¿Existe el CNE? – TalCual – Editorial
– Teodoro Petkoff – 20-11 - 13
¿Existe el CNE? Pareciera que
no. Ni siquiera Chávez violó y violentó
la normativa electoral, establecida por ley del modo como lo ha venido
haciendo Nicolás Maduro.
la normativa electoral, establecida por ley del modo como lo ha venido
haciendo Nicolás Maduro.
No hay artículo de la ley que se le haya salvado.
lEl país está asistiendo a estas alturas, mala cosa, podría pensarse
que hasta con resignación, a una verdadera orgía de abusos
abusos contra la legislación electoral, amparada
que hasta con resignación, a una verdadera orgía de abusos
abusos contra la legislación electoral, amparada
en un decreto oficial que
declara precisamente el día de las
elecciones como "Día
de la lealtad y
amor al Comandante Supremo". Peor aún, Maduro y
su combo están violentando una tradición legal
su combo están violentando una tradición legal
venezolana, prácticamente jamás ignorada, de que durante los
días de celebración de comicios no se permiten actos y/o eventos
públicos, del carácter que sea, y mucho menos, si poseen significación
politica.
públicos, del carácter que sea, y mucho menos, si poseen significación
politica.
Esta
vez, Nicolás Maduro ha sobrepasado todos los límites.
Con su cara de "yo no fui" ha transformado el 8 de diciembre
Con su cara de "yo no fui" ha transformado el 8 de diciembre
día de las elecciones municipales en una celebración pública, abierta
del PSUV.
del PSUV.
Hablamos antes de "tradición" porque ya ni siquiera es
necesario ejercer medidas de vigilancia y eventual coerción legal para
impedir que aquella sea ignorada. Los venezolanos, a punta de más de medio
siglo de vida electoral, nos hemos hecho a la idea de que los días en que se
escogen mandatarios, de todos los niveles, están vetados para la realización
de eventos de carácter político. Tan acendrada está esta composición de lugar
que el CNE apenas si se limita a hacer un exhorto meramente formal, con la
seguridad de que a nadie se le ocurriría, en tales días, violar la ley. Pero
llegó Maduro y mandó a parar. ¿Cuál es el propósito de tan estrafalaria
decisión? Obviamente motorizar a los suyos con la sensiblería barata del recuerdo
del difunto y, sobre todo, atemorizar a los opositores.
Nadie puede negar, incluso, la
posibilidad de que ese día se torne harto riesgoso, dado que el mismo derecho
que se abroga el gobierno para celebrar al difunto líder puede ejercerlo
cualquiera en sentido contrario. En este país hiperpolarizado y cargado de
agresividad, la posibilidad de que las "celebraciones" den lugar
"contracelebraciones" no puede descartarse en modo alguno, de tal
manera que la violencia pudiera apoderarse de las calles. Si de Maduro
cupiera esperar un poco de sindéresis, debería dejar para mejor ocasión ese
"día de la lealtad". Pero se nota que el poder se le subió a la
cabeza y, aunque no es imposible, es difícil que pueda echar atrás.
Y, a todas estas, ¿dónde está el CNE?,
¿qué hace el CNE ante este desafío brutal y brutal desafuero a su autoridad?;
¿existe el CNE? Con la excepción de la valiente y solitaria pelea que viene
librando el rector Vicente Díaz, el resto del organismo las cuatro damas se
muestra completamente ajeno al asunto. Es decir, la institución, en tanto que
tal, ha permanecido ciega, sorda y muda. No ve, no oye, no habla sobre lo que
está ocurriendo ante sus narices.
Nunca ha habido una determinación
deliberada de ignorar la ley de la forma tan descarada como lo han hecho
Nicolás Maduro y las cuatro señoras. Jamás.
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