viernes, 20 de septiembre de 2013

CHAVISTAS Y BOLICHICOS


    MARUJA TARRE  

EL UNIVERSAL
Indudablemente no tengo ninguna simpatía por los chavistas. Han arruinado a Venezuela con una eficiencia que no se veía desde los tiempos de Atila. Y hay que decir, que Atila arruinaba a sus enemigos, no a su país. Pero también es necesario reconocer que estos nuevos ricos tenían hambre vieja, rencor y odio acumulados y ahora descubren el mundo y sus placeres con el fervor de los recién vestidos. Algún día, si existe justicia, pagarán con cárcel su conducta en estos años de gobierno.

Mi padre, que nació en Maracaibo, siempre criticaba la burguesía caraqueña, que le entregó sus hijas a Gómez y luego ha venido festejando a todos los dictadores y barraganas que han gobernado al país. Los descendientes de esos sinvergüenzas consuetudinarios son sin duda los bolichicos. Desde hace años me los habían recomendado "si quería cambiar dólares". Nunca acudí a ellos y la cantidad miserable de dólares que yo necesitaba debe ser equivalente a las propinas que le dan al portero que les abre la puerta. Ahora son famosos y actúan con la mayor desfachatez. Hoy en día los ricos inteligentes, los que han hecho dinero trabajando y no saqueando a un país exhausto, se distinguen también por la manera cómo gastan su dinero. Los Gates financian educación y salud en el mundo entero, el creador de Amazon compra al Post para experimentar la fusión entre viejos y nuevos medios. Los bolichicos se conforman con el apartamento de grifos de oro que Onassis usó en sus pocetas o un coto de caza que le hubiera encantado a Franco. Tienen 30 años y gustos de viejos decadentes. Desgraciadamente no están solos: los acompañan muchachas preciosas, adulantes que celebran su mal gusto, fotógrafos que inmortalizan sus hazañas. Y lo peor es que muchos de estos corifeos aseguran que son de oposición y se atreven a despreciar a los chavistas. 

maru1789@yahoo.com

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