LA MAGIA Y LO FANTÁSTICO
Carlos Raul Hernandez
Carlos Raul Hernandez
Será el nuevo flogisto o el éter de los que se pensó en
diversas épocas estaba hecho el Universo, o la nueva piedra filosofal
que convierte las materias viles en oro? Es la fecha mágica: 10 de enero
de 2019. No hay nada que pensar, ni recoger vidrios rotos ni trazar
estrategias ni desarrollar la inteligencia para aprender a pelear en la
política ni reorganizar las fuerzas ni trabajar como bueyes para
reconstruir lo que perdimos por razones conocidas. No hay que enmendar
errores ni reconquistar la conciencia de la gente hoy poseída por los
fantasmas del radicalismo prepolítico, sino sentarnos a ver el eclipse y
esperar el prodigio que anuncia la astrología.
Solo aguardar la fecha mágica. El reportaje de mi queridísimo Alonso Moleiro en El País
del 23 de octubre, certifica el derrumbe de lo que hasta hace poco fue
la esperanza de futuro. Al nacer 2016, la discusión eufórica,
triunfante, era sobre cuál sería el método para salir del gobierno rápidamente,
y en dos años y tanto, fantasía tras fantasía, se arruinó la fuerza que
el pueblo otorgó con sacrificios y votos. El gobierno aplastó a la
oposición, o ésta se aplastó a sí misma, y hoy doblan las campanas de un
sueño, retazos de ilusiones esparcidos en el barro.
Es
el efecto de haber vivido una fantasía tras otra. En 2016 la catástrofe
del RR, que se recordará como una de las más trágicas puerilidades de
la historia política venezolana. Después siguieron más fantasías en
2017: elecciones ya, trancones, Maduro vete ya, 350, el referéndum popular y hora cero.
La oposición había exigido elecciones en abril de 2018, se pautaron
para el 20 de mayo, pero los solicitantes decidieron que la
deslegitimación inexorable se lograría gracias a la abstención. Eso
traería las liberadoras tropas extranjeras o el golpe democrático.
El regreso de Dorian Grey
Al
final están fracasadas todas las quimeras, perdido el norte,
desintegrada la fuerza, publicadas series completas de documentos
ingenuos con procedimientos de autoayuda para triunfar. Pero nadie asume
la responsabilidad de la derrota y lo que es terrible, nadie tiene la
bizarría de señalar los errores (no aprendieron bien del maestro Hugo
Chávez). Y lo peor de lo peor: aparece otra vez la vía fácil, rápida e
imaginaria, la nueva fábula infantil salvadora: el 10 de enero, día del
milagro de la transubstanciación al revés cuando el gobierno pase a ser
“ilegítimo. Se produce así una pirámide financiera de ilusiones y
artificios, unas sobre otros.
Resulta que el
gobierno hasta ese día habrá sido legítimo, prístino, estricto cumplidor
de la Constitución, falso que haya convocado “la constituyente cubana”,
“que haya sido una dictadura” o atropellado a la A.N. Falso que haya
desconocido la propiedad. No nos equivoquemos. Hasta ese día tendremos
un gobierno normal y todo lo que hemos dicho hasta ahora son calumnias.
El 10 de enero como Dorian Gray, se pudrirá violentamente y el joven
lozano, seductor, se convertirá en un despojo. Ese día sonarán las
campanas, sesenta países retirarán sus embajadores y romperán relaciones
con Venezuela.
Y la última maravilla: habrá
un ataque cibernético masivo. Josué hará sonar las trompetas, se
derrumbarán las murallas, el gobierno caerá estruendosamente. Esto
podría ser una simple entelequia más, pero hay unos cuantos que hacen lobby
en EEUU para que procedan a la asfixia financiera de Pdvsa, lo que
desencadenaría ni más ni menos que la hambruna. Las migraciones masivas
se exasperarían por el tiempo que dure la horca petrolera. Es una idea
tan bárbara como la que tuvieron algunos líderes internacionales luego
de la Segunda Guerra Mundial.
La rebelión de las máquinas
Pretendían
destruir la infraestructura industrial y moderna de Alemania derrotada
para que regresara a ser un país campesino y agrícola, devolverla al
siglo XVII, sin importar las consecuencias para su población y más bien
para castigarla por Hitler. Por fortuna esa genialidad del
estrangulamiento por hambre de las mayorías la rechazan sectores muy
poderosos en los propios Estados Unidos. Tales extravíos solo pueden ser
elucubraciones de los que no pudieron cumplir con su trabajo y ahora
juegan al holocausto, siempre que ellos puedan venir en el portaviones y
caminar al poder entre los cadáveres.
Con
ella se quiere disimular el desastre que llevó a gente a la muerte, a
otros a la cárcel, al exilio (unos con el apoyo de la familia bien
fondeada, otros no), dejó los partidos deshechos, perdidos los cargos
representativos “que no valen la pena” como dice la inconsciencia. Es la
nueva estafa fantástica para volver a perder, otra vez advertidos,
porque nuevamente reconocemos nuestra incapacidad frente al adversario y
esperamos que alguien nos resuelva el problema, saque a los malos y nos llame a gobernar.
Pareciera
que esta vez la comunidad internacional no se dejará hipnotizar.
Declara Federica Mogherini que hay que crear condiciones para un
entendimiento porque no hay interlocutores del lado opositor y que es
inconcebible una invasión a Venezuela. Y por otro lado, luego de las
demostraciones de los negociadores previos, está claro que no hubo una
buena representación. Es necesario que aparezcan nuevos factores con
responsabilidad e inteligencia para contribuir a dar un chance de salida
a la deriva que conduce a un Estado fallido.
@CarlosRaulHer
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