Grupo La Colina

LA SALA ESPECIAL DE LA CORTE SUPREMA DEL REICH

Carlos Armando Figueredo

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Durante el régimen nazi del Tercer Reich se creó una Sala Especial de la Corte Suprema que llegó a conocerse como la “Sala del Führer” porque sus decisiones dependían de la voluntad de éste o de los fiscales del Ministerio Público que la expresaban. En el capítulo 12 del libro de Ingo Müller Los Juristas del Horror, bajo el título: Los “Guardianes del Derecho”: La Corte Suprema del Reich como Tribunal de Apelaciones, se narra en detalle cómo actuaba y decidía dicha Sala.

A ella podían acudir los fiscales del Ministerio Público mediante recursos extraordinarios de apelación o de nulidad. Se valían de esos recursos cuando las penas impuestas por tribunales penales eran muy leves y se solicitaba la pena de muerte. Hubo casos que a uno le parecen inverosímiles como el de un ciudadano que oía las emisiones de programas musicales de la radio suiza Beromünster, en contra de la prohibición de oír estaciones de radio extranjeras; fue condenado a una pena leve por un tribunal inferior pero el ministerio público recurrió ante la Sala del Führer y ésta hizo que se condenara a muerte al radioescucha.

Las monstruosas decisiones de dicha Sala Especial eran consideradas tan importantes y transcendentes para el nazismo que se asentaban en un lujoso libro con cobertura de cuero, preservado cuidadosamente.

Recientemente, en Venezuela, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo, no actuando bajo recurso alguno de apelación sino bajo un supuesto amparo pero yo diría más bien motu propio, decidió ordenar a alcaldes de oposición que impidieran las barricadas en los municipios de su jurisdicción. Se trataba de una orden imposible de cumplir. Ocurre que al alcalde del municipio San Diego, la Sala Constitucional, estimando que no había cumplido la orden, lo condenó a años de prisión por desacato y lo suspendió del cargo. Con esa decisión inconstitucional e ilegal, desconocedora del debido proceso, del estado de derecho, la Sala Constitucional se está pareciendo a la Sala Especial de la Corte Suprema del Tercer Reich, sin que yo piense que pueda llegar a los extremos de la esta última.