lunes, 2 de diciembre de 2013

LA OPOSICIÓN VA BIEN
OSCAR HERNÁNDEZ BERNALETTE   

EL UNIVERSAL

No tenemos una oposición perfecta como muchos quisiéramos, pero sin duda es la mejor que hemos tenido en muchos años en este país. No es monolítica porque la convergencia de muchos factores la convierten en heterogénea, que es a mi modo de ver su riqueza. Hace unos años no tenían un líder consolidado y  hoy, ni siquiera los partidarios  más  radicales ponen en duda el liderazgo de Henrique Capriles, que con tenacidad, prudencia y sabiduría ha sabido ganarse la admiración  de millones de venezolanos. Que otros tienen aspiraciones, es cierto. Que algunos susurran las debilidades del líder y quieren más contundencia ante tanto descalabro, es verdad, pero no puede ser distinto en donde convergen seres humanos con visiones, estilos diferentes y también con apetencias.

Lo más importante es que los factores están unidos y saben que la sobrevivencia de un proyecto de cambio para el país depende de esa Unidad. Quien apriete el acelerador, pierde. Por ello la MUD se ha convertido en la zona de confort que todos esos partidos requerían. El pragmatismo, el realismo y el sentido de  responsabilidad de la historia ha sido la guía de estos últimos años. Ramón Guillermo Aveledo  ha sido clave y la historia le reconocerá su tino político y su desprendimiento. Hay que ser un mago para mantener esa orquesta afinada aunque no exenta de  malos tonos en algunas partituras.

De allí que la próxima contienda electoral  debe ser no solo otra oportunidad sino una muestra  de que se ha  trabajado con sintonía y coherencia. Es el electorado el que decide, pero si hay algo que se percibe  en el ambiente  es que un gran sector de los venezolanos se siente bien representado y cómodo con su oposición. A pesar de los intentos del Gobierno por arrinconar y desestimular la participación ciudadana en las  elecciones y la  sumatoria de medidas electoreras y efectistas para  atraer a los electores, nos da la impresión de que entre los escenarios posibles, los resultados finales favorecerán y fortalecerán a la oposición como principal factor político  del país. Para el Gobierno no será fácil retomar los números cómodos con los que se acostumbró cuando competía el presidente Chávez.

Si el voto mayoritario a nivel nacional favorece a la oposición entonces el país estará ante un nuevo cuadro político que confirmará que el Gobierno no cuenta con la mayoría, sino  que hará evidente la necesidad que el país tiene  de destrancar el juego cerrado a que ha estado sometido en los últimos quince años.

Si el gobierno de Maduro  no interpreta debidamente  lo  que se avecina  y no hace un esfuerzo por escuchar el llamado de cambio que exige el resto del país, las tensiones, la polarización y diatriba violenta seguirán marcando la agenda del país. El 8D es una tremenda oportunidad para que las fuerzas democráticas sigan construyendo el tejido político que se requiere para alcanzar nuevas victorias que le permitan demostrar su capacidad como alternativa necesaria para superar el tiempo perdido durante tantos años de violaciones de los derechos fundamentales, populismo y demagogia.

@bernalette1

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