martes, 7 de agosto de 2012


CERO APAGONES

Manuel Guevara
Capriles, el candidato de la Unidad Democrática, se ha apropiado, afortunadamente, de una exigencia y un clamor popular que existe en todo el país: No más apagones, no más racionamientos de electricidad. Basta de sufrir las interrupciones súbitas del servicio eléctrico que con demasiada frecuencia ocurren, que afectan la vida cuotidianas de las familias y nos impiden disfrutar de los beneficios de la modernidad, que afectan la operación de los comercios y empresas, y que desordenan la vida urbana en general; semáforos, alumbrado público, ascensores, escuelas y hospitales. Capriles, en su recorrido por el país, casa por casa, pueblo por pueblo, ha escuchado muchas veces este reclamo y ha anunciado su compromiso de trabajar por una Venezuela sin apagones. Se trata de un compromiso que refleja, por una parte, la alta valoración que hace el candidato democrático del problema eléctrico, que el gobierno ha intentado subestimar y banalizar cuando se lo atribuye a los rabipelados, al supuesto saboteo, a las lluvias o a la falta de ellas.
Por otra parte, manifiesta la voluntad de atacar las causas del problema durante su gestión de gobierno, ejecutando su propuesta integral, que comprende el fortalecimiento de la industria eléctrica, la recuperación de sistema eléctrico nacional y la formulación y ejecución de un verdadero plan de expansión, elaborado con seriedad, dotado de los recursos financieros, gerenciales, técnicos y de equipamiento necesarios.
Dada la gravedad y complejidad de la crisis eléctrica que hemos venido sufriendo desde hace algunos años, crisis que ha sido causada exclusivamente por este gobierno, quizás a algunas personas pueda parecerles temerario ofrecer Cero Apagones en un país con tantos otros problemas colaterales que contribuyen a complicar el problema eléctrico: falta de recursos financieros, inconformidad laboral, desorden organizativo y gerencial de Corpoelec, grave escasez de combustibles para la generación eléctrica como gas y diesel, escasez de cemento, cabilla y otros materiales de construcción, obstáculos para importar equipos y repuestos, falta de personal calificado, proyectos mal concebidos o incompletos, empresas contratistas extranjeras no idóneas y un largo etcétera.
La crisis eléctrica tiene solución.
Se ha dicho innumerables veces y conviene repetirlo porque cuando el problema se agudice, durante los meses de septiembre y octubre, el gobierno volverá con los cuentos. La crisis eléctrica tiene solución pero con otro modelo de gestión, otro forma de enfrentar el problema que comprenda una gestión descentralizada, profesionalizar la industria, hacer de la planificación el centro de la gestión del sector, con responsabilidad frente a los usuarios y establecer la calidad del servicio eléctrico como el norte de toda la industria eléctrica. Hay un camino para alcanzar ¡CERO APAGONES!
@manuelguevarab

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