jueves, 28 de noviembre de 2013

¡No dejes de votar!









    LEANDRO AREA
Sería un error imperdonable dejar de ir a votar, sobre todo si te jactas de demócrata y honesto, porque estarías entregando el manejo de tu vida cotidiana a manos inescrupulosas capaces de cualquier tropelía con tal de seguir mandando y controlando a los demás !Y qué de tus principios!
Sería un error de juicio también pensar que votar es la única forma de lucha democrática. Eso es verdad. Hay mil modos posibles de ejercer tu conciencia, tu voluntad, adhiriéndola a otros o en tu yo solitario, desde el pequeño grano de arena que eres. Pero nada sobra en este momento de penurias y trances, todo falta, y tu voz, tu decisión, tu voto, puede ser la diferencia que ahnelamos, el punto de partida hacia otra perspectiva.
Sería un error de apreciación además creer que tu voto no pesa matemáticamente, porque entre tantos que son, el tuyo se diluye y así supones convertirte en estadísticamente irresponsable. No saques esa cuenta a favor de tu desazón. Enséñate a sumar y crece así con los que tenemos la esperanza, como tú, de ver en vida a un país diferente y próspero de todos.
Sería un error mayúsculo de tu parte dejar de ir a votar, más aún considerándote de oposición, porque abstenerse es abrir las puertas a lo inconcebible de que los candidatos perdedores del gobierno a alcaldías y concejos municipales ganaran por la desidia  de los que afirmamos que el gobierno de Maduro es irrecuperable por tantas razones conocidas, y el 8 de diciembre no fuimos a votar.
Sería entonces  error irreparable dejar de ejercer tu derecho electoral sobre todo si te consideras y dices ser antidictatorial y libertario, porque esta oportunidad no es igual a las otras. Esta coyuntura de ahora es la más cercana al abismo socialista al que ha llevado al país el gobierno militar-cívico, con políticas equivocadas y planificadas en La Habana para hacer el mal en vez del bien.
Sería un error de insensatez incomprensible dejar de votar, sobre todo si te sientes venezolano, patriota y digno, porque después no tendrás oportunidad frente a tu conciencia de pedirte perdón por tu falta de decisión, tu dejadez, tu abulia. ¡Qué mentira le dirás a los tuyos! A todos podrás engañar, mas no a ti mismo.
Sería pues error fatal dejar de ir a votar y entregar tu destino y el de los tuyos, en este lodazal patético de atraso a los que nos convierten en compinches y “mulas”, complices de su estilo, cargando con el fardo de tener que “caribear” a otros para conseguir un kilo de lo que sea.
Si estas letanías amigo te convencen o al menos han llamado tu atención preocupada, pónte las pilas, no te importe la edad, incorpora tu fe, sal a la calle, toma el teléfono, escribe un mail, pasa la bola, aférrate a un amor, ideal o bandera, propón una canción, baila pegao, que no quede en tu corazón la más mínima duda.
Por estas razones y más, vayamos a votar para después no andar soportando la vergüenza de ser los venezolanos que, arriados como vacas sumisas, marcharon al matadero socialista.

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