Eugenio Martínez
Hace cuatro años el chavismo ganó 76% de los cargos regionales y locales que estaban en disputa. Concretamente los últimos comicios sirvieron para que los candidatos del presidente Hugo Chávez controlaran 17 gobernaciones, 263 alcaldías y 178 curules en los consejos legislativos de los estados (49 de estos adjudicados en detrimento de los grupos políticos minoritarios a causa de la inobservancia del principio constitucional de la representación proporcional).
A pesar que desde el punto de vista numérico la victoria del chavismo fue incontestable, la oposición logró hace cuatro años obtener la victoria en las gobernaciones más emblemáticas del país, la mayoría de ellas parte del corredor electoral que aglutina a la mitad de los ciudadanos del país.
¿Cuáles son estos estados? Entre Zulia (12,35% de los electores del país), Miranda (10,32%), Distrito Capital (8,51%), Carabobo (8,02%), Lara (6,34%) y Aragua (6,16%) se concentran 51% de los votantes del país. Como el 16 de diciembre no se escogerá alcalde para el municipio Libertador esta relación se podría ampliar para incluir a Anzoátegui (5,32%), Bolívar (4,98%) y Táchira (4,23%).
A 16 días de las elecciones regionales las tendencias electorales en las mayorías de las regiones hacen suponer que el triunfo numérico del chavismo volverá a ser incontestable. Sin embargo manipulación legal y de circunscripciones al margen el verdadero debate se centra en el destino de las gobernaciones que integran el corredor electoral.
Salvo que ocurra un descalabro importante en la capacidad de movilización del chavismo, los candidatos del Presidente deben retener el poder en los estados en los cuales los mandatarios rojos aspiran a la reelección: Barinas, Delta Amacuro, Falcón, Portuguesa, Yaracuy y Vargas.
En otros estados con gobernadores rojos que no van a la reelección el triunfo de los candidatos del Presidente debería darse por descontado en Apure, Cojedes, Guárico y Trujillo. ¿Y el resto de las entidades?
Anzoátegui y Aragua dos estados dirigidos actualmente por el chavismo, cuyos gobernadores no recibieron el visto bueno de Chávez para lanzarse a la reelección, se presentan como disputados, especialmente Aragua en donde las opciones del chavismo se reducen por el rechazo a la gestión de Rafael Isea y la ajenidad de Tarek El Aissami. No en vano, un estado en donde el 7 de octubre el chavismo ganó con una diferencia de 10 puntos, ahora muestra un empate técnico entre El Aissami y el candidato de la oposición Richard Mardo.
Una situación similar se presenta en Bolívar, Mérida y Sucre en donde la dinámica regional, y la división del chavismo, propician que estas jurisdicciones pasaran de plazas seguras del chavismo a estados que deben situarse en la categoría de peleados con opciones similares para los candidatos de los dos bloques políticos.
En el caso de las entidades en que el chavismo ganó en 2008, pero perdió el control de los gobernadores en el pasado reciente (Lara y Monagas) el panorama electoral luce equilibrado, con una ligera ventaja para la oposición; especialmente en el caso de Monagas en donde el "El Gato" Briceño, si termina recibiendo el apoyo de la MUD, podría retener el control de la entidad.
En los estados gobernados por la oposición la situación se podría tornar favorable para el chavismo en Amazonas, Nueva Esparta y Carabobo, dejando a Miranda, Táchira y Zulia según las encuestas del IVAD como entidades en las que serían reelegidos los gobernadores Henrique Capriles Radonski, César Pérez Vivas (salvo que William Méndez divida el voto opositor) y Pablo Pérez.
El Universal
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