"Entramos en otro tablero de la lucha política y social"
ELVIA GÓMEZ
EL UNIVERSAL
lunes 23 de diciembre de 2013
Leopoldo López dice que el voto universal, directo y secreto es una herramienta irrenunciable, pero no es la única. Llama a adelantar un esfuerzo de organización colectiva para hacer sentir la propuesta de cambio y "ponerle la mano en el pecho a los abusos del Gobierno".
"Nada cambió del 7 al 9 de diciembre, sigue siendo un Estado delincuente, profundamente antidemocrático, corrupto, ineficiente. La gran discusión ahora es qué hacer con esa realidad, en la que salimos de un ciclo electoral pero estamos en una relación Estado-nación que amerita asumir una posición política en torno al mantenimiento del régimen que está gobernando en Venezuela".
López aclara que él no critica la estrategia plebiscitaria que llevó adelante Henrique Capriles en la campaña municipal, porque "era inevitable".
"El mismo Nicolás Maduro sembró dudas el 14 de abril cuando ofreció una auditoría que no se hizo y por ese cuestionamiento las elecciones del 8 de diciembre adquirieron una connotación nacional".
-¿Cuáles son sus críticas a la estrategia de la Mesa y de Henrique Capriles?
-Hay que reivindicar ese ciclo que se abre antes el 12 de febrero (2012) -donde se escogieron los candidatos nacionales, regionales y municipales- que se cierra el 8D, eso nos obliga a replantear cuál es el nuevo ciclo de la Unidad, de la estrategia política, de la visión. Lo que expresó el resultado electoral no es lo que expresa la opinión de 7 de cada 10 venezolanos que están de acuerdo con que debe haber un cambio. Por distintas razones no logramos expresar esa mayoría nacional en una mayoría electoral y sobre el porqué no se logró eso tiene que ver con lo que es el sistema como tal. No podemos tomar los resultados del 8 de diciembre ni los del 14 de abril sin cuestionar un sistema profundamente injusto que no da la fotografía de lo que es la conciencia nacional. Segundo, hubo un cortocircuito al haber asumido, como yo creo que es correcto, que ganamos las elecciones el 14 de abril pero no lograr que se materializara en un triunfo de hecho. Ese cortocircuito entre el 14A y el 8D es importante atenderlo. La mayoría de los venezolanos que quieren cambio creen que hemos debido salir a defender el triunfo con una protesta ciudadana no violenta, apoyando la voluntad popular ya expresada. Ese derecho de ir a la calle está en la Constitución y es un derecho histórico de los pueblos. Los pueblos se rebelan ante sistemas de dominación desde que la historia es historia.
-Dice que la mayoría quiso salir a la calle en abril para defender "el cambio" según dijeron las encuestas, pero eso quedó en hipótesis porque no se ratificó en las urnas el 8D. Y el 23 de noviembre la manifestación de calle en Caracas fue de las menos concurridas y usted fue uno de los convocantes.
-Yo me he dedicado a recorrer a Venezuela, he conversado con miles de personas para interpretar el sentimiento de cambio y de triunfo. Esas son circunstancias históricas que se dan, donde confluyen factores que invitan a la gente a manifestar públicamente en la calle. Yo no tengo ninguna duda de que la gente se hubiera venido (el 17 de abril a la marcha hacia el CNE) en canoa de Pedernales, caminando de Maracay, a caballo de los Llanos, en bicicleta de Valencia. Ese acompañamiento en la calle, con la gente, por el respeto a la voluntad popular, es muy importante. El voto y la calle son dos herramientas interdependientes, formidables desde el punto de vista de la acción colectiva, democrática, pacífica y sobre todo irrenunciable.
-La propuesta de convocar a una constituyente ha sido polémica, sobre todo por plantearla antes de contar los votos del 8D y hacerla al margen de la Mesa.
-Una cosa fue el resultado electoral y otra el sentimiento nacional de cambio. No olvidemos que existe una situación crítica en lo económico y social y lo político no puede estar estabilizado en un momento en el que existe y se va a profundizar una situación de descontento. Vamos a ver los efectos de la escasez, de la inflación y la diferencia abismal entre el dólar oficial y el dólar paralelo presionando sobre los precios -especialmente de los alimentos- y sobre el empleo. Nosotros tenemos que asumir la responsabilidad de estar a la vanguardia del ámbito político de todo el país democrático, que es más de la mitad de los venezolanos o por lo menos la mitad, que buscan una salida al desastre del proyecto de destrucción nacional que representa Maduro.
