"TAMOS TARDE"
PEDRO PABLO FERNANDEZ
No existe una agresión más perversa contra los pobres y la clase media que la inflación. Frente a un malandro uno puede correr, esconderse, defenderse o en última instancia pedir compasión. Con la inflación no hay nada que hacer, te va a alcanzar irremediablemente y será siempre inclemente, sobre todo con los más débiles, los que menos tienen, los que más sufren.
Por las consecuencias que esta tiene sobre las familias de más bajos recursos, el Gobierno tiene la obligación moral de enfrentarla.
La inflación se produce cuando el incremento de la demanda de bienes y servicios crece más que la oferta. Eso pasa porque el Gobierno prende la maquinita que produce billetes en el Banco Central de Venezuela para financiar su gasto. Ese dinero va a parar a los bolsillos de los venezolanos y la gente sale a comprar bienes y servicios (crece la demanda). El problema se presenta cuando ese dinero no está respaldado por la producción nacional, es decir: cuando la oferta no crece en proporción a la demanda. Cuando eso ocurre, los precios suben para tratar de equilibrarla.
Si la inflación se produce por el gasto excesivo del Gobierno, su reducción pasa por la reducción del gasto público. Eso se dice muy fácil, pero el tema se complica porque las consecuencias que esto tiene sobre la población son muy duras en el corto plazo. Esa es la razón por la cual el Gobierno no toma las medidas, que a la larga son inevitables, ignorando que su postergación va a traer calamidades peores sobre la población.
Evitarnos a los venezolanos las consecuencias de un proceso de hiperinflación tiene que ser hoy la prioridad nacional. Todos los estudios indican que los índices de pobreza están empeorando y esta tendencia no se va a revertir en el corto plazo. No existe una tarea más urgente que tomar las medidas de emergencia que la situación económica exige.
La mejor política social es acabar con la inflación. La hazaña que realizaron Fernando Henrique Cardoso y Lula da Silva fue sacar de la pobreza 36 millones de personas, y eso se hizo a partir de un esfuerzo por controlar la inflación y bajarla de más de 5.000% a 2%.
El control de la inflación, acompañado de un programa económico coherente, permitió un aumento progresivo del salario real y produjo 20 millones de nuevos empleos en el sector productivo.
Al final, 40 millones de brasileños ascendieron a la clase media. ’Tamos tarde. Hay que actuar, y ya.
@PedroPabloFR
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