jueves, 22 de noviembre de 2012

LAS COMUNAS DE CHÁVEZ


                    Teodoro Petkoff

TALCUAL

La creación de comunas ha sido presentada por 
el gobierno como parte del proceso de 
"empoderamiento" de las comunidades populares, 
es decir, de dotar de poder al pueblo organizado, 
para que sea actor principal de los asuntos que lo 
involucran

Esto, desde luego, es una falacia. No existe tal "empoderamiento". 

¿Cómo podría existir si las comunas dependen directamente 
de la presidencia, es decir, de Chávez, a través del Ministerio 
para las Comunas? Después de catorce años a nadie le 
queda duda de que Yo-el-Supremo tiene la primera y la 
última palabra en todos los asuntos que le atañen y en 
los que no le atañen también.

La condición sine qua non para que las organizaciones 

populares, en este caso las comunas, tuviesen verdadero 
poder es que gozaran de absoluta autonomía respecto 
del Estado y el gobierno, así como de cualquier poder 
fáctico. Las comunas de Chávez, dada su dependencia 
vertical de la presidencia, están mediatizadas y 
condicionadas completamente, hasta el punto de que 
en la práctica son en verdad organizaciones de base 
del PSUV, e integrantes del Estado, circunstancia 
que Chávez pretende constitucionalizar mediante 
el llamado "proceso constituyente", tan ficticio como 
las propias comunas.

En las ya creadas, sus integrantes son miembros del 

PSUV y es rechazada la presencia de quien no lo sea. 
De igual manera, es rechazada la creación de comunas 
por sectores populares que no tengan vínculos con el 
chavismo. Se trata, pues, de un nuevo intento de 
organizar y uniformar a la base partidaria, después 
del fracaso de los Círculos Bolivarianos, de las 
"patrullas" y otros engendros para controlar a la 
población.

Este es el quid de la cuestión. Todas las experiencias 

totalitarias que ha habido (y que todavía hay), desde 
la soviética, en la URSS y su imperio centro-europeo, 
la China de Mao, hasta la cubana y la coreana del 
Norte ­únicas sobrevivientes de lo que una vez rigió 
los destinos de casi la mitad del planeta­, han creado 
organismos que supuestamente ejercen el poder del 
pueblo y que, en realidad, fortalecen el poder dictatorial 
del partido y del Estado. Chávez intenta recorrer el 
mismo camino, pero para fortalecer, sobre todo, su 
propio poder personal.

Fuente: Tal Cual


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