Banco central clave para el 2010
LUIS OLIVEROS. (EL UNIVERSAL)
Comienza el año y uno se pregunta ¿cuál será el tema económico más importante para este año 2010? Obviamente el primer tema que le salta a uno a la mente son las elecciones a celebrarse en septiembre de este año, pero algo seguro es que ese evento representa un incremento importante del gasto público. Sin embargo cuando pensamos en el tema económico venezolano, creo que la actuación del banco central y todo el debate acerca de su independencia serán un pilar fundamental a tener en cuenta para el comportamiento de la economía venezolana en este año 2010.
En los círculos académicos se dice que un banco central es independiente cuando esta institución tiene libertad de acción para definir la política monetaria, y la toma de decisiones por parte de quienes la presiden (presidente y directorio), se encuentra aislada de presiones de origen político, las cuales pudieran venir tanto de parte del gobierno como también de presiones originadas en el sector privado, ya sea financiero o no financiero. Recordemos que un banco central independiente es aquel que tiene la capacidad de utilizar los instrumentos de la política monetaria con el fin de lograr una tasa de inflación baja, aún cuando esto pudiera entrar en conflicto con otros objetivos del gobierno de turno. Obviamente este tema ha generado mucha controversia, y cuando se analizan las ventajas y desventajas de la independencia del banco central, el debate parece centrarse sobre la conveniencia de establecer reglas en la política económica frente a la alternativa de adoptar una postura más flexible o "discrecional". Debemos tener presente que existen una gran cantidad de trabajos académicos que muestran una fuerte correlación negativa entre el grado de independencia del banco central y la tasa de inflación. La consecuencia natural de lo anterior es que el desempeño económico general de un país es mejor cuanto más "blindado" está el banco central frente a la injerencia política. Esto debido a que con libertad de acción y sin influencias políticas, el banco central puede cumplir de una manera eficiente su rol con respecto a la política monetaria, junto con sus otras funciones (poseer y gestionar las reservas de divisas y metales preciosos, promover el buen funcionamiento y la estabilidad del sistema financiero, poner en circulación la moneda, elaborar y publicar las estadísticas relacionadas con sus funciones, prestar servicios de tesorería y de agente financiero de la deuda pública y asesorar al gobierno). Por lo tanto podríamos decir que la estabilidad de precios que se alcanza con un banco central independiente, es una contribución muy importante que hacen los bancos centrales al crecimiento de largo plazo.
Muchas veces he escrito sobre este tema, y aunque la conclusión en términos teóricos ha sido que cada país debe elegir un punto intermedio de independencia, la cual sea consistente y funcional con su realidad, también es cierto que en el caso de nuestro país, y teniendo presente por una parte la fuerte influencia política en todas las instituciones del Estado y por la otra la galopante inflación que hemos vivido en los últimos años (más de 700% en los últimos 10 años), parece menester por el bienestar de nuestro futuro, que esa independencia sea obligatoria y esté blindada de toda influencia política. Solo así podremos emprender con éxito una lucha seria contra la inflación y encaminar al país en la senda del crecimiento y desarrollo.
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