ANDRÉS OPPENHEIMER
AOPPENHEIMER@ELNUEVOHERALD.COM
Últimamente, la imagen de Chile como economía estrella de Latinoamérica ha sido golpeada por las imágenes de violentas protestas estudiantiles, pero los últimos datos económicos —que incluyen una disminución del índice de pobreza anunciada la semana pasada— sugieren que el "modelo chileno” sigue con vida.
Y a juzgar por lo que el presidente chileno Sebastián Piñera me dijo en una entrevista telefónica, no sólo está vivo, sino que va viento en popa.
Los últimos resultados económicos de Chile “nos ubican en el primer lugar de America latina”, me dijo. Dos años después del devastador terremoto que azotó a Chile en 2010, la economía ha crecido 6 por ciento anual durante los dos últimos años, las exportaciones crecieron un 20 por ciento, la inflación ha permanecido en un 3 por ciento y —más importante— los índices de pobreza y desigualdad han caído significativamente, dijo.
Según las cifras recientes del censo de pobreza CASEN, de Chile, supervisado por la Universidad de Chile y la Comisión Económica para America latina y el Caribe de las Naciones Unidas (CEPAL), la pobreza disminuyó del 15,1 por ciento de la población en 2009 al 14,4 por ciento actual, y la pobreza extrema, del 3,7 por ciento al 2,8 por ciento durante el mismo período.
“Estamos contentos, pero no estamos satisfechos”, me dijo Piñera. “Recuperamos en nuestro país la capacidad de ir reduciendo la pobreza, que se había incrementado en los últimos tres anos del gobierno anterior. Y esa es una buena noticia.”
Replicando a las críticos que le restan importancia a estas cifras de reducción de la pobreza, argumentando que la metodología del censo debía modernizarse, Piñera dijo que los nuevos datos son significativos precisamente porque se ha utilizado la misma metodología durante los últimos 22 años. Agrego que la cifra de pobreza extrema es "la más baja en la historia de este indicador”.
La principal razón de la reducción de la pobreza fue la creación de 700.000 nuevos empleos, y un programa gubernamental de reducción de la pobreza conocido como “Ingreso ético familiar”, dijo.
Según este programa, las familias pobres reciben subsidios estatales adicionales si cumplen con ciertos deberes, incluyendo el enviar a sus hijos a la escuela, y si demuestran ciertos “logros”, como que sus hijos obtengan mejores notas.
Cuando le pregunté si la pobreza no deberia haber disminuido mucho mas considerando que la economía ha crecido un 6 por ciento, Piñera dijo: “Les diría a nuestros críticos que yo comparto con ellos que me hubiera gustado que la pobreza cayera más, pero no puedo olvidarme que durante el gobierno de ellos la pobreza no cayó, sino que aumentó".
Y agregó: “El mundo actual está en crisis. Europa está en recesión, Estados Unidos estancado, los gigantes asiáticos desacelerándose, Argentina y Brasil con una profunda desaceleración, y Chile ha logrado crecer en los ultimos dos anos 6 por ciento al ano. Es decir, el país de mayor crecimiento de America latina y de la (organización de países industrializados) OECD".
¿Está exagerando Piñera el desempeño económico de Chile?
Juan Carlos Feres, el principal experto en pobreza de la CEPAL, me dijo que la última reducción de la pobreza extrema en Chile es “estadísticamente significativa”, mientras que el dato de la pobreza general “esta en el limite” con el margen de error.
Chile ha reducido la pobreza de casi un 40 por ciento en 1990 al 14,4 por ciento actual, más que cualquier otro país de la región, agregó.
El ex presidente chileno Ricardo Lagos, durante cuyo gobierno Chile registró su índice de pobreza más bajo, me dijo que “todo lo que implica reducir la pobreza es una buena noticia, aunque es una cifra muy modesta”.Y añadió: “No es para cantar victoria. Tenemos un producto per capita muy superior al 2006, y tenemos mas pobres porcentualmente que en 2006. Algo hemos hecho mal desde 2006".
Mi opinión: Visto desde afuera, y especialmente cuando se lo compara con sus vecinos, a Chile le va muy bien.
Es cierto, Piñera puede adjudicándose demasiados méritos por los logros de Chile, que han sido en general obra de los gobiernos de centro-izquierda de los noventas y la primera parte de la década del 2000. Y su afirmación de que Chile es la economía que más esta creciendo en Latinoamérica es discutible (Panamá y Perú están creciendo más, según la CEPAL).
Pero los últimos datos económicos son nueva evidencia de que - mas allá de las rencillas políticas internas entre Pinera y la oposición, y del debate de si el crecimiento economico deberia haber tenido un impacto social aún mayor - el modelo chileno basado en fomentar las exportaciones, insertarse en la economía global y, sobre todo, no cambiar de políticas económicas con cada cambio de gobierno ha sido mucho mas exitoso en reducir la pobreza que los líderes populistas radicales que se autoproclaman campeones de los pobres.
