jueves, 30 de enero de 2014


ECONOMÍA Y PETRÓLEO


MAXIM ROSS  

EL UNIVERSAL

En recientes días me pidieron que coordinara un grupo de trabajo sobre los problemas económicos venezolanos y me encontré con que, por un lado se deseaba examinar el tema petrolero y, por el otro, el económico, por lo que sugerí tratarlos conjuntamente pues, aunque parezca un "Perogrullo" decirlo, son dos asuntos inseparables a pesar de que la experiencia dice que siempre los hemos visto de esa manera. El petróleo y la economía venezolana están indisolublemente conectados y así deben examinarse.

La caja negra de Pdvsa

Una primera razón por la cual nos hemos acostumbrado a esos dos mundos es porque Pdvsa siempre fue percibida como la describo en el subtítulo, como un misterio completo para los venezolanos, cuestión que se ha acentuado más todavía en los últimos años. El común habitante de este país no tiene la menor idea de cómo anda su, repito, su principal industria, de la cual, por lo demás es, supuestamente propietario.

Al momento, por ejemplo, de escribir esta artículo la principal industria de Venezuela no ha publicado sus balances oficiales del año 2012 y muy poco sabemos de la gestión de 2013, quizás un informe que tiene ya unos seis meses. Por otro lado, nos enteramos, sin preguntarle nada a sus dueños, nosotros propietarios del recurso según reza en la Constitución, acerca de la conveniencia de que su presidente sea varias veces ministro y ahora zar de la economía.

Pdvsa es un negocio lo suficientemente complejo e importante como para focalizar todas las energías gerenciales en ella, concentrar sus tareas solo en el negocio petrolero, ya bien complicado de por sí, porque si no lo hacemos seguirá la ruta de deterioro que ya tiene marcada, en el plano operativo y financiero y en su participación en los mercados internacionales del crudo. Por esa sola razón vale la pena intervenir esa "caja negra" y darle una mayor integración con el resto de la economía. Muy conveniente, también sería, una mayor integración con todos los venezolanos y no con una parte de ellos.

Economía y petróleo

Puede resultar obvia la idea de defender las conexiones que tiene el petróleo con la vida económica y social en nuestro país pero, a veces es necesario marcar algunas cosas que ayuden a comprender esa relación. Lo primero es rescatar la tesis de la gran volatilidad que le imprimió el petróleo a nuestra economía, desarrollando momentos de auge y de crisis intermitentes, que marcaron eventos muy significativos. De la gran Venezuela al viernes negro no hay sino petróleo marcando la pauta.

Lo segundo es la estrecha relación que tiene con el bienestar social, en especial con la evolución de los índices de pobreza porque, puedo demostrar que cuando los ingresos petroleros aumentan la pobreza disminuye, cuestión que engañó a varios gobiernos, en especial al actual, creyendo que eran ellos, con sus políticas los autores de esos beneficios. Basta con que el petróleo pierda velocidad de crecimiento para ver la pobreza aumentar.

Por supuesto, la tercera gran conexión es como el fisco venezolano ha vivido y vive del petróleo, particularmente si ha mantenido entre la mitad y un tercio de los ingresos fiscales. Puede, igualmente, comprobarse que la pareja gasto público e ingreso fiscal petrolero van de la mano, lo cual demuestra nuestra incapacidad para independizarnos del ya famoso y valioso "commodity".

Lo de renta petrolera

La cuarta conexión, no menos importante por su especificidad económica y social y porque nos lleva a razonamientos obligados, comenzando por esa oferta eternamente incumplida de que vamos a dejar de ser un "país rentístico", cuestión en la que han fracasado todos nuestros gobiernos, incluyendo al actual por más que digan lo contrario.

Lo de la renta tiene además una connotación que va más allá de lo vigente, cuando examinamos la experiencia de otros países y percibimos que ellos han sabido reducir esa dependencia o ahorrar esos recursos para el futuro o para mejores fines. El caso más conocido es el noruego con su fondo de US$ 838 mil millones, pero hay que saber que el más pequeño de los principados árabes y algunos países recién llegados al petróleo de por allá del Asia desconocida también lo hicieron. Ver a Kuwait, a Dubai, inclusive a Arabia Saudita poner la mira en encontrar otra manera de vivir debería servirnos de ejemplo, para que no digan que ¡No somos noruegos!

Quizás por fin comprendieron la relación entre economía y petróleo. Nosotros, todavía, no hemos llegado hasta allí. 

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