LOS “PROTOCOLOS DE SIÓN” DE RODRIGUEZ TORRES
Y “LA GUERRA ECONÓMICA”
EMILIO NOUEL
En la
historia política de los pueblos no son pocos los casos de forja de documentos
falsos o de montajes de historias adulteradas con fines aviesos.
Ellos han servido para la persecución
de los adversarios, a los que se desea apartar del camino por incómodos, con el
propósito de alcanzar o mantenerse en el poder.
Los llamados “Protocolos de los Sabios de Sión”, aún hoy utilizados por algunos
antisemitas, son un ejemplo de hasta dónde puede llegar la perversidad en la
lucha política y social. Se sabe que fueron fraguados por las autoridades
zaristas para justificar los pogroms contra
la población judía; y sin embargo, hay muchos que siguen hablando en la
actualidad de una supuesta conspiración judía para apoderarse del mundo, en los
términos de esos protocolos.
En nuestros predios latinoamericanos,
esa práctica perversa es también moneda corriente.
En
Venezuela, la dirigencia chavista, incluido el finado Chávez, no es la excepción
en el tema. La paranoia delirante ha sido notoria en diversos momentos de este
gobierno.
Todos recordamos historias risibles,
el ridículo internacional largo y parejo que han protagonizado. El terremoto de
Haití generado por la marina norteamericana, tesis estrambótica esgrimida por
Chávez, forma parte de esa historia de paranoia. El Directv que te espía a
través de tu televisor del impresentable cínico Carreño. El supuesto
envenenamiento de Bolívar desmentido por la ciencia seria. Las decenas de magnicidios anunciados sin
pruebas ni detenidos. Y el gran invento, un cáncer inducido a distancia por la
CIA, como causa de la enfermedad y fallecimiento de Chávez.
Obviamente, todo este tinglado
retorcido y siniestro tiene efecto en gente sencilla y crédula. Y el gobierno
lo sabe. Por tal razón, lo usa para manipular la opinión en función de
mantenerse en poder.
Con lo de la “guerra económica” ocurre lo mismo. Es asombroso el caradurismo de
los altos funcionarios chavistas. Con su rostro muy lavado y gran solemnidad,
oímos y vemos expuestos los presuntos planes de sabotaje económico, incluso
ante representantes oficiales de otros países, que para sus adentros se
carcajean de tales disparates.
En reunión de Mercosur que tiene
lugar en Margarita, el ministro Rodríguez Torres, sin ningún escrúpulo, habla de un espionaje de EEUU que se habría
producido en los últimos años, con vista a “conocer
la economía venezolana”, para luego desencadenar una “guerra económica”, fase en la que se estaría en estos momentos.
Según el Ministro, el espionaje
buscaba “clarificar las debilidades de la
economía venezolana, para lanzar los ataques principales y secundarios”.
Algo más cómico no se había visto
antes en este país. La debilidades de la economía nacional las conocemos de
sobra los venezolanos y el mundo sin necesidad de espiar. Sólo un ignorante o
un cínico podrían haber declarado tal sandez. Sólo uno que cree que tiene
imbéciles como audiencia.
La paranoia reiterada de decir que
Venezuela, “el país más rico del mundo”,
es “objetivo del imperio estadounidense”,
es una demostración adicional del inconmensurable analfabetismo económico del
que ni sabe manejar la inseguridad del país. EEUU va en camino, a mediano
plazo, de no necesitar comprar petróleo a Venezuela y otros países, y nuestro
país, cada día pierde más relevancia económica y política.
Por otro lado, Venezuela “¿”el país más rico del mundo”?
Una ocurrencia más para reírnos de las excentricidades de quien sólo
busca enemigos externos con sus propios “Protocolos
de Sion”, para esconder la propia incapacidad, el fracaso estruendoso de su
desgobierno económico, el cual pareciera que se profundizará, visto que sólo
les pasa por la cabeza seguir insistiendo en lo mismo que hasta ahora resultado
dañino para el bolsillo de los venezolanos y la salud de la economía.
A otros con esa farsa de guerra
económica. Está claro que los únicos que han conspirado contra los
intereses del país están en el gobierno.
Emilio Nouel V.
@ENouelV
emilio.nouel@gmail.com
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