jueves, 27 de noviembre de 2014

CEGUERA

German Cabrera
Cada vez se me hace más difícil escribir este artículo quincenal para Tal Cual. Detesto caer en reiteraciones, girar en círculos como perro que muerde su propia cola. A veces me otorgo la licencia de flexibilizar el texto hincándole el diente a temas más o menos anecdóticos, más o menos autobiográficos, para otorgar y otorgarme un descanso del mono tema que inunda el cerebro y ahoga las neuronas de los seres algo pensantes de este malogrado territorio: el tema de la No Revolución que nos está transformando en un No País.

Pero es de tal envergadura el tembladeral cotidiano, la ciénaga infecta del día a día en la Venezuela víctima del chavismo, que se me hace ocioso desperdiciar en trivialidades el espacio valioso que nos otorga esta heroica publicación, en lugar de enfrentar el desastre con todo lo que queda de sangre en mis venas que por cierto hace ya mucho tiempo dejaron de ser las venas abiertas de América Latina. 

Y es que este Alien, este enorme parásito autodenominado Revolución Bolivariana, se ha dedicado durante tres lustros a devorar las entrañas de la República, a engullir y defecar las instituciones democráticas, a excretar orines fétidos sobre la Constitución que él mismo creó, y a desarrollar, dentro del cascarón del antiguo país, un enorme y pesado gusano pulposo cuyos mayores logros han sido la extinción nacional de la ética a todo nivel, la quiebra económica, la más obscena corrupción y la entrega del territorio nacional al hampa. Todo en nombre de la justicia y la igualdad.

Hoy día el venezolano vive sin justicia y sin igualdad pero además sin esperanza.

El día a día se ha tornado en lucha por la supervivencia: poder comer, poder bañarse, poder lavar la ropa, poder arreglar el vehículo, poder conseguir medicinas, poder soportar las colas infinitas, poder lograr atención médica decente y poder protegerse lo suficiente para no ser secuestrado, asaltado o asesinado.

Pero resulta que el Gusano Pulposo ha asumido como objetivo principal el de sustentar con sus ganancias petroleras al Viejo Gusano de La Revolución Cubana el cual, ante tal maná caído del cielo, ha logrado el milagro biológico de parasitar al parásito, infiltrándole hasta la médula e inoculándole los genes de la manipulación propagandística, la creación de un pueblo mendicante y las artes oscuras de la represión por amor.

Ambos gusanos, hoy transformados en uno solo, han vendido su imagen hacia fuera con bastante éxito ya que siempre habrá un sector de las izquierdas dispuesto a comprar aquel paquete que lleve rótulo Revolucionario aunque dentro de la envoltura de papel satinado rojo adornado con estrellas, sea inocultable el olor a podrido.

Tal ha sido el éxito del producto que hasta a España ha llegado, transformándose allí en una verdadera sorpresa comercial.

Alimentado por el descontento económico y social (el pueblo español parece que no sabe lo que tiene ni todo lo que va a perder), por los garrafales errores de los Partidos y por la corrupción rampante, ha nacido un Nuevo Gusano.

Ha sido bautizado "Podemos".

Financiado e ideologizado por El Pulposo y El Viejo, conquienes ha trabajado largamente, parece que tendrá mucho éxito.

Pobre España.

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