¿Quién gana con Venezuela en Mercosur?
La opinión general es que Venezuela fue el gran ganador de la cumbre de esta semana en la que el país se incorporó oficialmente al bloque comercial del Mercosur. Yo no coincido: creo el gran ganador fue Brasil.
Es cierto que Chávez fue el centro de atención en la ceremonia celebrada el martes en Brasilia, en la que, junto con la presidenta brasileña Dilma Rousseff, la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner y el presidente uruguayo José Mujica, firmó la incorporación oficial al bloque comercial sudamericano.
Fue el primer viaje oficial de Chávez al extranjero que no estaba relacionado con su tratamiento de cáncer en Cuba desde que le diagnosticaron esa enfermedad hace más de un año, y una importante victoria propagandística en momentos en que está en campaña para ganar las elecciones presidenciales del 7 de octubre en su país.
La imagen sonriente de Chávez junto a los presidentes de los países más grandes de Sudamérica no sólo lo ayudó a contrarrestar las críticas de que no está físicamente apto para ser candidato a la presidencia, sino también para mostrar que Venezuela no es un paria internacional cuyos únicos amigos son las dictaduras de Cuba, Siria, Irán y Bielorrusia.
Además, la incorporación de Venezuela al Mercosur le permitió a Chávez tratar de venderle un nuevo sueño a los venezolanos, en un momento en que Venezuela padece una inflación galopante, apagones de electricidad y un índice de criminalidad sin precedentes.
“Se trata de la más grande oportunidad histórica en 200 años en Venezuela”, proclamó Chávez en la ceremonia de ampliación del Mercosur. “El Mercosur es sin duda la locomotora más grande para garantizar nuestra independencia y acelerar nuestro desarrollo”.
Con la integración de Venezuela, el Mercosur será “la quinta potencia mundial”, agregó.
Pero una mirada desapasionada a las grandiosas afirmaciones de Chávez y de los otros presidentes en la ceremonia revela que el Mercosur corre el riesgo de seguir los pasos de otros malogrados grupos de libre comercio latinoamericanos, como la Alalc, en la década de 1960, y el Aladi, de la década de 1980.
Para empezar, el comercio entre los miembros del Mercosur ha disminuido significativamente en los últimos años.
Según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas (CEPAL), el comercio entre los miembros del Mercosur, que representaba el 25 por ciento del comercio del bloque con todo el mundo en 1998, cayó 15.2 por ciento el año pasado.
Esta caída no se debe sólo al hecho de que los miembros del Mercosur han aumentado drásticamente su comercio con China, sino también porque se están poniendo cada vez más trabas comerciales entre ellos.
A principios de este año, Argentina agregó casi 200 artículos —incluyendo laptops y motocicletas— a la lista de importaciones procedentes de todo el mundo que requieren licencias no-automáticas, lo que bloqueó también la entrada de docenas de importaciones del Mercosur.
Brasil contraatacó bloqueando la importación automática de varios productos argentinos, incluyendo vinos y papas. Se calcula que el comercio entre Brasil y Argentina, los dos miembros más grandes del bloque, caerá un 10 por ciento este año.
En cuanto a la afirmación de Chávez de que con la entrada de Venezuela el Mercosur será “la quinta potencia mundial”, el hecho es que Brasil, por sí solo, ya es la quinta o sexta economía más grande del mundo.
Cuando pregunté a varios expertos si la entrada de Venezuela ayudará a resucitar al Mercosur, casi todos se mostraron muy escépticos.
Venezuela vive casi exclusivamente del petróleo, se ha quedado prácticamente sin industrias competitivas debido a las desastrosas políticas económicas de Chávez, e importa el 70 por ciento de los alimentos que consume. O sea, tiene poco y nada que pueda exportar a sus compañeros del Mercosur, dijeron.
“Todo esto es teatro político”, me dijo el experto en comercio de una importante institución regional.
Mi opinión: El gran ganador con el ingreso de Venezuela al Mercosur no será Venezuela sino Brasil, y en menor grado Argentina, que podrán venderle a Venezuela alimentos y productos manufacturados con aranceles aduaneros preferenciales.
Ya el martes, Rousseff y Chávez firmaron un acuerdo por el que Venezuela compró seis aviones comerciales Embraer E-190 hechos en Brasil con una opción de compra de otros 14 jets por un total de más de $900 millones.
Claro que podrían haber hecho esa transacción sin todo el show de la integración de Venezuela al Mercosur, pero Chávez quería esa coreografía para venderles a los votantes venezolanos la ilusión de que se están integrando a un floreciente bloque comercial que les traerá una gran prosperidad. Como muchas otras cosas en su país, fue bueno para Chávez, pero no para Venezuela.
Twitter: @oppenheimera
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