha hablado de la labor de gobierno en estos primeros 100 días y, sin embargo, creo que no se ha ofrecido una evaluación detallada que le ofrezca a la opinión pública una manera de evaluar si estos 100 días se perdieron o se logró alguna solución a los problemas económicos que tienen sumida a la población en la duda y el descontento.
El antecedente Chávez como referencia
Creo importante avaluar con qué se consigue Maduro, porque Chávez encontró la formula de las misiones para compensar graves brechas sociales. La salud, la educación, la comida y luego la vivienda fueron sus armas fundamentales y hay que reconocer que apuntaron sólidamente a resolver esos problemas, independientemente de la evaluación de calidad que se les impute. Acompañadas por un masivo reparto de la renta petrolera los índices de pobreza se redujeron sensiblemente. Impacto que, sin duda, tuvo que ver con los reiterados resultados electorales que lo beneficiaron, a pesar de que ya se observaba un deterioro consistente de su poder popular. Las misiones se estancaron y el reparto de la renta fue perdiendo efectividad, lo que quedó en evidencia el 14 de abril.
La retórica como método
Repetir incesantemente que los problemas venezolanos se originan en una "guerra económica" de los empresarios para no crecer, crear inflación y dañar el empleo y los salarios no tiene asidero en la vida real, en particular si se dice que tiene apoyo del "imperialismo norteamericano", porque habría que explicar por qué le compramos y le vendemos una significativa proporción del comercio exterior, además de que lo contradice invitarlos a una supuesta apertura en unas mesas de trabajo en las que, de repente, ambos se vuelven amigos. Aquel acto simbólico de invitar al principal empresario venezolano a una reunión "cara a cara", después de acusarlo de los peores daños y recibirlo sin incriminación alguna, dejó claro el método utilizado: pura retórica, pero sin la virtud de Chávez para que fuera creíble. Veamos ahora, en el campo de lo concreto qué se ha logrado.
El dólar y las divisas
Si el Gobierno cree que va a resolver el problema del dólar y el bolívar, la escasez de divisas con una "subastas" que no llegan al 0,5% de la demanda está equivocado. Si no lo cree, está jugando al efectismo, esa medida de hacerle creer a la población que el problema se está solucionando, pero que, cuando vamos a los receptores, a los deudores en ese mercado, todos saben que se trata de "paños calientes". Si a ello se añade que la producción petrolera está decreciendo y no crecerá lo suficiente en el corto plazo, con todo y nuevos prestamos, esa solución no es más que efectismo y propaganda.
Impresiona la manera tan fácil en que cayeron en la trampa del juego "suma cero": si ganas en escasez, pierdes en inflación o lo contrario, lo que explica lo lejos que están de alcanzar las metas que se han propuesto, pero sin la capacidad para reconocer que están atrapados en una política errada, cuya única salida es más efectismo. Saben muy bien que toda la historia de "precios escalonados", liberar aquí y allá o suministrar unos pocos dólares para los medicamentos, las autopartes, viajeros a Margarita solo tiene un efecto muy limitado y de muy corto plazo. ¡Ganar tiempo!
Crecimiento
Ya vamos para la mitad del año y no hay ningún dato o señal que indique que se va a revertir la contracción económica del 2013, sobre todo si yo sé y ellos saben que todo depende de que logren levantar el gasto público a fuerza de deuda. Quizás lleguen a tiempo, pero difícilmente podrán sostener una tasa razonable para el año que viene sin un componente de inversión razonable. Lo ideal sería abrirle, de verdad, la puerta al sector privado, regresándole las fábricas expropiadas, las siderúrgicas, Sidor y Sidetur, las papeleras, los centrales azucareros, las cementeras o, al menos, cancelando la inmensa deuda por ese concepto. En estos 100 días no hay política que ponga a crecer la economía.
Salarios y empleo
Ya es de conocimiento público que el aumento del salario mínimo se lo "tragó" la inflación de los primeros tres meses de un "solo golpe", de manera que en esa materia no hay logros plausibles. El salario real cayó 5,4% en el primer trimestre del 2013. Lo sorprendente son los datos de empleo porque, con una economía postrada y paralizada, el INE nos dice que el sector privado formal asimiló ¡400.000 empleos!, que la nómina pública creció en 200.000 personas para llevarla a un total de 2.700.000 personas.
Estos son los grandes logros de los primeros 100 días de este gobierno, que, claro, no cuenta con la ventaja de la convincente retórica de Chávez y no hay misiones que lo respalden. Mal augurio.
maximross@cantv.net
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