viernes, 4 de septiembre de 2015

Elecciones Parlamentarias

Eduardo Fernández


Dentro de tres meses tendremos elecciones para renovar la Asamblea Nacional.
Esas elecciones son sumamente importantes. Ya los candidatos han sido seleccionados y presentados. Algunos, muy representativos de sus circuitos o de sus estados, otros menos. Algunos con una clara conciencia de lo que significa la Asamblea Nacional y de la importancia del órgano legislativo del poder público, otros menos.
En todo caso es bueno que tanto los candidatos como los ciudadanos electorales tengamos presente que se trata de una nueva oportunidad para que la soberanía popular se exprese y corrija el rumbo.
El país está sumergido en una crisis muy grave y muy profunda. La nueva Asamblea Nacional puede servir para agravar la crisis, para profundizarla o para comenzar a resolverla.
La nueva Asamblea puede ser escenario para continuar la confrontación inútil e infecunda o, por el contrario, puede servir para promover los acuerdos que permitan enfrentar con éxito la solución de la crisis nacional.
La Asamblea Nacional tiene funciones muy importantes. En primer lugar, tiene la función de legislar. Desde hace muchos años esa función ha sido delegada en el Ejecutivo Nacional. Esa práctica es inconveniente y peligrosa. Ojalá la próxima Asamblea recupere para el órgano legislativo la función de legislar.
En segundo lugar, la Asamblea Nacional debe servir como órgano de control de la Administración pública. Tanto a la administración como a los ciudadanos, nos interesa que esa función de control se cumpla con eficacia y con transparencia. Teniendo siempre presente el interés nacional.
En tercer lugar, la Asamblea Nacional tiene una responsabilidad en la elección de magistrados del Tribunal Supremo de Justicia y de otros altos cargos en la administración pública: Fiscal General de la República, Contralor, Defensor del ciudadano, tarea que debe abordarse igualmente pensando en los intereses superiores de la nación.
Finalmente, La Asamblea Nacional tiene la función de ser un escenario para parlamentar, para la discusión de altura, para el debate acerca de los temas que afectan la vida de la Nación.
La Asamblea debe ser un espejo en donde el pueblo pueda verse reflejado en sus mejores virtudes y cualidades. ¡Ojalá!
Seguiremos conversando.

Eduardo Fernández
@efernandezve

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