-¿Qué viabilidad tiene promover una constituyente con los resultados del 8D?
-En la Mesa de la Unidad hace dos meses decidimos que íbamos a asumir la salida del Gobierno por la vía constitucional y democrática. Los vehículos constitucionales son distintos, está la renuncia, el revocatorio, la enmienda, la constituyente y creemos que de esas opciones la constituyente es la más adecuada: se puede convocar por el pueblo, recolectando firmas de por lo menos 15% de los electores y eso nos permitiría hacer un activismo de calle, un despliegue cuerpo a cuerpo, que es el terreno de la política en la que estamos en el 2014. Nosotros ya dejamos atrás el terreno de la política mediática por la vía de los hechos y entramos en un tablero distinto de lucha política y social que tiene que ver con la calle. La constituyente permite una propuesta de cambio a nivel de todo el poder nacional. Los que firmamos (el remitido del 7 de diciembre) pensamos que el problema no está concentrado en el Ejecutivo nacional ni en Nicolás Maduro, sino que hay un problema sistémico, que hay una ilegitimidad en el desempeño del TSJ, de la Fiscalía, de la Defensoría del Pueblo, de la Contraloría, del propio CNE. Todos esos poderes están violentando la Constitución.
-Insisto. Ha molestado dentro de la Mesa de la Unidad que usted y María Corina Machado hayan promovido la constituyente fuera de la Mesa. Capriles no descartó "depurar" la alianza y duda de su viabilidad por las agendas paralelas.
-Para mí la discusión no es cuántas sillas hay en la Mesa sino que tiene que ver con la unidad nacional. Tenemos que cerrar el ciclo de lo que fue la Mesa como un espacio y abrir un nuevo ciclo de la Unidad Democrática. Si nosotros no tenemos una idea de país que nos unifique, la capacidad de aglutinar a todos los factores que quieren cambio es mucho menor. Esto no es idealismo, este es el corazón de la política, que es la capacidad de poner a un país a soñar en torno a una idea de nación, y en torno a eso hay que hacer el planteamiento organizativo que es secundario a la visión. La Mesa ha sido una plataforma extraordinaria en el plano electoral, ahora, cumplido el ciclo de las elecciones de alcaldes, tenemos que dar una discusión y es por eso que nosotros hemos tomado la iniciativa de convocar a la constituyente, la vía que se decida será la que tenga mayor apoyo, más viabilidad, mayor pertinencia, pero el vehículo es secundario al objetivo. Esa comunicación (7/12/2013) la firmó gente muy importante y muy representativa de distintos sectores, que a lo mejor no tiene una silla en la Mesa pero sí tiene una voz, como millones de venezolanos.
-¿Luego de las críticas hechas por miembros de la Mesa por jugar "posición adelantada", ha reconsiderado si fue un error hacerlo así?
-Nosotros tenemos que lograr agilizar dentro de la Mesa lo que es la discusión política. En la primera reunión de la mesa estratégica el 6 de enero de este año insistimos en la necesidad de dar una discusión a profundidad sobre cuál es nuestro objetivo político y convocar a un debate nacional, estamos en el momento de abrir ese debate. Esa propuesta se la hicimos a todas las organizaciones políticas y diputados durante meses. Yo creo en hacer una consulta el año que viene que tiene que ser muy concreta: si estamos de acuerdo o no con que el Gobierno de Nicolás Maduro dure hasta el 2019.
-Por las dudas que algunos dirigentes expresan: ¿se mantiene usted en los postulados de la MUD y descarta cualquier otra salida, incluso la militar?
-Nosotros estamos haciendo una propuesta civil, popular, democrática, constitucional para el cambio, con el voto, con la calle, con la acción colectiva, con dialogar, incluir, sumar sectores. Nosotros no estamos jugando en ningún otro tablero. Esa ha sido nuestra posición privada y pública, dentro y fuera de la Mesa. Dentro de la Mesa y de su estructura de alianza política pueden haber diferencias pero no hay divisiones. Nosotros hemos estado, estamos y estaremos dentro de la Unidad y hemos sido proactivos y nuestras tesis políticas han sido acogidas -a lo mejor han sido controversiales en un momento- como lo fueron en su momento las primarias y la tarjeta única. Lo que nosotros estamos proponiendo es abrir ese debate y ese es un derecho que nosotros no podemos cuestionar.
@ElviaGomezR
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