martes, 13 de noviembre de 2012


¿Es Venezuela Líder en la Protección de los Derechos Humanos?


        Milos Alcalay

El Embajador de Venezuela en la ONU Jorge Valero, afirmó con gran euforia que la designación del país en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, “es la demostración palpable que se está cumpliendo de manera escrupulosa con los derechos humanos”, para luego afirmar de manera poco diplomática que a su Gobierno "no le preocupan las críticas de determinadas organizaciones que en realidad son instrumentos de potencias extranjeras que financian  la subversión".

Comienza mal el Plenipotenciario Bolivariano al dar argumentos que nada tienen que ver con la realidad. Los países miembros de la Asamblea General de la ONU aprobaron el ingreso de tres miembros de America Latina que eran los únicos tres postulados: Brasil, Argentina y Venezuela,  en sustitución de Cuba, México y Uruguay que llegaron al fin de su mandato. No habiendo sino tres candidatos para tres puestos, tradicionalmente en la ONU las otras regiones respaldan las candidaturas presentadas por el GRULAC, a menos que se presenten más candidatos que los que deben ser electos, y entonces no hay compromisos con la región. Pero a pesar del “voto automático”, Venezuela obtuvo 30 votos menos que Brasil, lo que demuestra que 30 países no votaron por Venezuela, a pesar de que no había otra candidatura.
Venezuela sustituirá a Cuba, país que es conocido por las violaciones reiteradas en materia de derechos humanos. El “cabildeo” de Cuba, del ALBA y de UNASUR deben haber ayudado para no repetir esta vez con el fracaso de haber roto el consenso que había logrado Guatemala en el Consejo de Seguridad hace algunos años.

Algunos analistas se refieren –con razón-  a la debilidad actual del Consejo, sucesor de la antigua Comisión de Derechos Humanos de la ONU, institución por la que tenían predilección los sistemas totalitarios, no para defender los derechos humanos, sino para asegurar el poder formar parte de un organismo para obstaculizar que fueran condenados por ONGs o por otros países. Para evitar esta situación, Kofi Anan propuso hace 5 años cambiar las reglas de este mecanismo para que el nuevo Consejo de DDHH estuviera integrado por 46 Países, electos por mayoría calificada de 2/3, en base a criterios que reconocieran los compromisos en la defensa de los derechos humanos. Esa propuesta fue rechazada por aquellos que querían mantener la misma estructura anterior. El resultado fue un “cambio gatopardiano”. Se cambio el nombre para que todo siguiera igual

El Gobierno Bolivariano enfrenta una gran contradicción, ya que opta por un puesto en el Consejo de DDHH de la ONU, cuando hace un par de meses se retiró de la CIDH y de la Convencion Interamericana de Derechos Humanos, hecho que fue duramente criticado por la Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU. No tiene ningún sentido incumplir con los compromisos regionales y Constitucionales, y al mismo tiempo acudir a la ONU para formar parte del Consejo de Derechos Humanos.

No se trata de un giro a favor de las libertades, de la defensa de los derechos humanos, del dialogo o de un Gobierno de Unidad Nacional, sino impedir que las ONGs -al no poder acudir a la OEA- tengan dificultades de recurrir al Consejo con el fin de denunciar las reiteradas violaciones que se viven diariamente en nuestro país como en el caso de los presos políticos, los exiliados, el cierre de RCTV, la prisión de la Juez Afiuni, la muerte de Luis Brito ocasionada por la huelga de hambre y tantos otros casos.

Lo que ciertamente nadie cree, a pesar de las afirmaciones del Embajador Jorge Valero ni de las pomposas afirmaciones oficiales, es que Venezuela sea líder en materia de protección, promoción y defensa de los derechos humanos y de las libertades.

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